Los científicos del Instituto de Tecnología de Georgia, la Universidad John Hopkins y la Universidad de Washington han descubierto una inteligencia artificial que segmenta a las personas rigiéndose bajo estereotipos relacionados al género y color de piel.
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El robot tiene como nombre CLIP y se le dio la tarea de meter diferentes objetos en una caja.
Los objetos a ordenar eran 62. Estos tenían rostros humanos variados y, según el equipo que estuvo a cargo de inspeccionar la tarea de CLIP, el robot era incapaz de actuar sin prejuicios, pues seleccionó un 8% más a varones que a mujeres, en la cual la mayoría fueron hombres blancos y de rasgos asiáticos, mientras que ninguna mujer negra fue elegida.
Lo más perturbador de este robot es que también relacionó a la mujeres con las labores de casa mientras a los hombres negros como delincuentes. Además, seleccionó a personas de rasgos latinos como conserjes.
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Según Andrew Hundt, becario postdoctoral en Georgia Tech, “El robot ha aprendido estereotipos tóxicos a través de modelos de red neuronal defectuosos”.
Finalmente, los científicos tienen miedo a que los robots puedan “causar daños físicos irreversibles” a alguien basándose en sus rasgos físicos y estereotipos tóxicos.
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