Hace dos noches, Flor M. Salvador empezó a transmitir en vivo desde su cuenta de Instagram. Estaba en su hotel aquí en Lima, agotada de firmar tantos libros en lo que se ha convertido su primera gira como autora. No había pasado el minuto y ya tenía 5.959 personas conectadas con ella, todas expectantes por saber qué es lo que iba decir o hacer. Casi todas adolescentes y jóvenes. Al Perú ha llegado para promocionar Silence, su última novela juvenil publicada en físico. La salvedad se hace puesto que su trabajo se dio a conocer con historias previas que había ‘subido’ a la plataforma digital de lectura y escritura Wattpad, favorito soporte en línea de las nuevas generaciones. Lo que no esperaba la escritora mexicana de 22 años es evidenciar en persona el fenómeno en que ella misma se ha convertido. Gente en carpas pernoctando fuera de librerías o formando colas interminables esperando su rúbrica en alguna copia e, incluso, una trifulca en pos de verla que afortunadamente no se convirtió en tragedia.
Los medios tomaron cuenta de la presencia de Flor en el país luego que se suscitara un hecho lamentable el 18 de septiembre en la Sexta Feria Metropolitana del Libro Lima Lee. Decenas de jóvenes se reunieron fuera del Parque de la Exposición exigiendo entrar para conocerla rompiendo los protocolos de bioseguridad. Aunque se registraron heridos, ninguno fue de gravedad. Durante aquel live, de hecho, la autora pidió disculpas por lo sucedido, aunque no le correspondía hacerlo. Y para evitar incidentes posteriores, se suspendieron algunas firmas en dos librerías SBS. En otros puntos, con la seguridad robustecida, continúan hasta el sábado.
Mientras, Flor sigue poniéndose curita tras curita en el dedo para evitar le salgan más ampollas por el uso frenético del lapicero al autografiar ejemplares. En medio de una agenda complicada, ella se tomó 20 minutos para hablar con Somos sobre su vida. De la pasada y la presente.
¿Cuán complicado es para ti, con solo 22 años a cuestas, lidiar con la enorme celebridad que tienes en este momento?
Yo vengo de una isla pequeñita, entonces no es que me reconozcan mucho ahí. Es muy tranquilo. En las redes sociales sí, ahí la cuestión es más intensa. Y recién siento que he pasado de una realidad a otra ahora con esta gira para firmar mis libros impresos. Es como surreal.
¿Es la primera vez que sales de tu país?
La primera. Es decir, antes de venir a Lima estuvimos en Guayaquil. Pero estas son las primeras veces que visito ferias y firmo una cantidad muy grande de libros. En Ecuador pensamos que iban a llegar 200 personas y aparecieron como 1.500. Aquí en Perú está pasando algo similar. Creo que aún no caigo bien en cuenta esto que me está pasando.
Tienes ya unos días en Lima. El sábado ocurrió esta lamentable situación en la Feria Metropolitana del Libro que afortunadamente no llegó a mayores. ¿Cómo te sientes hoy?
Al principio estuve muy preocupada por lo que pasó el sábado, pero luego, cuando me comunicaron cómo estaban algunas personas (heridas), ya me quedé tranquila. Nosotros seguimos con las firmas, pero veo cambios importantes en las presentaciones. Hay mucha más seguridad y orden.
La temática y el estilo con el que escribes han sido catalogados de diversas formas. ¿Cuál consideras tú que es la más adecuada para definir tu obra y tu público?
Mira, escribo mucho para mí. La mayoría de las historias que hago parten de lo que me gustaría leer o que ocurra en la vida real. Y eso es lo que aconsejo a quienes escriben. A mí me gustan mucho las novelas juveniles sobre romances, romances que a veces devienen en algo triste. Eso parece estar coincidiendo con el gusto de muchos.
Has dicho que además de ser escritora, eres lectora. ¿Qué autores o libros te han nutrido?
Soy muy fan de la saga de Harry Potter. J.K. Rowling es mi autora favorita. Lo mismo me pasa con los relatos de Percy Jackson. Todos estos mundos de fantasía me encantan. Y se diferencian, claro, de lo que yo escribo que son novelas juveniles.
¿Se te ha ocurrido cruzar esa frontera y crear más mundo fantásticos?
Sí. Está entre los proyectos que tengo en el futuro.
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Dices que vives en una isla, entiendo que en el estado de Campeche. ¿Cómo es?
La isla es súper chica, pero muy bonita. Hay demasiado calor, un promedio de 38 grados. Así que ya te imaginarás, el frío aquí para mí es sorprendente. Cuando llegue pensé que no iba a aguantar una semana (ríe). Me gusta mucho mi isla, llevo 22 años ahí.
Contaste en redes sociales que por tu trabajo has podido ya comprarte un departamento.
Sí, quería mi espacio. Y de hecho fue una conversación larga con mi mamá (doña Mirna) porque no quería que me fuera. Lo que sucede es que mi papá falleció el año pasado, entonces somos las tres junto a mi hermana menor (Daniela). No quería que la dejara y me permitió construir el segundo piso. Obviamente no tenía la intención de alejarme de ella, solo necesitaba estar sola a veces.
La pérdida de tu padre, entonces, las unió más.
Sí, mucho. De hecho, el que yo haya dejado el país fue súper difícil. Ella tenía mucho miedo, pero le expliqué que era probable que esto de salir de gira iba a ocurrir más a menudo, así que teníamos que ir acostumbrándonos. Había viajado dentro de la república, pero fuera del país es la primera vez. Me pidió que no viniera sola, así que está conmigo mi novio.
Además de ese lamentable hecho, ¿qué otro cambio grande te supuso la pandemia?
Diría que dejar la Escuela de Medicina. Estaba en cuarto año y ya debía asistir a cursos prácticos, pero no pude con la virtualidad…
¿Retomarías la carrera con todo lo que te está pasando?
Es lo que estoy pensado, realmente (ríe).
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¿Y qué haces cuando no escribes?
Me gusta salir y pasear en coche mientras canto. Mi novio maneja y yo canto a todo pulmón. Me relaja mucho. También compartir con mis primos. Por lo demás, bueno, no me gusta la paya (ríe). Detesto la playa con todo mi corazón. Mi mamá y mi hermana siempre me insisten para ir y termino yendo para acompañarlas, pero no me gusta. El agua salada me pica mucho luego… (ríe).
Eres una autora exitosa hoy. ¿Cuáles son tus metas a mediano plazo?
Seguir escribiendo y publicando libros en físico. Quisiera incursionar en el thriller psicológico, pero me está costando mucho…Y, bueno, donde vivo hay una casa de la cultura donde se enseña arte, ballet. Tal vez podría aportar promoviendo la literatura en los jóvenes. Eso me interesa bastante.
¿Te han propuesto que alguno de tus libros se convierta en un guion de cine?
Me lo han propuesto, sí. Pero esto es algo que no puedo aceptar a la ligera, en la decisión se involucran más personas. Puedo decir que hay una probabilidad, pero hasta ahora nada confirmado.//
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