Las fiestas de fin de año pueden ser una época muy difícil para las personas que no contarán con la presencia de su hijo de ‘cuatro patas’. Para la artista Adriana Milic, por ejemplo, esta Navidad será muy diferente a todas las anteriores.
“En los días festivos celebrábamos juntas: ella siempre fue una más de la familia. Ahora, en las reuniones, se siente el vacío que dejó, pero viéndolo de otra perspectiva, nos llenó de tanto de amor y aprendizajes que eso trasciende cualquier dimensión”, reflexiona.
Para lidiar con la pérdida de su pequeña ‘Cora’, Adriana ha encontrado nuevas formas de canalizar la tristeza.
“Debido a la enfermedad de mi pequeña y lo mucho que me involucré, tuve un estilo de vida un poco caótico. Ahora he logrado llenar algunos vacíos a través del arte”, confiesa.
Al igual que ella, varias personas vivirán estas fiestas sin la presencia de sus engreídos. En ese contexto, conversamos con la psicóloga Sandra Ballón.
El duelo de una mascota no está socialmente aceptado, ¿a qué se debe esto?
Algunas personas sostienen que hay duelos más válidos que otros: existe la creencia de que, la pérdida de una mascota (perro, gato, conejo o cualquier animal), es “menos importante” que otras pérdidas.
Hay que recordar que el duelo es una respuesta natural de dolor ante la pérdida. No es una pérdida específica; por lo tanto, cualquier pérdida significativa para una persona y su duelo correspondiente, es totalmente válido y merece ser respetado y aceptado.
Felizmente, cada vez se va normalizando un poco más. Hoy más del 60% de familias peruanas tiene una mascota y, en la mayoría de casos, las consideran como parte de la familia.
¿Qué consejos le darías a una persona que está atravesando un duelo este mes y a la que le cuesta hacer su vida con normalidad?
Este mes de por sí puede ser movilizante y estar bastante cargado de exigencias acerca de cómo se deberían sentir las personas. Empezaría por decirle que las emociones que siente son totalmente válidas, así como su proceso.
Y, en caso la pérdida interfiera con diferentes ámbitos importantes en su vida, le recomendaría que busque ayuda profesional para que tenga acompañamiento psicológico en el proceso de aceptar la pérdida y resignificar lo ocurrido.
¿Cuál es el tiempo aproximado que debería durar un duelo para ser considerado saludable?
La duración es muy relativa. En algunas personas puede durar menos y en otras más, ya que influyen muchos factores.
Si nos basamos en manuales diagnósticos, en promedio podría oscilar entre los seis meses y un año. Más allá del tiempo, prefiero basarme en la persona, su contexto, su historia y su vínculo con el animal.
¿Qué vendría a ser afrontar el duelo de forma correcta?
En realidad, no existe una forma correcta de hacerlo porque es una respuesta completamente natural y adaptativa. Es un proceso muy personal y, al mismo tiempo, complejo. A grandes rasgos, le recomendaría a la persona:
- Permitirse sentir lo que sea que esté sintiendo: no reprimir ni forzar el sentirse de alguna manera. Las emociones son válidas porque nos dan información acerca de lo que nos pasa. Este punto aplica para emociones incómodas, pero también para las agradables, ya que el proceso tiene altos y bajos.
- Expresar lo que siente acerca de la pérdida: ya sea conversando con alguien de confianza o escribiendo.
- Realizar actividades que le generen bienestar para autocuidarse y también para acompañarse atravesando emociones desagradables.
- Contar con ayuda profesional para resignificar la pérdida y, finalmente, aceptarla.
Teniendo en cuenta tu experiencia con niños, ¿cómo hablar de la muerte con ellos para que puedan procesar la pérdida de su animalito?
Esto va a depender de la edad del niño y también de las creencias que tenga la familia (por ejemplo, algunas familias le dicen a sus hijos que la mascota está en el cielo). En general, es importante que se diga la verdad sobre la muerte propiamente (como mencioné, tomando en cuenta el lenguaje y la edad del niño).
Es probable que puedan ser las primeras conversaciones y experiencias relacionadas a este tema. Si bien muchos padres querrán evitar que sus hijos estén tristes, es una buena oportunidad para acompañarlos atravesando una situación difícil, resolver sus dudas, validar sus emociones, hacerles saber que están ahí para apoyarlos y contenerlos.
Poco a poco, a medida que se vaya aceptando la pérdida cada vez más, pueden hablar de la mascota y recordar los momentos agradables que pasaron en familia.
Considerando que la Navidad es una fecha que las personas viven en compañía de su familia, ¿cómo se puede sentir la presencia de la mascota en estos días?
Hay diferentes formas en las que se les puede tener presente. Por ejemplo, se puede hacer un pequeño ritual en familia o un ritual individual con el fin de recordarla: ya sea prendiendo una vela, poniendo una foto, etc. También pueden abrir un espacio para recordar anécdotas e historias que tengan juntos.
Finalmente, y eso depende de cada persona, se puede crear un detalle relacionado con la mascota. Hoy en día hay muchos emprendimientos que hacen ilustraciones u objetos que se pueden personalizar con la foto de un perro o un gato.