La desconexión móvil, por saludable es a menudo bienvenida. Permite concentrarte, disfrutar, descansar, reflexionar. Entrena tu cuerpo y tu cerebro para esta pausa tecnológica. Sobrevivirás. Y si crees que no puedes hacerlo, aquí una pequeña lista de buenos motivos.
1. Pasar tiempo con tus hijos
Al llegar a tu casa, apaga el celular durante –por lo menos– un par de horas y dedícaselas exclusivamente a tus hijos. Durante la cena pregúntales qué hicieron durante el día, qué llamó su atención o qué les gustó más. Rumbo al colegio, y en medio del tráfico, en lugar de encender el celular para ver cuáles son las noticias del día o cuántos mails nuevos tienes en tu bandeja de entrada, aprovecha para juegos breves como contar cuántos carros rojos hay en la vía o cantar.
2. Disfrutar de las comidas
El organismo procesa mejor lo que se ingiere sin prisas ni angustias. Si apagas el celular a la hora de almorzar, serás más consciente de lo que comes, podrás oler, observar, saborear y masticar. Evitarás elegir el mismo plato siempre, podrás conversar con tu compañero de almuerzo y hacer que este momento sea un verdadero descanso en tu rutina diaria. Convierte este en un hábito saludable.
3. Ir al cine o al teatro
El término de tu jornada laboral puede ser el momento ideal para descansar del celular y dedicar algunas horas al buen ocio. Ir al cine o al teatro a la vez que te entretienen y te relajan, requieren tu completa atención. Esas horas sin conexión te ayudarán a concentrarte y enriquecerte. Además, estos espacios propician la creación de nuevas ideas y te regalan más motivos para mantener apagado tu teléfono móvil.
4. Practicar deporte
Realizar alguna actividad física nos brinda muchos beneficios para la salud, más aun si lo hacemos sin distracciones, pues así podemos enfocarnos en nuestros objetivos. Regálate 40 minutos o una hora al día para reflexionar: aclara tus pensamientos, ejercita tu memoria, organízate mentalmente, planea una sorpresa para tu pareja o piensa qué les cocinarás a tus hijos.