!Sí incomoda que [Tomás Gálvez] haya presentado una denuncia en el Congreso contra mí porque su contenido es falso", afirmó Sánchez. (Foto: GEC)
!Sí incomoda que [Tomás Gálvez] haya presentado una denuncia en el Congreso contra mí porque su contenido es falso", afirmó Sánchez. (Foto: GEC)
Rodrigo Cruz

ha decidido responder. Lo hace, dice, debido a las mentiras que su colega, el fiscal supremo Tomás Gálvez, ha vertido contra él en la acusación que presentó en el Congreso. En esta entrevista, habla sobre Gálvez, la reactivación del Caso Los Cuellos Blancos, la recomposición de la Junta de Fiscales Supremos (JFS) y la importancia de que continúe el esclarecimiento de casos emblemáticos a pesar de la pandemia.

—Para usted, ¿se están recomponiendo Los Cuellos Blancos?

El nombre Los Cuellos Blancos no lo puse yo, lo puso la policía que investigó el caso. No sé si se están recomponiendo, pero lo que sí sé es que las personas investigadas tienen una nueva estrategia de trabajo. Una estrategia para prepararse mejor frente a los cargos que se les están imputando y las investigaciones que están en curso.

—Desde su perspectiva, ¿cuál es esa nueva estrategia?

No sé si me equivoco, pero una de ellas es que no quieren que siga en la investigación. Lo han dicho antes y se nota por las acciones.

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—¿Es una consigna apartarlo, entonces, de las investigaciones?

Eso se supo hace mucho tiempo. Si yo investigo este caso, es porque se me delegó la investigación. No es porque yo quiera hacerles daño. Si me encargan la investigación, yo cumplo y la hago como debe hacerse. No es una cuestión personal.

— ¿Qué tanta responsabilidad de lo que pasa ve en la Junta Nacional de Justicia (JNJ), mejor dicho, en la demora de este organismo para pronunciarse?

No puedo hablar de responsabilidad. Yo creo que cada institución cumple sus funciones. Lo que pasa es que este paréntesis de la pandemia ha generado una demora en todas las investigaciones. Entonces, yo pienso que esa es la razón fundamental. Pero todo se va a reconducir en su momento.

— ¿Pero la JNJ no pudo hacer más? ¿No puede aplicar una medida cautelar?

Yo no puedo decir lo que ellos tienen que hacer. Estoy investigando el caso y no me puedo adelantar con un juicio de esa naturaleza. Ese es un trabajo que le compete a la JNJ.

— ¿A usted, como fiscal supremo, no le preocupa esta demora de la JNJ en pronunciarse?

Es algo que me quiero excusar de contestar porque no puedo juzgar el trabajo de la JNJ. Es un campo que no es de mi competencia.

— Pero es cierto que existe un plazo. El 12 de julio, el señor Luis Arce regresa a la JFS, ¿esto no es un motivo de preocupación para usted?

Se cumplen los cuatro años que ha estado trabajando en el Jurado Nacional de Elecciones (JNE) y es hora de que vuelva, y tiene que ir otro fiscal a reemplazarlo. Es parte del sistema. Eso está normado.

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— ¿Arce no es alguien cercano a Los Cuellos Blancos?

Así es. Se trata de un investigado.

— ¿Entonces, su presencia en la JFS no le genera preocupación?

Depende de cómo se conduzca, porque todavía no se ha integrado. Todavía no puedo pensar que va a actuar mal si no noto alguna injerencia o algún sentir común de parte de los otros investigados.

— Pero es verdad que habrá una nueva mayoría en la JFS señalada de ser de Los Cuellos Blancos...

Sí. Es posible que haya esa mayoría.

— ¿No le preocupa que esta nueva mayoría lo mande al JNE?

No me preocupa ir al JNE, sino lo que dejaría de investigar.

—¿Para que se detenga la investigación sobre Los Cuellos Blancos, es clave que vaya al JNE?

Claro. Eso es evidente. Yo quiero acabar con la investigación. Cumplir mi trabajo.

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—¿Y ve como posibilidad cercana que sea enviado al JNE?

Lo veo bastante posible. Porque hay tres personas que no quieren que los investigue [Pedro Chávarry, Tomás Gálvez y Víctor Rodríguez –que junto con la fiscal de la Nación y Pablo Sánchez integran la JFS–]. Se puede aprovechar la coyuntura para que yo sea designado al JNE.

—Hablemos del fiscal Gálvez. ¿Es él la principal amenaza de la investigación sobre Los Cuellos Blancos?

No lo veo como una amenaza porque la investigación sigue su curso. Pero sí incomoda que haya presentado una denuncia en el Congreso contra mí porque su contenido es falso. Él crea los hechos y los afirma con un tono de veracidad que asusta, porque miente demasiado.

— Usted ha calificado esa denuncia como mentiras que manifiestan una actitud desesperada.

Es lo que pienso. Él está desesperado y en su desesperación hace cosas que no se comprenden.

—En todo caso, Gálvez no puede actuar solo, necesitaría que le den una mano en el Congreso, ¿no?

Yo espero que el Congreso cumpla su papel y califique las cosas como se presentan.

— ¿Nota un deseo en la Subcomisión de Acusaciones Constitucionales de apartarlo del cargo?

Pienso que van a actuar de acuerdo a ley y que archivarán las denuncias, como esas dos recientes que se han reactivado. Espero que actúen de una manera imparcial y objetiva.

— Usted presentó una denuncia contra Gálvez a fines de febrero. ¿Por qué esta todavía no ha sido enviada al Congreso?

La presenté ante el despacho de la Fiscalía de la Nación por esas fechas y entiendo que están culminando el documento. No puedo decir por qué se están demorando tanto.

—Le pregunto sobre Lava Jato, ¿teme que esta investigación pase a un segundo plano en la medida que avance la pandemia?

Lo que pasa es que la pandemia ha ocupado el primer lugar en todas las noticias, pero no se puede descuidar el trabajo de los fiscales. Yo entiendo que ellos siguen avanzando en el análisis de las situaciones, pero también se deben practicar diligencias. Una cosa es la pandemia y otra la justicia penal. Y la justicia penal de estos casos debe seguir.

—¿Cómo continuar si no existen las condiciones logísticas que garanticen la seguridad?

Pero también he escuchado decir a fiscales que están esperando que acabe el período de emergencia para reanudar sus actividades a partir de julio. Es lo mismo que yo voy a hacer. Quiero que acabe ya la próxima semana para que se inicien las diligencias pendientes.

—¿Como cuáles?

Tengo que tomar declaraciones a testigos y colaboradores eficaces. Eso pasará a partir de la primera semana de julio.

—También es verdad que la pandemia afectó el desarrollo de las investigaciones en curso.

Es indudable. Por ejemplo, se ha liberado a personas que quizá no lo merecían. Varios investigados han aprovechado esta circunstancia para lograr sus libertades.

—¿Quién no merecía salir?

Prefiero no dar nombres. Pero hay personas que no estaban en peligro de contagiarse y, sin embargo, les dieron libertad. Aquí se dio una ley que posibilitó la excarcelación de muchas personas bajo el contexto de la pandemia. En otros países no ha sucedido algo así.

REFORMA JUDICIAL

—¿Cree que esta pandemia va a significar una de las crisis más grandes del sistema de justicia?

Es una crisis grave. Yo creo que esto merece una reflexión y quizá un cambio de política judicial que signifique de una vez dar el paso a la tecnología en el tema de las investigaciones y casos judiciales. Ahora, por ejemplo, estamos haciendo una entrevista virtual, ¿por qué no se puede hacer una declaración virtual también? ¿Por qué mantener todavía los expedientes con papeles y firma de acta? Que esta crisis sirva para cambiar la forma de trabajo.

—¿Se podrá acabar con la dictadura del papel?

Papel cero. Se pueden grabar las declaraciones y se toma una constancia pequeña de esta y se presenta como prueba en el juicio oral. Y así no estar transcribiendo los documentos.

—Pero la realidad nos dice que lo primero que uno ve al entrar a un despacho cualquiera es una torre de papeles.

No hay mal que por bien no venga, ¿no? Esto nos enseña que tenemos que ser más proactivos y trabajar bajo un esquema de interoperabilidad. De manera que la fiscalía, el Poder Judicial, la Policía Nacional y el Ministerio de Justicia actuémos bajo un mismo esquema informático junto al expediente electrónico.

—Pero aquí debe haber una autocrítica: las autoridades no le dieron prioridad a este tema hasta que llegó la pandemia.

Lo que pasa que el sistema de justicia siempre ha sido el “patito feo” de las reformas. Pocos se han ocupado en el sistema de justicia. No se ha invertido en el sistema de justicia y ahora se siente con el hacinamiento en las cárceles o con la demora en los procesos judiciales. Pero yo creo que el sistema de justicia cambiará para mejor. Los nuevos cuadros de jueces y fiscales van a superar las deficiencias que tenemos.

—El sistema de justicia todavía no ha entrado a tallar en su totalidad porque recién se reactivará a partir de julio. ¿Cree que veremos sus falencias en mayor medida cuando retornen a sus funciones?

Ahora ya lo estamos viendo. Si nosotros hubiéramos tenido un sistema virtual de toma de declaraciones, ya hubiéramos continuado con varias diligencias.

—¿Considera que vendrá una ola de casos judiciales cuando comience otra vez a funcionar el sistema de justicia?

Hay muchos casos en lista de espera. Yo creo que los jueces y fiscales tienen que actuar rápidamente y con una política de decisiones tempranas. Lo que espera la gente es una sentencia o decisión fiscal. Han pasado casi cuatro meses desde que empezó la emergencia y no se sabe de los casos. Hay una necesidad de justicia que se suma a la necesidad de los operadores y de los abogados. Todo el mundo va a pedir que sus casos se reactiven y pronto.

DEFINICIÓN DE LOS CUELLOS BLANCOS

—¿Cómo usted define el caso Los Cuellos Blancos?

Yo no parto de esa denominación pero considero que es un caso que le ha hecho mucho daño al sistema de justicia de nuestro país. La comunicación, los audios, han generado una imagen negativa al sistema de justicia y eso es difícil de revertir. Por eso mismo hay que investigar bien los hechos, establecer responsabilidades y hacer de conocimiento público para que eso no se repita. Causa vergüenza que se diga que en el Perú pasan estas cosas.

—Y en cuanto a su manera de operar, ¿cómo los define?

Lo que pasa es que en la doctrina del crimen organizado siempre se piensa en una organización piramidal con un jefe, mandos medios y operadores en la parte de abajo. Pero no es ese el único esquema. También existe uno horizontal donde todos, o la mayoría de ellos, tienen la misma posición y lo que hacen es ayudarse con fines indebidos.

—Una organización que trasciende el sistema de justicia...

Trastoca el sistema de justicia. Porque lo que debe ser una sentencia por un caso de violación puede cambiarse por una absolución o una pena menor. Todos tienen el mismo nivel y el mismo peso en esta red. Todos en buena cuenta están en una misma línea de fortaleza funcional. Es una forma en que el grupo delictivo se comporta y se maneja.

—¿Este contexto de pandemia y una campaña presidencial que arranca en unos meses es el escenario ideal para que se recompongan Los Cuellos Blancos?

No quiero pensar de una manera negativa. Yo pienso que hay mucho temor de las personas involucradas y el temor les hace sumar esfuerzos para evitar la investigación.







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