Es posible que desde el 2020, año en el que la COVID-19 paralizó al mundo, nos mostremos más preocupados y con pensamientos que pueden llegar a abrumarnos. De hecho, según un estudio realizado por el Instituto Nacional de Salud Mental (INSM) del Ministerio de Salud (Minsa), se ha revelado que el 52.2 % de la población de Lima Metropolitana sufre de estrés de nivel moderado a severo. Esta cifra evidencia como la sobrecarga de pensamientos afectan nuestro bienestar emocional, psicológico y social. En estos tiempos, donde la cultura del ajetreo o hustle culture se inculca cada vez más en la sociedad, necesitamos más herramientas que nos ayuden a conectar con nosotros mismos y nuestras emociones. El journaling se catapulta como un útil recurso para plasmar lo que se encuentra en nuestra mente, comprender mejor dichas situaciones y analizarlas. Junto a Pamela Salcedo, psicóloga clínica y psicoterapeuta cognitivo conductual, exploramos más sobre esta técnica y sus beneficios en la salud mental.
¿Qué es el journaling?
Según la experta, el journaling es una técnica de autoconocimiento y reflexión que nos ayuda a entendernos mejor. “Al contar con una práctica que fomente un espacio personal y nos permita identificar lo que queremos, sentimos y deseamos, nos permitimos comprender mejor lo que está dentro de nosotros y, en muchos casos, también saber comunicarlo a los demás”, señala Salcedo.
Teniendo en cuenta que el estrés no se considera una enfermedad, puede derivar en un trastorno mental cuando la persona estresada comienza a desarrollar episodios de ansiedad y depresión. Ante ello, podemos poner en práctica el journaling como ejercicio terapéutico. Este consiste en registrar (de forma tangible) en una libreta o cuaderno todo aquello que nos cause preocupación, estrés y distintas emociones en general.
De acuerdo a la psicóloga y psicoterapeuta, cuando nos referimos a colocar nuestros pensamientos, deseos, miedos y esperanzas en papel, entendemos el journaling como una herramienta de autoconocimiento y conciencia de nuestras emociones, la cual intenta liberar la sobrecarga de pensamientos por la que podemos estar pasando en un momento específico.
“El journaling nos puede ayudar a calmar preocupaciones, estrés e inclusive ansiedad que pueda estar provocando las diferentes situaciones que vivimos día a día. Por otro lado, el diario clásico está más enfocado a hacer un recuento de lo que nos sucede en el día, sin la necesidad de ser tan introspectivo respecto a nuestras emociones”, apunta Salcedo. Además, a diferencia de un diario tradicional, el journaling no es algo que tenemos que escribir todos los días sino cuando deseemos hacerlo.
Tipos de journaling
Como todo en la vida, existen diferentes opciones y caminos que se adaptan mejor a nosotros. De acuerdo con Pamela Salcedo, el journaling no solo es válido para describir nuestras emociones, también podemos practicar journaling con objetivos, metas y agradecimientos.
También indica que esto nos puede ayudar mucho en la organización de nuestra vida en general. “Existen diferentes formas de plasmar la información. Hay personas que pueden hacerlo a través del dibujo o cualquier forma gráfica, que es una manera de expresar lo que sentimos acerca de algo que tal vez no podemos poner en palabras”. Lo prioritario siempre será que la persona se sienta cómoda haciendo de este journaling algo personalizado, añade Salcedo. “De pronto colocar frases o textos que hayamos leído y hayan causado cierto impacto en nosotros; así como fotos, recortes o esquemas importantes que ayuden a seguir aclarando nuestra mente”.
Beneficios del journaling
Los beneficios y ventajas de esta práctica, que cada vez cobran más relevancia entre la generación millennial y centennial, son sumamente positivos. De acuerdo a la psicóloga clínica, podemos sacar mucho provecho del journaling, herramienta que nos brinda diferentes beneficios como:
- Mejora nuestro autoconocimiento, ya que nos hace más conscientes y más reflexivos de lo que sucede en nosotros y en nuestro alrededor.
- Podemos plasmar lo que no podemos comunicar, ayudando a canalizar nuestros pensamientos y a que no se queden en nosotros en forma de preocupación.
- Al aprender a observarnos también seremos capaces de ver a los demás de modo diferente.
- Facilitaremos el orden y la organización, ayudando a la sobrecarga por la que podemos estar pasando en diferentes momentos, lo que ayuda a tener acceso a dicha información cuando lo necesite.
- Fomentaremos nuestra creatividad ya que al ser algo propio, podemos plasmar lo que deseemos y de la forma en como lo deseemos, teniendo entera libertad de hacerlo sin seguir ningún modelo externo.
Consejos para empezar a practicar el journaling
Introducir esta práctica en nuestra rutina diaria solo nos traerá beneficios. Según la especialista, para iniciar con esta técnica debemos tener en cuenta nuestras necesidades, deseos, emociones, objetivos y metas. Esto nos ayudará a conseguir un encuentro personal, a conectarnos con nuestro interior y nos permitirá no solo tener una clara visión de lo que sucede en nosotros, sino también permitirá que eso nos ayude en la aceptación de diferentes hechos de los que, tal vez, no somos tan conscientes. “Muchas veces vivimos y hacemos cosas de forma automática y por eso solemos repetir comportamientos”, indica Salcedo.