Estacionar con las ruedas del auto rectas previene accidentes y averías: ¿por qué?

A la hora de estacionar un auto, en cualquiera de las formas de hacerlo, se requieren de maniobras con la dirección y la marcha para ubicar de forma correcta el vehículo. Para que la maniobra quede perfecta, las ruedas deben ubicarse de forma recta para evitar accidentes.

Las ruedas delanteras tienen que quedar alineadas con las traseras. En caso contrario, se puede invadir la acera al desplazarse hacia a uno de los lados si se impacta por accidente al vehículo ubicado en la parte posterior. Esto puede ocasionar considerables daños.

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A la vez, estacionarse cerca de la calzada con las ruedas giradas, estas sobresalen unos centímetros de la carrocería. Esto puede provocar que sean chocadas por otro vehículo en movimiento en calles estrechas, explica el sitio especializado El Motor.

Un golpe en las ruedas en las circunstancias antes mencionadas puede provocar daños en el neumático, la llanta y hasta en el mismo sistema de dirección. Por eso, las ruedas bien alineadas preservan la integridad de la unidad.

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Por otro lado, un correcto estacionamiento evita esfuerzos innecesarios en parado a la amortiguación y al circuito hidráulico de la dirección. Arrancar con las ruedas giradas somete a l bomba del sistema un trabajo extra que podría dañar alguno de sus componentes.

También sucede lo mismo con los fuelles o guardapolvos de caucho, los mismos que tienen la función de proteger la transmisión. Padecerán más de lo normal al estar en una posición forzada, lo que acelerará su desgaste.

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La única excepción es cuando se es aparca en una pendiente muy pronunciada. En este caso, se recomienda girar la dirección hacia la acera y engranar una marcha para evitar que el auto se pueda desplazar en caso falle el freno de estacionamiento.