Yerson Collave García

Muchas de las preguntas que teníamos sobre el al inicio de la pandemia se han ido resolviendo con el pasar de los meses. Hoy, dos años después de los primeros casos en China, diversos países ya vacunan a su población y afrontan nuevas olas, pero ahora con nuevas herramientas para hacerle frente al virus.

Gracias a la ciencia hemos conocido, por ejemplo, cuáles son las poblaciones en mayor riesgo, lo importante que son las vacunas para salvar vidas y evitar la saturación del sistema de salud y cómo se transmite el SARS-CoV-2. Además, nuevos tratamientos están siendo aprobados.

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Aunque durante los últimos meses del 2021 los casos y fallecimientos por COVID-19 se habían mantenido bajos, el Ministro de Salud informó este martes que en las últimas semanas del año se ha registrado un incremento de casos importante, lo que confirma el inicio de la tercera ola de la pandemia. Una muestra de ello es que en la última semana del diciembre, los casos pasaron de 11.766 a 14.688.

“La presencia de la tercera ola [en el país] es parte de un fenómeno internacional. Hemos visto en distintos países en el mundo, que tienen sustanciales incrementos de casos covid, más ahora con la variante ómicron, que tiene una capacidad de reproducción y contagio mayor que las variantes que hasta ahora conocíamos”, dijo en conferencia de prensa.

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En esta nota, resumimos lo que sabemos sobre la enfermedad hasta el momento:

Conocemos cómo se transmite el virus

Las gotículas y aerosoles que flotan en el aire pueden transmitir el virus. (GETTY)
Las gotículas y aerosoles que flotan en el aire pueden transmitir el virus. (GETTY)

A inicios de la pandemia, el foco estaba puesto en la transmisión a través de superficies y gotículas respiratorias que las personas expulsan al toser o estornudar. Por ello, se recomendó la distancia social y el uso de mascarillas, ya que estas no podían viajar más allá de los dos metros, y el peligro se reducía considerablemente si se utilizaba mascarilla.

Con el paso de los meses, los investigadores analizaron brotes que no podían explicarse solo por estos elementos. Entonces, la transmisión aérea surgió como una posibilidad. Los aerosoles, pequeñas partículas expulsadas al hablar que se quedan en el ambiente inmediato de la persona infectada, fueron señaladas como las responsables, y luego cada vez más evidencia apuntó a que este era un vehículo importante de contagio. Los expertos pedían darle la debida importancia.

Ahora, entes como los Centros para el Control y la Prevención de las Enfermedades de los EE.UU. : “El COVID-19 se propaga cuando una persona infectada exhala gotitas y partículas respiratorias muy pequeñas que contienen el virus”. La OMS hizo lo propio luego de que más de 200 científicos instaran a la institución a darle la importancia debida a esta vía de transmisión.

De este modo, al uso de mascarillas, distancia social e higiene, se sumó la importancia de la ventilación de espacios cerrados para evitar que los aerosoles se concentren en un lugar y puedan infectar a las personas.

“Los controles ambientales y técnicos resultan fundamentales para reducir la concentración de aerosoles respiratorios infecciosos (es decir, núcleos de gotículas respiratorias) presentes en el aire y la contaminación de las superficies y los objetos”, la OMS respecto a la prevención del contagio.

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Ya tenemos vacunas

Personal sanitario prepara una dosis de la vacuna Pfizer / BioNTech contra el coronavirus COVID-19 en una escuela privada en Quito el 13 de septiembre de 2021. (RODRIGO BUENDIA / AFP).
Personal sanitario prepara una dosis de la vacuna Pfizer / BioNTech contra el coronavirus COVID-19 en una escuela privada en Quito el 13 de septiembre de 2021. (RODRIGO BUENDIA / AFP).

Una de las frases más repetidas en los últimos meses es que las vacunas salvan vidas. Y este es un hecho que se conocía desde hace décadas, pero que cobró mayor sentido durante la pandemia de COVID-19.

Desde un inicio los científicos sabían que las vacunas marcarían un punto de inflexión en la crisis sanitaria, que obligó a millones de personas a quedarse en casa y que puso a los sistemas de salud en emergencia. Hoy, con varias vacunas aprobadas en el mundo, los diferentes programas de vacunación en el mundo dan muestras de que la inmunización es la más eficaz intervención en salud disponible para hacer frente al coronavirus.

En el mundo, el 58,6% de la población mundial ha recibido al menos una dosis de la vacuna COVID-19, según la plataforma One world in Data de la Universidad de Oxford. El Perú, por su parte, está sobre el promedio mundial, pues ha superado el 80% de inmunizados con dos dosis.

Los países que avanzaron más en la inmunización mostraron muy pronto que la cantidad de hospitalizados y fallecidos disminuyeron dramáticamente. Es el caso de Israel, Reino Unido y Chile, por ejemplo. Aunque el acceso es desigual, los datos muestran lo eficientes que pueden llegar a ser. Un de los CDC halló que una persona vacunada tenía 11 veces menos posibilidades de fallecer y es 10 veces menos propensa a ser hospitalizada, incluso frente a la variante Delta.

VacunaEficacia para hospitalización [frente a Delta]
Moderna95%
Pfizer80%
Johnson & Johnson60%

[Fuente: CDC]

Si bien su protección frente al contagio disminuyó debido a las variantes como Ómicron, informes de entidades como la Organización Mundial de la Salud y la Administración de Drogas y Alimentos de EE.UU (FDA) han reiterado que las vacunas actualmente disponibles siguen siendo eficaces en lo que más importa en una pandemia: prevenir muertes y hospitalizaciones. ¿Por qué? Porque de este modo no se saturan los hospitales y las personas, si llegan a tener síntomas, pueden afrontar la enfermedad en casa o con cuidados médicos no intensivos.

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Hay datos generados en el país

Pero el Perú ya cuenta con datos locales que demuestran la efectividad de las vacunas. Estudios realizados en personal de salud, quienes fueron inmunizados en primer lugar con las vacunas de Sinopharm, muestran que tuvo una efectividad de 94% para evitar fallecimientos. Esto cuando las variantes dominantes eran Lambda y Alpha, también más contagiosas que la original. Pero aún no hay data local respecto a Ómicron; sin embargo, estudios muestran que la protección se mantiene frente a las formas graves del COVID-19.

Un estudio publicado a inicios de octubre en la revista dio cuenta de los resultados de los ensayos clínicos de la vacuna de Oxford/AstraZeneca, que también se realizó en el Perú y enroló a 1.400 compatriotas. Los investigadores que la vacuna de vector viral tiene una eficacia general de 74%. Las pruebas fueron realizadas antes de la circulación de Delta y Ómicron.

Los expertos consultados por El Comercio destacan que, de cara a una tercera ola, hay que tomar en cuenta que se tiene una parte importante de la población inmunizada, sobre todo la población en mayor riesgo de COVID-19 grave, y que muchos de ellos ya están recibiendo una dosis adicional. En el grupo mayor de 60 años, la cobertura llega al 90%. Asimismo, están las personas que tienen la inmunidad natural (aquellos que tuvieron la enfermedad), lo que deja un espacio más reducido para que el virus circule. Sin embargo, como explicamos en un , ello no quiere decir que no habrá grupos en riesgo. Es posible que suceda lo que pasó en otros países: las nuevas olas serán de no vacunados. Además, como mostramos en otros informes, los jóvenes son quienes en este momento están ocupando cada vez más las unidades de cuidados intensivos.

Conocimiento de los médicos

Un paciente COVID-19 en el Hospital Sabogal Sologuren en julio de 2020. (Foto: ERNESTO BENAVIDES / AFP)
Un paciente COVID-19 en el Hospital Sabogal Sologuren en julio de 2020. (Foto: ERNESTO BENAVIDES / AFP)
/ ERNESTO BENAVIDES

Cuando surgió el coronavirus a fines del 2019, la enfermedad que causaba no tenía siquiera un nombre. Luego la OMS la llamó COVID-19. Los médicos utilizaban las herramientas que en ese momento estaban disponibles para tratar de atender a las personas que agravaban. No se contaba con tratamientos. El conocimiento sobre el manejo hospitalario de los pacientes estaba en construcción.

Ahora, luego de varias olas epidémicas, los médicos tienen un mayor conocimiento sobre aquello que funciona y lo que no. Se han descartado opciones muy populares al inicio de la pandemia, como la ivermectina e hidroxicloquina. Se conoce que el monitoreo y detección temprana del descenso en la saturación de oxígeno en sangre es clave. También se conoce que el acceso al oxígeno medicinal es fundamental, así como la correcta administración de medicamentos que han probado su eficacia como los corticoides, que solo deben ser aplicados cuando el paciente está en un ambiente hospitalario.

Alternativas de tratamiento

Roche está probando un tratamiento contra la covid-19 basado en anticuerpos monoclonales. (Foto: Getty Images)
Roche está probando un tratamiento contra la covid-19 basado en anticuerpos monoclonales. (Foto: Getty Images)

Países como el Reino Unido y Estados Unidos han aprobado terapias de emergencia. Por un lado, se encuentran los anticuerpos monoclonales para pacientes leves o moderados con riesgo de agravarse, que reducen las posibilidades de hospitalización y muerte en hasta un 70%; y, de otro lado, los antagonistas de la interleucina 6 para pacientes graves o críticos, que reducen la muerte y la necesidad de ventilación mecánica.

Se encuentran en ensayos clínicos algunas alternativas que buscan prevenir que una persona se agrave. Entre ellas las terapias desarrolladas por Merck, Pfizer y AstraZeneca. Lo fundamental, afirman los expertos consultados por este Diario, es que el país también tenga acceso a estos nuevos tratamientos.

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Esta disposición forma parte de las acciones de prevención ante una eventual tercera ola de la COVID-19, con el fin de impulsar un diagnóstico oportuno para la población.

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ACLARACIONESEste informe fue originalmente publicado el 19 de setiembre de 2021 y ha sido actualizado con información reciente a propósito del inicio de la tercera ola.