Lima Focacceria, la propuesta que busca conquistar al público con este delicioso pan italiano

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Elizabeth Mogollón y Lorena Ortiz son las dueñas de este espacio, además de ser amigas. “Tenemos años de amistad, desde la época en que trabajábamos en una aerolínea. Lorena estudió en Le Cordon Bleu y es una amante de la cocina, es algo que le encanta. Siempre quisimos emprender juntas y vimos que acá en Lima siempre se están inaugurando nuevas cafeterías, pero nada especializado en algo”, recuerda Mogollón mientras organiza la barra, el corazón de la propuesta.

Así, en diciembre del año pasado se propusieron apostar por una focaccería, luego de un estudio de mercado que les permitió conocer mejor sus posibilidades, lo que se complementó con algo que ambas disfrutan comer: un buen pan. “Durante un mes, de la mano de un panadero argentino, estuvimos probando y probando la receta para lograr la focaccia perfecta para lo que queremos. Usualmente pueden ser muy crocantes y demasiado aireadas, nosotras quisimos algo un poco más compacto, que se preste para rellenar de forma contundente como solemos hacer”, explica Ortiz.

En total, trabajaron cinco meses de forma constante para lograr una marca fuerte y con una carta aprobada no solo por sus paladares, sino también por el de otros comensales y posibles clientes. “Tuvimos que hacer varias pruebas, porque queríamos utilizar los mejores ingredientes, conseguir sabores precisos y crear una receta de focaccia perfecta para construir sánguches que se puedan tostar. Con las semanas lo fuimos logrando, pero sabemos que todavía hay espacio para mejorar y crecer”, afirma Mogollón.

La propuesta es simple y deliciosa: en una barra impecable se encuentran diversos ingredientes perfectos para rellenar una contundente focaccia. Desde verduras como zanahoria, pimientos asados o pepino, hasta cortes fríos como roastbeef o bondiola braseada. No pueden faltar los quesos, las salsas caseras o las bases cremosas. Para los indecisos, cuentan con una carta con ocho opciones establecidas, que exploran distintos perfiles de sabores y aprovechan la gran variedad que ofrecen.

Esta idea está inspirada en las tiendas que ofrecen focaccia rellena de embutidos, quesos, cortes fríos, verduras y salsas en Italia y otros países de Europa, pero siempre tomaron en cuenta el gusto del cliente local. “Esto aplica en dos momentos. Primero, porque entendimos que implementar un salón para comer aquí era una buena idea según los gustos de los comensales. Y, segundo, porque quienes vienen siempre nos recomiendan sus combinaciones y las anotamos, en caso podamos agregarla a la carta o darle un toque diferente”, explica Ortiz, encargada de las recetas y producción.

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Nuestra experiencia

El favorito de la carta (y también el nuestro) es el de bondiola glaseada. Esta deliciosa carne de cerdo cortada se combina con una reducción de vino blanco y mermelada de sauco que le da toques ácidos y dulces, que combinan a la perfección con la frescura de la arúgula, la textura del queso derretido y el sabor del alioli casero. El pan es una versión más contundente de una focaccia, sin dejar de ser suave y esponjosa. La preparación -que lleva aproximadamente dos días- incluye en crear una miga consistente y un exterior ligeramente crocante, que se perfecciona con el toque de tostado que se le da una vez armado el sánguche.

Una versión más ligera pero no menos deliciosa es la caprese, que combina pesto como la base y lo sirve con queso mozzarella y tomates confitados. Una recomendación es agregar un toque de pimientos asados a este bocado, que termina por elevarlo por completo.

Una de las versiones que preparamos gracias a la sección “Crea tu focaccia” combina jamón de pierna, queso gouda, mostaza especial, pimientos asados, cebolla caramelizada y arúgula. Para quienes lo prefieren, ofrecen un aceite picantito en su punto, ideal para hacerlo más interesante sin quitar protagonismo a los otros sabores.

El dulce no puede faltar en una buena visita y Lima Focaccería ofrece profiteroles, tiramisú y una tarta de queso por la que volveremos de todas maneras. Es suave, cremosa, baja en dulzor y con el punto perfecto de acidez característico de este postre.

Ya sea para un desayuno contundente, un almuerzo rápido o un bocado para compartir, las focaccias que ofrece esta propuesta son ideales para todo tipo de comensal. Vale la pena disfrutar sus recomendaciones o, quizás, aventurarse a combinar sabores inesperados. ¿Por cuál se anima?