Son las 10 de la mañana y la peña está vacía. Al centro, una foto en gran formato de “Don Pepe” Villalobos tocando el cajón destaca entre las decenas de cuadros, reconocimientos e instrumentos que adornan las paredes. Ese es el lugar que le corresponde a un cultor de lo nuestro, a un guardián de la tradición criolla y su gran amor por Lima. Y no es para menos, el famoso "Rey del Festejo", que ya se acerca a los 90 años, cuenta con la mayor producción de música afroperuana, entre ellos los clásicos "Mueve tu cucú", "Mi comadre cocoliche", y otros infaltables en cualquier jarana.
“Todo lo que hacemos en la peña lo hacemos por ese cariño entrañable que sentimos por nuestra Lima, por lo que hemos guardado de nuestros abuelos y nuestros padres y tratamos de conservarlo”, arranca "Don Pepe", respondiendo a la pregunta que leyó de mi mente.
Lo acompaña su hija Pilar, con quien dirige el Centro Cultural Musical La Casa de Pepe Villalobos, un acogedor restaurante y peña criolla en Lince; quizá el único lugar donde aún se pueda probar el chinchiví, un licor del siglo XIX que después de varios años de investigación "Don Pepe" pudo rescatar del olvido y al que dedicó su famoso tema "El negrito chinchiví". "Un trago muy sano, aunque después de cuatro vasos ya estás debajo de la mesa", comenta entre risas. Tras esa cordial bienvenida, empezamos.
Le ha dedicado casi toda su vida a la música criolla y a la tradición limeña, ¿de dónde proviene tanto cariño?
Soy hijo de limeños, provincianos por supuesto, mi madre era de Huaral y mi padre de Cañete, y yo nací, corregido y aumentado, en la Lima de Ricardo Palma. Por eso siempre sentí una predilección por Lima y tuve la gran suerte de nacer en los Barrios Altos. Lo mejor que me ha podido suceder en mi vida.
¿Y cómo es que nace en usted esta pasión por el criollismo?
Cuando yo tenía 10 o 12 años, todo los muchachos estaban entretenidos en sus juegos propios de la edad y yo estaba paradito atento a la casa de Víctor “el gancho” Arciniega escuchando cómo tocaban el cajón, cómo tocaban la guitarra. Por eso cuando me preguntan y usted qué ha estudiado, yo digo que soy egresado de la gran universidad del callejón, ahí aprendí todo, a tocar cajón, a cantar marineras, a hablar replanas, dichos y modismos limeños.
¿Cómo se celebraba el 18 de enero en la Lima de antaño?
En Lima, en los años 50, habían desfiles de carros alegóricos, salían comparsas de danzantes bailando por Lima, arrojando serpentinas, cantando valses. Se vivía mucha algarabía, había mucho entusiasmo, mucha alegría, luego la fiesta continuaba en los callejones, en las casas, con comida, guitarras, cajón y pisco.
¿Cómo se armaban esas fiestas de callejón?
En los callejones se festejaba entre todos, se reunían los vecinos y muchas veces como la gente era de tan humilde capacidad económica no tenían para solventar todo el gasto de la fiesta uno solo, entonces el vecino del 8 decía “yo puedo poner una fuente de escabeche”, otra señora decía “yo voy a poner una fuente de papa a la huancaína”, el vecino que toca la guitarra venía a tocar y así se armaba la fiesta en el callejón.
Y para los músicos criollos, ¿cómo era la actividad ese día?
Los músicos frecuentábamos los centros musicales desde la víspera y podíamos seguir hasta tres días. Íbamos a las radios donde se hacían programas especiales en vivo alusivos a Lima, por ahí pasaban poetas que creaban poesías para la fecha, decimistas, se contaban anécdotas, se cantaban valses.
Según lo que cuenta, se difundía mucho más la música criolla en ese entonces
El hecho de que nuestra música criolla tenga una representación y que forme parte de nuestra identidad se le debe en parte a la gente que tenía posición económica, ellos contrataban en sus casas a los conjuntos criollos, muchos trabajaban a diario en distintas casas, para los Graña, para los Prado, las grandes familias. De esa forma muchos músicos han podido subsistir.
Para terminar. ¿Qué valses no pueden faltar en la jarana por el aniversario de Lima?
Se ha hecho prácticamente un himno a Lima ese vals que dice “Que viva Lima, viva mi patria. Hermosa tierra de promisión…”, el compositor Manuel Raygada tuvo muy buena vista y esa canción se ha convertido en un himno representativo del día de Lima. Otra de ellas es “Lima de antaño” de Laureano Martínez.
DATO
La Casa de Pepe Villalobos ha preparado para el Aniversario de Lima una jarana a cargo de Aldair Sánchez, Willy Terry y Papeo Abán, y los Hermanos Valdelomar. Como es costumbre habrá platos criollos y gran variedad de bebidas.
Dónde: Av. Militar 2036, Lince.
Fecha y hora: Viernes 18 de enero - 9:00 p.m.
Informes y reservas: 987 562 760