Cada año, cerca de un millón de personas esperan por un trasplante de órgano, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), pero solo se realizan 120.000 operaciones. Ante ese panorama, las alternativas para sustituir las funciones de órganos como el corazón se han incrementado en el mundo.
Hace poco llegó al Perú un corazón artificial interno único en su tipo. Este sistema de asistencia ventricular, denominado HeartWare, sustituye las funciones del corazón mientras se espera un trasplante.
Los pacientes que necesitan este tipo de trasplante sufren de insuficiencia cardíaca crónica, un mal que hace que el corazón deje de circular la sangre por el cuerpo con la fuerza necesaria. Esto provoca severos problemas secundarios. Al no responder a ningún tratamiento, los afectados solo tienen la opción de esperar un nuevo corazón. Es por eso que los que no llegan a conseguir un donante tienen esta nueva oportunidad.
“Antes solo se tenían los corazones externos, que podían funcionar por un máximo de 45 días, luego de este tiempo ya no había otra alternativa. Pero con el corazón interno, el paciente puede hacer su vida normal sin estar conectado a una gran máquina”, explicó a El Comercio Walter Mogrovejo, director médico de la Clínica Instituto Neuro Cardiovascular de las Américas (INCA).
El dispositivo se coloca en un orificio que se hace en la punta del corazón. Este succiona la sangre gracias a una bomba, para luego recircularla ya oxigenada a través de un tubo conectado a la arteria aorta, que distribuye la sangre hacia el cerebro y los pulmones. Además, cuenta con un monitor externo que muestra información importante, como la velocidad de giro de la bomba, la cantidad de sangre que circula y el estado de la batería.
Este corazón artificial, que se conecta a un juego de baterías externas que duran aproximadamente un día, es silencioso y se han registrado casos de personas que han vivido con él más de 12 años.
“Con este corazón interno se reduce considerablemente la cantidad de fármacos que usa el paciente. Además, el procedimiento para colocarlo es poco invasivo y requiere solo unos días de recuperación”, indica Mogrovejo.
Luego de 48 horas de la intervención quirúrgica, los pacientes pueden realizar sus actividades normales, pero deben pasar 20 días de entrenamiento en un hospital o clínica. Allí se les enseña el uso de las baterías, el mantenimiento de los componentes y la forma de aseo, pues “de eso depende su vida”, explica Mogrovejo.
Actualmente, un grupo de pacientes peruanos son evaluados para recibir este nuevo corazón artificial interno. Según el experto, primero se debe corroborar que no hay ninguna otra alternativa médica para los afectados.
Alternativa
El dispositivo médico se utiliza en pacientes que no responden a ningún tipo de tratamiento.
Tecnología médica
El HeartWare no es el único corazón sustituto disponible. También se encuentra el corazón bioprotésico de Carmat, que ha presentado fallas de funcionamiento.
Este mes, el tercer paciente que vivía con un implante Carmat murió tras ser operado en abril. Según la compañía que fabrica el aparato, esta muerte no está relacionada con fallas técnicas, como sucedió con los dos casos anteriores.
El primer paciente fue trasplantado en diciembre del 2013 y murió 74 días después de la operación, tenía 76 años; el segundo, de 69 años, falleció el pasado mayo, nueve meses después de la intervención.