Johnny Bello: así comenzó la leyenda deportiva del precoz nadador peruano | FOTOS INÉDITAS

El XVIII Campeonato Sudamericano de Natación, con sede en Lima, no sería la excepción. El equipo nacional tenía la ilusión de ganar algunas pruebas con el aliento de sus hinchas. Para ello contaba con un buen equipo de ases en el agua, tanto en la rama masculina como femenina. El más joven del equipo, al lado de Rosario ‘Choco’ de Vivanco (nacieron el mismo año de 1949), era entonces el carismático Johnny Bello.

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El adolescente nadador peruano de más de 1.80 m. tenía un reto: vencer al entonces campeón de 100 metros estilo mariposa, el argentino Luis Alberto Nicolao, que había venido expresamente a Lima para llevarse todas las medallas. Bello lo tenía en la mira. Cada brazada de Nicolao lo tenía cronometrado y sabía del esfuerzo que le depararía superar el ritmo que el argentino imprimía en sus competiciones.

Primeros triunfos peruanos en la piscina del Campo de Marte

Desde el sábado 12 de marzo de 1966, no solo se vieron esforzadas pruebas de natación, de 100, 200 y 400 metros en los cuatro estilos clásicos, sino también plásticas competencias de saltos ornamentales en la recordada “Pileta Ciudad de Lima” del Campo de Marte. En esas jornadas destacaron los ornamentalistas colombianos, Diego Henao y Raúl Escobar, y los brasileños Julio Cesar Linhares Veloso y Silvia Helena Martínez.

Lo que más caracterizó a ese torneo sudamericano fue que se rompieron en él varias marcas regionales. Sudamérica se superaba a sí misma, al menos en el campo natatorio. La piscina olímpica del Campo de Marte fue testigo de cada nueva marca, en un marco de público muy joven que aprovechaba las últimas semanas de las vacaciones escolares de verano.

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Solo en las dos primeras fechas, el 12 y 13 de marzo, se batieron cinco récords sudamericanos. En ellas destacaron notoriamente la excelente nadadora brasileña Eliana Motta, bicampeona sudamericana, quien ganó las pruebas de 100 pecho y de 100 libres; la argentina Susana Peper en 200 cuatro estilos (medley); y la estrella argentina Luis Alberto Nicolao, quien obtuvo el primer lugar de los 100 m. libres.

Luego vendría la prueba de los 200 metros, estilo libre, donde Nicolao también era el favorito, casi en solitario, para los comentaristas venidos de toda la región. No contaban a nadie más. El argentino, de 22 años, era el rey absoluto de las pruebas de velocidad máxima hasta ese momento. Pero un nadador adolescente del Perú, de solo 17 años, aparecería para convertirse en su némesis, al menos en esos segundos de competición sin cuartel. Johnny Bello era tan joven, que aun los medios de prensa preferían llamarlo Juan Carlos Bello.

Aquella prueba se disputó el domingo 13 de marzo de 1966, por la noche, en el segundo día de competencias. Por la mañana, el joven peruano había ganado su serie de 200 libres con un récord nacional. Pero no le haría la noche fácil a Nicolao, a quien hizo esforzarse al máximo para poder superarlo por muy poco. Fue un duelo de verdaderos ‘delfines’, brazada contra brazada. Johnny Bello le advertía así lo que vendría más tarde.

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En esa “prueba de campanada”, Bello, el nuevo entre las figuras de la natación sudamericana, registró 2.03.9, según El Comercio, solo cinco décimas más que Nicolao (2.03.4). El reportero del diario decano indicaba que su marca era de “singular calidad para este joven nadador, que tiene por delante un brillante porvenir”. (Edición, 14/03/1966). Johnny Bello también colaboró en el cuarteto nacional, en las pruebas rápidas como el 4X100 libres, en los que obtuvieron “nuevos récords nacionales” y el tercer lugar en la final con el tiempo de 3.48.0, tras los potentes equipos de Argentina (3.46.8) y Brasil (3.47.5). Al final de esa reñidísima disputa entre Nicolao y Bello, ambos deportistas se fundieron en un emotivo abrazo.

Destacó también el equipo femenino de natación con Consuelo ‘Concho’ Changanaquí y Patricia Gonzales Vigil (campeona en los 400 m. estilo libre), pero especialmente con el aporte de otra gran nadadora, de la misma edad que Johnny Bello­: Choco de Vivanco, quien ganó, aquella noche del lunes 14 de marzo, la final de la prueba de los 200 m. estilo libre.

TODA LA GLORIA JUVENIL PARA JOHNNY BELLO

El 16 de marzo de 1960, Bello tendría otra prueba importante. En cada participación de los peruanos, el público nacional los alentaba incondicionalmente. Al grito de “Perú, Perú, Perú”, la mejor hinchada de esos años vitoreaba los nombres de los nadadores y las nadadoras. Nunca les faltó el apoyo local.

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Casi ninguna marca nacional se mantuvo. Todas fueron superadas. Lo difícil era superar a los hombres y mujeres acuáticos de las potencias sudamericanas de Brasil y Argentina. El tiempo de Bello en los 100 libres, la prueba de ese miércoles 16, fue de 56.3 segundos, quedando tercero. Pablo Sales de Brasil llegó segundo y, cómo no, el argentino Luis Alberto Nicolao en el primer lugar.

Pese a ese puesto (esperaba llegar al menos detrás del fenómeno Nicolao), Johnny Bello nunca bajó su ánimo. Por eso no sorprendió su destacadísimo cierre del jueves 17 de marzo. Esa noche, Johnny ganó la prueba de 400 metros cuatro estilos (medley), la carrera favorita del campeón Nicolao. Fue la última prueba del Campeonato Sudamericano de Natación de Lima.

El carismático nadador peruano no lo podía creer, pero lo hizo: le había ganado al imbatible, hasta ese momento, Luis Alberto Nicolao. Johnny Bello, en plena adolescencia, batió el record sudamericano de esa prueba, el cual estaba en manos del argentino con 5.10.0., y lo dejó increíblemente en 5.03.7; un tiempo sorprendente para él mismo porque el suyo en ese momento de la prueba era entonces de 5.16.5.

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Cuentan las crónicas que Nicolao empezó a sacar ligera ventaja desde la partida, con el estilo mariposa; el resto venía en una sola línea, detrás de él. Con el estilo espalda, mantuvo su ventaja, aunque ya Bello se le acercaba; en la tercera vuelta, la de pecho es donde Bello ya prácticamente lo estaba terminando de alcanzar. En el estilo libre final, casi en el remate, Bello pasó a Nicolao, para la alegría y euforia de la hinchada peruana.

“¡Perú, Perú, Perú!”, gritaban todos. Fue como una fuerza arrasadora la que se apoderó del gran Johnny Bello. Cada brazada era más fuerte, más fuerte, el peruano estaba hecho un bólido; así se fue alejando del argentino que parecía haberse agotado. La gente no esperó el resultado oficial: saltó, corrió e intentó abrazar a su ídolo. Pero el buen Johnny Bello, tras salir de la inmensa piscina, solo buscó a dos personas: su padre y su madre, que estaban pendientes de cada segundo de la competición.

Los hinchas no esperaron más y lo alzaron en hombros, dando una emocionante vuelta olímpica con el nuevo campeón sudamericano: Johnny Bello. Hasta los hinchas extranjeros lo aplaudieron, reconociendo su capacidad y talento bajo el agua. Bello consiguió en ese histórico campeonato de Lima, 6 segundos 3 décimas menos que el récord de su rival argentino. Fue, en ese instante, “el único título sudamericano masculino para el Perú desde 1964″. (Edición, 18/03/1966).

RESULTADOS FINALES Y EL CORTO FUTURO COMPETITIVO DE JOHNNY BELLO

El final del torneo dejó a Argentina como el campeón sudamericano de natación en varones; en tanto Brasil obtuvo el mismo título en damas. Perú, con el gran Johnny Bello, Ángel ‘Ñato’ Bellido, Luis Guillermo Monty, Roberto Beredson; así como Choco de Vivanco, Patty Gonzales Vigil y Concho Changanaquí, logró el tercer lugar en ambas categorías. Éramos en ese momento la tercera potencia de natación sudamericana.

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Johnny Bello había sido un niño que se divertía en el agua, pero como señalaba en el diario decano de esos días, hacía poco menos de dos años que estaba tomando en serio la natación. “Puede decirse que solo el año pasado ya comenzó a figurar y lucir las extraordinarias condiciones que tenía guardadas”. (Edición del 18/03/1966).

Luego, el genial Johnny Bello viajó a Estados Unidos, país donde integró el equipo de la Universidad de Michigan, donde estudiaba. Conoció en esos lares a figuras mundiales de la natación del futuro, como a un joven Mark Spitz.

Bello intervino en dos olimpiadas: México, 1968 y Münich, 1972. Fue diez veces campeón sudamericano y 14 veces campeón bolivariano. Debido a su residencia en Estados Unidos también fue campeón nacional y universitario en ese gigante país. En los juegos olímpicos de México, Johnny Bello obtuvo el cuarto lugar en la prueba de 200 metros individual combinado (medley). Estuvo a décimas de traernos una medalla de bronce de esa cita olímpica.

Siguió cosechando triunfos, pero a nivel regional: en 1971, en los Juegos Bolivarianos de Maracaibo (Venezuela), trajo al Perú doce medallas de oro. Sin embargo, en los Juegos Olímpicos de Munich en 1972, se tuvo que conformar con el sétimo puesto en la final de la misma prueba medley. Luego de ello, el precoz nadador peruano decidió dejar de lado su actividad deportiva, para dedicarse a la formación de nuevos nadadores. Para eso, ya su admirable performance en el agua estaba escrita en la historia de la natación peruana.

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