Pierina Denegri Davies

Un feriado parece ser cosa seria en la Panadería Nazarenas. Cientos (¿o miles?) de personas deciden utilizar parte del día de descanso en saciar un antojo muy acorde al mes: el de turrón de Doña Pepa. Y qué mejor que hacerlo en un lugar con más de 70 años de historia ofreciendo este dulce bocado clásico de la repostería limeña. Así, la familia Arakaki, quienes están detrás del visitado negocio, debe trabajar en una operación casi milimétrica para lograr atender a todos los visitantes.