El Boeing 737 que no vuela: fue convertido en un impresionante hotel de lujo frente al mar

Las compañías fabricantes de aviones suelen emplear, al construir sus naves, piezas de modelos antiguos en desuso para aminorar costos. Pero una empresa ha ido más allá y ha reciclado una aeronave completa, aunque no precisamente para hacerlo volar, sino para construir un hotel de lujo.

Se trata del Private Jet Villa by Hanging Gardens, una villa construida con los restos de un Boeing 737 retirado, ubicada en un acantilado de la costa Nyang Nyang de Bali, en Indonesia.

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El vehículo formaba parte de la flota de Mandala Airlines que cerró definitivamente en 2014. Gran parte de sus aviones pasaron a manos de la aerolínea TigerAir, pero en 2021, el destino de Boeing 737 fue muy distinto al esperado al ser comprado por el empresario ruso Felix Demin, propietario de la cadena hotelera Bubble Hotel Bali.

“Incluso antes de comprarlo, pensé que era posible convertirlo en algún tipo de objeto único, y decidí concentrarme en crear una villa”, afirma, antes de explicar que solo durante la búsqueda encontró una veintena de aviones similares repartidos por Indonesia.

Al final, Denim se decidió por un Boeing 737 que había comprado un inversor indonesio y aceptó adquirirlo.

Sin embargo, transportar el avión desde su ubicación en Bali hasta un acantilado a varios kilómetros de distancia no fue tarea fácil.

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“Tuvimos que desmontarlo tras consultar con el equipo de Boeing”, explica. “Aflojamos 50.000 tornillos”.

El equipo responsable de la transformación necesitó una semana para llevar la aeronave de 40 metros de largo y 41.140 kilogramos hasta el borde del acantilado. Tuvo que ser desmantelado y vuelto a montar en el lugar elegido antes de que pudiera comenzar la renovación del hotel de lujo.

¿Cómo es el Private Jet Villa?

Atrás quedaron los 189 asientos habituales del avión y otros equipos, reemplazados por una cama que, entre otras cosas, se extiende casi por todo el ancho del avión. También hay un salón en el interior donde se puede comer y beber un cóctel mientras se mira por una de las ventanas ovaladas del avión.

El parabrisas que permitía a los pilotos ver la trayectoria de vuelo del avión es ahora una ventana espectacular para ver la belleza natural de Bali desde el interior del jacuzzi de diseño. Según la información de la reserva, tiene dos habitaciones, una cama queen, dos baños, cocina con microondas.

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Visto desde el lado del plano, hay una terraza de vidrio abierta para fiestas, que conduce por las escaleras inferiores a la piscina, que se eleva sobre el acantilado hacia el mar. Gracias a todas estas características y características estructurales, esta villa pertenece a la categoría de cinco estrellas.

Como puede suponerse, pasar una estadía en este llamativo establecimiento no está al alcance de todos, ya que la noche cuesta desde US$ 7.300. La reserva se hace a través de la web de viajes Expedia.

Sensación en las redes sociales

Este proyecto único ha recibido mucha atención en las redes sociales desde su lanzamiento, lo que ha dado lugar a algunos eventos locales bastante inusuales.

“El otro día vi una cerca rota y 150 personas sentadas en nuestro avión”, dijo Deming, antes de describir cómo el parapente saltó del ala del avión.

Si bien el empresario enfatizó que el avión se había sometido a varios controles de seguridad, su ubicación insegura, así como varias imágenes compartidas de personas influyentes cruzando las alas del avión o colgando las piernas fuera de las puertas del avión, generaron rechazo.