Llegó el episodio que era infaltable en cada temporada de “Game of Thrones”, donde se exponen las tramas que, se supone, sustentarán los conflictos principales. Lo que sea que ocurra de ahora en adelante en “House of the Dragon”, el tercer episodio de la primera temporada será el principal referente. No porque esté bien narrado, por sus diálogos o pericia técnica. Lo será porque plantea las tramas de forma tan perezosa que sería imposible no comprenderlas.
A continuación, SPOILERS de “House of the Dragon” 1x03, “Second of His Name”:
MIRA: “House of the Dragon” nos recuerda que el amor es la muerte del deber | CRÍTICA
Tres años después de anunciar su matrimonio con Alicent Hightower, el rey Viserys I se prepara a celebrar el cumpleaños de su primogénito, Aegon II. La existencia del niño causa dudas en la princesa Rhaenyra, que siente tambalear su posición como heredera. Mientras tanto, en el archipiélago de Stepstones se vive un conflicto que no termina, pues Daemon Targaryen, a pesar de contar con dragones bajo su mando, todavía no pone fin a las tácticas del pirata Crabfeeder.
La cacería
Una reunión de lords para celebrar el cumpleaños del bebé Aegon II es la excusa ideal para presentar a miembros de casas grandes que jugarán un rol en el futuro. Allí están las menciones a los hermanos de la casa Strong y la aparición de uno de ellos, el discapacitado Larys ‘Clubfoot’ Strong (Matthew Needham), los gemelos Jason y Tyland Lannister, el mismo Hobert Hightower (Steffan Rhodri), hermano de Otto Hightower. Con tanta gente de intereses opuestos, se espera por lo menos un poco de conflicto. El episodio va por allí cuando una irritada Rhaenyra (Milly Alcock) comprueba las artes de seducción por Jason Lannister (Jefferson Hall); quien tiene la sutileza de una alabarda. Ella no estuvo gratamente impresionada.
Este desastroso cortejo desemboca en una conversación, también infructuosa, entre la princesa y su padre. A Rhaenyra se le exige un matrimonio beneficioso para la corona, algo en lo que ella no está de acuerdo. Adicionalmente, a sus oídos llegaron las informadas suposiciones de la nobleza: es muy probable que Aegon II sea el heredero de la corona y no ella. La indignada Rhaenyra toma un caballo y se va, berrinche que desemboca en un par de escenas donde la vemos junto al caballero de la Guardia Real Criston Cole (Fabien Frankel), un vínculo que, si la serie sigue la obra original, tendrá consecuencias para todo el reino.
Las cosas son difíciles para Rhaenyra, pero también lo son para el rey. Viserys I (Paddy Considine) no solo tiene que resolver problemas en los Stepstones, sino también enfrentarse a los rumores antes mencionados; pone en su sitio al imprudente Jason, que no tiene nada de lo que hará famoso a su descendiente, Tywin Lannister. Un rey no puede abrir la boca sin pensar dos o tres veces en los efectos de sus palabras, de ahí que sea vital para la trama alcoholizarlo para que, recién bajo el efecto del vino, revele sus pensamientos a su esposa, Alicent (Emily Carey); situación que a su vez es otro tópico conocido. Si bien el rey niega los rumores frente a su hija, tiene dudas que sí mostró frente a la joven reina Alicent. Ella, que sigue las órdenes de su padre, no olvidará tal conversación fácilmente.
La guerra
Recién en el acto final del episodio las cosas dejan de ser tan evidentes, para beneficio del espectador. Cuando vemos al príncipe Daemon (Matt Smith) en plena guerra contra los piratas del Crabfeeder, hay más de lo que se aprecia a simple vista. Las cosas no se apaciguan con la noticia de que el rey Viserys enviará ayuda, sino todo lo contrario. Damon Targaryen golpea con tanta furia al mensajero que cualquier diría que la carta remitida por su hermano es para pedirle que se retire del conflicto, incluso aparecen en pantalla soldados dolidos; como si creyeran que han sido abandonados a su suerte. Todo lo contrario: Viserys enviará tropas.
Pero el orgullo de Daemon es tal que no necesita ayuda y por eso mismo las tropas Velaryon hacen bien en tener miedo. Sin esperar los refuerzos, Daemon pasa a ser carnada para que el Crabfeeder y sus hombres salgan de su escondite en las cuevas. Una trampa, por supuesto, ya que no mucho después la infantería Velaryion aparece en tierra y, en los cielos, Laenor Velaryion (John MacMillan) ataca a lomo de dragón. Tema aparte: el joven, sin saberlo, ha sido sugerido como posible consorte de la princesa heredera.
No mucho después, el Crabfeeder aparece muerto a manos de Daemon, pero en el rostro del príncipe no hay júbilo por la victoria. El mejor personaje de la serie no tiene poder y busca, por cualquier medio, conseguirlo. Todo el fuego y la sangre son accesorios, pues el acto tiene un protagonista clave y es el príncipe dragón. La toma final, de su rostro ensangrentado e inescrutable dice más que cualquier escena de acción. Al menos en elegir a este actor la serie acertó completamente.
Calificación
3 estrellas de 5
Puedes ver nuevos episodios de “House of the Dragon” todos los domingos a las 8 p.m. por la app HBO Max y los canales de cable HBO (DirecTV, Movistar, etc).
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