Patricia Castañeda Alva

La repostería es un arte, en donde convergen sabores, texturas y creatividad; pero también sirve para sanar al alma. Leslie Yengle encontró en la repostería saludable un reto que se convirtió en lugar seguro y una pasión. Hace poco, abrió su primer local, pequeño pero acogedor espacio en Miraflores. Te contamos su historia.

Leslie Yengle, de 40 años, explica que su pasión por los postres siempre estuvo ahí, pero afloró mucho más cuando regresó de Perú, después de haber vivido una larga temporada en Argentina. “Cuando regresé, me iba a dedicar a otra cosa, pero me puse a incursionar en esto de preparar postres, empecé a probar recetas, ver en YouTube. Comencé a preparar postres que a mí me hubiera gustado encontrar en el mercado y no habían”, comenta.

El blondiesutra de Leslie Yengle. (Foto: cortesía / Leslie Yengle Bakery)
El blondiesutra de Leslie Yengle. (Foto: cortesía / Leslie Yengle Bakery)

Yengle se inclinaba por la repostería saludable, buscaba cambiar ingredientes por otros que aporten más nutrientes, pero que sean agradables al paladar, es decir, que cuando alguien los pruebe no sienta que está comiendo un postre más “sano” sino que tenga el mismo sabor. “Al inicio, algunos no salían bien, pero probando y probando se logró. Poco a poco fueron abriéndose camino, porque la gente – al inicio amigos y familia– me compraban, pero luego se empezaron a pasar la voz otros clientes. Yo vi que tenía un don, porque nunca estudié cocina en realidad, pero lo que hacía me gustaba y le gustaba a otros, así que decidí formalizarlo, y así nació Grandes semillas, ese fue su nombre al inicio”, relata.

Esta marca se vendía en algunas cafeterías de Lima, como Napoli y Modo Café. “Fue buenísimo estar en estos lugares, los postres iban ganando clientes”, indica. Además, considera que las redes sociales, mediante los influencers, fueron también un pieza clave para su crecimiento. Genuinamente, les gustaba y pedían, compartían en sus redes sociales, y la marca fue creciendo.

Leslie Yengle en su tienda de postres. (Foto: Leslie Yengle Bakery / cortesía)
Leslie Yengle en su tienda de postres. (Foto: Leslie Yengle Bakery / cortesía)

Postres únicos

No vas a encontrar un Brownie de Joaquín, en otro lado. Leslie Yengle narra que todos sus postres tienen una historia detrás que los vuelve diferentes. Por ejemplo, Brownie de Joaquín está inspirado en su sobrino Joaquín, y el Cheeseberto, lo hizo en homenaje a su “Wasaberto” (su esposo, papá gatuno y compañero de vida, Diego). “Mi esposo no tenía un postre. Entonces le hice un cheesecake. Le puse ese nombre y cree una historia al rededor del ‘postre amarre’. A la gente le gustó, es parte de mi humor bizarro, y creo que la gente se entretiene. Recuerdo que lo compraban y me mandaban fotos diciendo que le dieron este ‘postre amarre’ a su novio”, indica.

Yengle no escatima en brindar en cada postre insumos de muy alta calidad. Para ella, es importante que una torta como la carrot cake, que lleva frutos secos, tenga muchos, se sienta y cuando alguien muerda una bocado detecte que efectivamente hay una diversidad de sabores gracias a los ingredientes que utiliza. Es por eso, que ella reconoce que sus postres son más caros que el del promedio, pero es debido a los insumos y porque con ello busca marcar la diferencia. “Hay personas que no comen frutos secos, entonces cuando piden un postre, lo están comiendo ahí. Me gusta concientizar a las personas sobre eso, que sepan que somos lo que comemos, lo que no comemos, lo que tomamos”, indica.

My Carrot, de Leslie Yengle Bakery. (Foto: cortesía)
My Carrot, de Leslie Yengle Bakery. (Foto: cortesía)

Postres tradicionales hay en todos lados de siempre y son riquísimos, no tengo nada este en contra porque me encantan, pero soy una persona que trata de alimentarse lo más sano que pueda por un tema de salud, del autocuidado de mi persona. Entonces ingresé a este mundo de la repostería nutritiva justo porque quería que así como yo que otras personas tuvieran opciones de postres que aporten más que solo calorías”, agrega.

Una de las tortas pedidas es la Negrita, una torta de chocolate vegana que nace debido a que ella ama la torta de chocolate. “Fui probando varias recetas, hasta que logré la textura”, indica.

El camino

Leslie Yengle Bakery le ha enseñado cosas que no sabía que podía lograr. La repostera explica que ha sido un camino lleno de aprendizajes. “Aprender a dirigir una empresa, con todo, con los proveedores, lidiar las con las proyecciones que a veces no se cumplen, lidiar con tantas cosas que pueden ir pasando en el camino. Yo tengo tres trastornos diagnosticados y tomo medicación. Con respecto al trastorno de alimentación, estoy bien, pero el trastorno limítrofe de la personalidad, eso es para toda la vida, hay una mejoría con el tiempo con la medicación, con la terapia y todo, pero ha sido difícil enfrentar algunos desafíos para mí. Una de las cosas que me ha costado es lidiar con esta parte emocional de poder llevar la empresa de manera equilibrada en todo sentido. Y al tener trastorno de déficit de atención también, hacía que yo me olvide cosas, así que me frustraba cuando no termina de hacer las cosas y lo empecé a ver con mi psiquiatra. Debo llevar agenda para todo y poner muchos papelitos para acordarme de las cosas. Ha sido un desafío grande para mí, o sea lidiar conmigo misma y con todo. Me sirve estar con gente que quiero, que me quiere, que me apoya; y tener terapia, y ser constante”, revela.

Leslie Yengle, fundadora y chef de Leslie Yengle Bakery. (Foto: cortesía)
Leslie Yengle, fundadora y chef de Leslie Yengle Bakery. (Foto: cortesía)

En sus redes sociales, siempre se ha mostrado muy abierta a hablar de trastornos mentales, porque considera que de esa forma puede ayudar a otras personas a lidiar con los suyos o entender que está bien, y que – en la medida de lo posible– no tiene que ser una limitante para abrir ese negocio con el que tanto sueñan.

“Cuando fui diagnóstica, con este historial de trastornos, pensé que nunca podría lograr nada, que siempre iba a depender de todo el mundo, que nunca iba a poder ser autosuficiente, manejar mi plata yo sola. Pensaba que no iba a poder pasar y comenzaron a suceder. Gracias al trabajo interior, haberlo hablado, y mis gatos que son mi alegría; o sea, mis gatos siento que han venido a curarme, han venido a enseñar que soy responsable, que soy amorosa, que soy maternal, que soy tolerante, que soy paciente (...) Para mí son mis maestros, son la luz de mi vida, no tengo hijos tampoco sé si los tendré o si Dios me los dará, pero hoy por hoy experimento un amor, tremendo”, señala. Ese amor hacia sus felinos, se ve también reflejado en la tienda, pues podrán ver a cada uno de sus gatitos en pequeños muñecos sobre la vitrina de postres, y por supuesto también están en reflejados en algunas de las tazas.

Liesly Yengle Bakery está en Calle Piura 1249, Miraflores. (Foto: Patricia Castañeda)
Liesly Yengle Bakery está en Calle Piura 1249, Miraflores. (Foto: Patricia Castañeda)

En este camino hacia lograr postres nutritivos, Yengle explica que también ha tenido que aprender a entender los cambios y a los gustos de sus clientes. “Hubo un tiempo en que la gente se aburrió de comer el brownie de Joaquín, ya no lo compraba, así que busqué darle la vuelta y sacar algo que les guste, buscar sabores para que sigan disfrutando (...) En la vida no todo es lineal o estático así que toca ir adaptándose sin frustrase”, comenta.

Sus postres tienen muchos fans, de todas partes de Lima los han pedido, no importa la lejanía, estos dulces nutritivos llegan. Yengle comenta que siempre está muy atenta a los comentarios de sus clientes, disfruta de sus opiniones positivas y negativas, de estas últimas han habido muy poco. “Soy autoexigente y la exigencia de afuera me genera ser más exigente conmigo, pero también sé que a no todo el mundo le va a gustar y está bien, pero ha sido un trabajo interno”, reflexiona.

En la tienda de postres también encontrarán café, hecho en prensa francesa. (Foto: cortesía)
En la tienda de postres también encontrarán café, hecho en prensa francesa. (Foto: cortesía)

La carta

En la tienda, encontrarán postres para todos los gustos. Los hay más dulces que otros, con más cacao o con más fruta. También tienen opciones veganas y para diabéticos, que están endulzadas con fruto del monje. Y como el postre siempre cae muy bien con café. Cuenta con uno gourmet hecho en prensa francesa.

Para quienes, prefieren otras bebidas encontrarán infusiones de frutos rojos, emoliente frutado y de lúcuma; así como “juguitos del amor” de mango y berries, y plátano con leche. Para los que disfrutan algo de verduras, también tienen jugos cold pressed.

Jar Tiramisunga, postre vegano de Leslie Yengle Bakery. (Foto: Patricia Castañeda)
Jar Tiramisunga, postre vegano de Leslie Yengle Bakery. (Foto: Patricia Castañeda)

En cuanto a los postres, encontrarán los famosos Jars: Jar de manjar de joaquín, jar de My carrot, el Sutrajar y el Jar (vegano) Tiramisunga. Si hablamos de brownies, está el famoso brownie de Joaquín, el power Brownie y la blondiesutra. Todos hechos a base de harina integral, chocolate negro o blanco y frutos secos.

Finalmente, en cuanto a tortas, mejor llamadas por Leslie Yengle como “tortencias”, encontrarán la Negrita vegana, postre de goya (una torta inspirada en su gatita carey-- que no escuchen el resto de felinos-- pero podríamos decir que su favorita), el Cheeseberto (inspirado en su esposo), La crema de mamá y la My Carrtot. ¿Cuál de animas a probar?

Al detalle:
  • Dirección: C. Piura 1249, Miraflores.
  • Horario: de martes a domingo de 11:30 a.m. a 9 p.m.
  • Pet friendly: sí
  • Precios: postres desde los s/ 19