Nigeria, el país más poblado de África y con una tasa de inoculación contra la covid de apenas 5%, destruyó el miércoles más de un millón de dosis de la vacuna AstraZeneca.
La destrucción del producto sucedió más de una semana después de que las autoridades afirmaran que algunas de las dosis de la vacuna donadas por los países ricos occidentales tenían apenas unas pocas semanas más de caducidad.
Funcionarios de sanidad del gobierno y periodistas observaron cómo los camiones cargando miles de cajas con las ampolletas de la vacuna las arrojaban en un vertedero en las afueras de la capital Abuya, para luego ser aplastadas y enterradas por un buldócer.
El gobierno dijo haber tomado la medida para asegurar a un público desconfiado de la inoculación que no estarían utilizando las vacunas vencidas.
"Hemos retirado con éxito 1.066.214 dosis de vacunas AstraZeneca expiradas. Hemos mantenido nuestra promesa de ser transparentes con los nigerianos", declaró Faisal Shuaib, director ejecutivo de la Agencia Nacional de Desarrollo de Cuidados de Salud Primaria.
En entrevista con la BBC, el ex primer ministro de Reino Unido, Gordon Brown, catalogó el fracaso de la distribución de vacunas a países más pobres como "una mancha en nuestra alma global".
El Ministerio de Salud de Nigeria dijo que algunas de las vacunas donadas le fueron entregadas próximas a su fecha de vencimiento, lo que planteaba serios desafíos logísticos, con tiempo limitado para distribuirlas y administrarlas.
Además, debido a que las vacunas pueden llegar una tras otra, ocasionalmente surgieron cuellos de botella, agregó.
La OMS y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de África pidieron un cambio en la forma en que se realizan las donaciones, para permitir que los países puedan preparar su distribución y evitar el desperdicio.
En Nigeria, aproximadamente una de cada 20 personas ha recibido una vacuna contra el coronavirus. En Etiopía la tasa de vacunación es apenas del 8%.
Sólo uno de cada cuatro trabajadores de la salud africanos se ha vacunado.
Algunos expertos han vinculado el surgimiento de las nuevas variantes como ómicron a las bajas tasas de vacunación.