Nora Sugobono

De un tiempo a esta parte, son cada vez más los cocineros y empresarios que apuestan por zonas en potencial crecimiento gastronómico —ubicadas en distritos con alto tránsito— para ofrecer experiencias únicas, fuera de lo habitual. En el caso específico de San Isidro, no podemos perdernos lo que está pasando alrededor de Canaval y Moreyra, y las calles cercanas. La gran acogida de formatos como Buche —por ejemplo—, con una cocina de autor sólida y un menú diferenciado, nos demuestra que hay un público con ganas de descubrir novedades. Que está dispuesto a salir de las rutas recurrentes para probar menús con estilo, sazón y un ingrediente que no puede faltar: el factor sorpresa.

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Llegamos a Portuaria cumpliendo dos requisitos necesarios cuando se trata de comida marina: curiosidad y buen apetito. Es la hora del almuerzo de un día entresemana, y el comedor principal está repleto. Afuera, una terraza se presta idónea para una comida veraniega. En el segundo piso del restaurante, sin embargo, varios espacios privados están disponibles para una comida más sosegada (una forma elegante de decir que será larga la estadía: probaremos lo máximo que se pueda) y es en uno de ellos donde nos disponemos a conocer este concepto.

Generoso arroz norteño: Arroz verde con todos los sabores del norte, acompañado por un filete de pescado bañado en salsa de mariscos.
Generoso arroz norteño: Arroz verde con todos los sabores del norte, acompañado por un filete de pescado bañado en salsa de mariscos.

El restaurante marino anteriormente tuvo sedes en la playa Santa María y en una zona comercial de Miraflores. De ahí que la carta haya sido pensada para todo tipo de público: por un lado, está el que busca una comida rica, pero dispone de menos tiempo; por otro, está el que elige pasar la tarde entregado a probar langostas, conchas negras y otras delicias que aparecen en varios platos del menú, con la disposición de dejarse guiar por los expertos, conocedores de la pesca del día.

Contundente sánguche de pejerrey, uno de los favoritos de la pizarra de desayunos. a la izquierda, langosta norteña a la parrilla, con su toque de ajos y limón.
Contundente sánguche de pejerrey, uno de los favoritos de la pizarra de desayunos. a la izquierda, langosta norteña a la parrilla, con su toque de ajos y limón.

Detrás del formato está el empresario Carlomagno Chacón y delante de la cocina encontramos al chef Jesús Ruiz, quien creció entre cebiches, parihuelas y arroces, y hoy está al frente de Portuaria. Basta con revisar la carta para confirmar que hay creatividad, buen uso del producto y equilibrio en los precios. Algo que se aprecia en una Lima cada vez más cara.

El restaurante abre sus puertas de lunes a domingo, desde temprano (para los desayunos) hasta la noche. Cada horario tiene su encanto: dependerá de lo que se nos antoje probar. //

Además…
Una mesa para todos los días

La comida más importante

Pocos desayunos son tan antojables como uno de inspiración marina. En Portuaria, tienen panes contundentes y sabrosos para empezar la jornada, como su pan con pejerrey crocante y salsa criolla, pan con tortilla de langostinos y queso parmesano (se sirve con chalaquita y leche de tigre), y pan con huevera crocante. Los desayunos están disponibles de lunes a domingo, desde las 8 de la mañana. 

Un brindis en el sunset

Al terminar el horario de oficina, son muchos a los que les provoca juntarse para brindar y probar algo rico. En Portuaria, tienen un ‘after office’ de miércoles a viernes (de 5 a 10 p.m.) con ofertas de cócteles.


Dirección: Calle Mariano de los Santos 192, San Isidro. 940 624 673. @portuaria.pe

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