Más del 90 % de trabajadores de OpenAI, desarrolladora de ChatGPT, amenaza con renunciar tras despido de Sam Altman

La empresa tecnológica OpenAI vive unos días de locura. El viernes pasado la junta directiva despidió al hasta entonces CEO de la compañía, Sam Altman. Luego, la acción se puso en tela de juicio e incluso hubo un acercamiento para negociar la reincorporación del ejecutivo.

OpenIA revolucionó el mercado de las IA generativas con la llegada de su chatbot con inteligencia artificial ChatGPT. Sin embargo, la decisión de destitución de la cabeza de la compañía no ha sentado bien entre los trabajadores.

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En una carta difundida por diversos medios de comunicación, los más de 650 empleados —de los 700 que trabajan allí— acusaron a la junta de OpenAI de manejar mal el despido de Altman.

“Sus acciones (de la junta) han hecho evidente que es incapaz de administrar OpenAI”, se señala en el documento.

Los firmantes acusan a este organismo supervisor no solo de carecer de la competencia necesaria para realizar sus funciones, sino de haber actuado de mala fe durante las negociaciones posteriores a los cambios en la dirección.

La carta propone como solución la renuncia de todos los miembros actuales de la junta y la designación de dos nuevos directores independientes líderes, específicamente Bret Taylor y Will Hurd. También solicita la —ya complicada— reinstauración de Sam Altman y Greg Brockman en sus respectivos cargos, algo que a estas alturas parece complicado, pues ambos han confirmado un contrato con Microsoft, tras el despido, para una nueva división de IA en la empresa informática.

Microsoft, por su parte, como bien recuerda la misiva, ha asegurado puestos de trabajo para todos los empleados de OpenAI en esta nueva subsidiaria. Si no se cumplen las demandas anteriores, afirman, “daremos este paso de manera inminente”.

Este lunes, después de que se dio a conocer la noticia de la carta, Sutskever, científico en jefe de OpenAI, quien, según reportes, habría desempeñado un papel importante en el despido de Altman, publicó en X una disculpa, reconociendo su contribución a la crisis de liderazgo que parecía girar en torno a las tensiones entre Altman y la junta directiva sobre el ritmo y el alcance del desarrollo de la inteligencia artificial.