La amistad entre hombres y mujeres es absolutamente posible y enriquecedora si se basa en el respeto y la claridad de intenciones. Con límites adecuados y una comunicación honesta, estas relaciones pueden florecer y ofrecer a ambas personas un espacio seguro y de apoyo.
La amistad entre hombres y mujeres es absolutamente posible y enriquecedora si se basa en el respeto y la claridad de intenciones. Con límites adecuados y una comunicación honesta, estas relaciones pueden florecer y ofrecer a ambas personas un espacio seguro y de apoyo.
Milenka Duarte

Laentre y ha sido un tema ampliamente debatido en la sociedad. Para algunas personas, esta relación es completamente posible y natural, pues representa un espacio seguro y libre de las presiones que a veces se encuentran en las amistades del mismo género, contribuyendo a una verdadera fuente de apoyo y comprensión. Sin embargo, otros dudan de que pueda mantenerse sin que surja, en algún momento, unSin duda, diversas películas, libros y canciones han explorado la dinámica de esta conexión desde innumerables perspectivas, llevándonos a cuestionarnos si realmente puede existir una amistad genuina sin que se complique por una mezcla de sentimientos.

Esta discusión lleva años buscando respuestas, pues como explicó Madeli Santos, psicóloga clínica experta en relaciones conscientes y gestión emocional a , en una sociedad donde el y el suelen verse con complejidad, a veces parece imposible imaginar una amistad entre géneros opuestos sin una expectativa romántica o sexual de por medio. No obstante, este tipo de vínculos desafía los estereotipos de género y ayuda a desmitificar la idea de que las relaciones entre hombres y mujeres siempre implican un Además, ofrece perspectivas diversas y enriquece una mayor comprensión mutua, permitiendo que las personas aprendan y crezcan a través de experiencias compartidas, lo que contribuye a un entorno más inclusivo y equitativo, aseguró la psicoterapeuta especializada en terapia de esquemas Fanny Abanto Casavalente.

“Aunque la percepción sobre la amistad entre hombres y mujeres ha cambiado a lo largo de los años, aún persiste la idea de que este tipo de vínculo no es posible o adecuado. Muchas personas que están en una relación formal tienden a alejarse de amistades del género opuesto, ya sea por presión de su pareja o por la creencia de que la única amistad permitida debe ser con la pareja. Sin embargo, el cambio en los roles tradicionales de género ha abierto las puertas a relaciones interpersonales más diversas, donde las amistades intergénero se valoran por su aporte emocional sin necesidad de un componente romántico. La también ha contribuido a romper mitos, resaltando los beneficios emocionales y mentales de estas conexiones”.

¿Qué factores psicológicos influyen en la posibilidad de una amistad sincera entre hombres y mujeres?

La amistad es una relación interpersonal basada en la , el respeto mutuo, la y la comprensión. Estos valores fundamentales son los que permiten que cualquier amistad, sin importar el género de sus integrantes, se desarrolle de manera genuina y profunda. No obstante, Patricia Cortijo, neuropsicóloga de la Clínica Internacional señaló que, aunque existen diferencias en cómo ambos géneros suelen experimentar las amistades, ya que los hombres tienden a enfocarse en las actividades compartidas y las experiencias en común, mientras que las mujeres suelen poner un mayor énfasis en el y la comunicación cercana, hay ciertos factores psicológicos que pueden influir en la posibilidad de que esta sea sincera y duradera. Entre ellos se destacan: la madurez emocional, la capacidad de establecer límites claros en la relación, evitando malentendidos, así como también el compartir creencias o principios similares que favorecen a un entendimiento mutuo más sólido.

Los amigos de distintos géneros aportan una variedad de puntos de vista sobre temas de la vida cotidiana y las relaciones, lo cual puede enriquecer mutuamente. Por ejemplo, una mujer puede ofrecer a su amigo varón consejos sobre temas de pareja desde su perspectiva femenina, y viceversa.
Los amigos de distintos géneros aportan una variedad de puntos de vista sobre temas de la vida cotidiana y las relaciones, lo cual puede enriquecer mutuamente. Por ejemplo, una mujer puede ofrecer a su amigo varón consejos sobre temas de pareja desde su perspectiva femenina, y viceversa.

Una también es un aspecto vital, ya que permite que ambos se sientan seguros y valorados, al igual que la apertura emocional, la cual favorece a una mayor disposición para compartir sentimientos y experiencias personales que fomentan una conexión genuina. Según la psicoterapeuta, la es, sin duda, otro factor clave, dado que permite reconocer y gestionar las propias emociones y las de los demás.

“A todo esto también es importante añadir un cambio interno en cuanto al entendimiento del y el ejercicio del mismo, el cual incluye un trabajo de sanación personal a nivel emocional y sexual”, expresó la doctora Santos.

¿Por qué se asume que una amistad entre hombre y mujer puede evolucionar hacia una relación romántica?

Desde luego, las expectativas sociales y culturales pueden influir en la manera en que las personas perciben y experimentan sus amistades. Básicamente, como refirió Fanny Abanto, en algunas culturas se asume que las amistades entre hombres y mujeres evolucionarán hacia una relación romántica.

“Si bien este supuesto se debe a la influencia de normas sociales que han asociado las relaciones entre hombres y mujeres con la atracción romántica, los también tienden a representar estas amistades como preludio de romance, reforzando así la idea de que no pueden ser “solo” amigos, lo que contribuye a un imaginario que no refleja la diversidad real de las relaciones. De igual manera, influyen las múltiples historias de amistades entre hombres y mujeres que terminaron en “algo más”. A veces, esta percepción va más allá de lo social y responde a un constructo personal y a factores intrínsecos del ser humano que llevan a asumir esa posibilidad. Sin embargo, hay que recordar que no todas las amistades cruzan ese límite, aunque es posible que en algunos casos uno de los dos o ambos desarrollen sentimientos románticos, pues pasar mucho tiempo compartiendo emociones puede generar cercanía. La mente humana tiende a conectar emocionalmente con quien se siente comprendido y seguro, lo que en ocasiones puede confundirse con una atracción romántica”, sostuvo la experta en relaciones conscientes.

Por lo tanto, es fundamental tener en cuenta que, fomentar la creencia de que toda amistad entre géneros opuestos llevará al romance puede reducir la posibilidad de establecer vínculos basados únicamente en la empatía, el respeto y el interés genuino. Ciertamente, este prejuicio restringe el potencial de explorar relaciones donde el vínculo emocional y el apoyo mutuo sean el centro, sin que exista la necesidad de una atracción romántica o sexual. La consciencia relacional nos invita a ver las amistades como espacios de crecimiento y libres de las expectativas impuestas por el género. Por ello, al romper con estos estereotipos, nos abrimos a conocer y aceptar al otro tal como es, apreciando lo que aporta a nuestra vida desde un lugar de autenticidad.

Al fomentar amistades entre hombres y mujeres, se promueve la idea de que una relación no tiene que ser romántica para ser valiosa. Además, ayuda a romper estereotipos tradicionales que suponen que hombres y mujeres no pueden relacionarse sin que haya atracción de por medio.
Al fomentar amistades entre hombres y mujeres, se promueve la idea de que una relación no tiene que ser romántica para ser valiosa. Además, ayuda a romper estereotipos tradicionales que suponen que hombres y mujeres no pueden relacionarse sin que haya atracción de por medio.

¿Cuáles son los beneficios de ofrecen las amistades entre hombres y mujeres?

De acuerdo a la especialista en terapia de esquemas, las amistades entre hombres y mujeres brindan la oportunidad de comprender mejor las perspectivas, experiencias y los desafíos que enfrentan ambos géneros, así como también promueven la empatía, la y la sensibilidad hacia temas relacionados con el género. Igualmente, favorecen el desarrollo de habilidades sociales como la comunicación fluida y la resolución de conflictos, ya que en la interacción surgen desafíos diferentes en comparación a las amistades entre personas del mismo género.

Del mismo modo, estás amistades amplían el círculo social de las personas, promoviendo una variedad de distintas actividades y experiencias. Además, desafía los estereotipos, alentando así la flexibilidad del pensamiento al tener una visión más amplia de las relaciones interpersonales. Igualmente, algunos estudios sugieren que, las amistades entre hombres y mujeres se suelen percibir como menos conflictivas y más divertidas, por lo que pueden ofrecer una dinámica más positiva y complementaria que contribuye al bienestar emocional.

“Estas relaciones brindan un espacio para expresar aspectos de nuestra personalidad que, en contextos homogéneos, podrían quedar en segundo plano. Por ejemplo, los hombres pueden sentirse más libres de explorar su lado emocional y comunicativo, mientras que las mujeres pueden experimentar una mayor apertura en el aspecto racional o práctico. Definitivamente, esta dinámica permite que ambas partes se conecten de una manera más auténtica, donde cada uno puede integrar cualidades que fomentan un crecimiento integral”, afirmó Madeli Santos.

¿Qué tipo de límites son importantes en este tipo de amistades para asegurar una relación saludable?

Según la licenciada Cortijo, existen ciertas situaciones o factores que pueden hacer que una amistad evolucione hacia una relación romántica, como el , es decir, compartir experiencias íntimas y emociones fuertes, las cuales pueden crear un vínculo cercano que se confunda con el amor, al igual que pasar mucho tiempo juntos o atravesar por eventos importantes, como una ruptura, pueden hacer que se busque apoyo y consuelo en el amigo, lo que puede despertar sentimientos románticos.

Mantener una comunicación abierta sobre los sentimientos y límites es fundamental para evitar malentendidos. Conversar con sinceridad sobre el tipo de vínculo que se espera puede prevenir tensiones o confusiones en el futuro.
Mantener una comunicación abierta sobre los sentimientos y límites es fundamental para evitar malentendidos. Conversar con sinceridad sobre el tipo de vínculo que se espera puede prevenir tensiones o confusiones en el futuro.

Por ello, en caso de que una de las partes empiece a desarrollar sentimientos románticos por el otro, es muy importante manejar la situación con mucha empatía y sensibilidad, con el fin de preservar la amistad – si es posible – y evitar daños emocionales innecesarios, destacó Abanto.

Si esto ocurre, los pasos recomendados a seguir son:

  • Reconocer los sentimientos y ser honesto consigo mismo.
  • Reflexionar sobre el origen de estos sentimientos románticos y cómo están afectando la amistad. Para ello, es clave preguntarse: ¿Cómo surgió esta atracción?
  • Considerar si los sentimientos son recíprocos y, de ser el caso, evaluar si podría funcionar una relación romántica sin afectar la amistad existente.
  • Si se opta por compartir los sentimientos con el otro, es crucial expresar las emociones de manera asertiva y respetuosa.
  • Escuchar y comprender las opiniones del otro, ya que tal vez necesite tiempo para procesar esta nueva información y para expresar sus propios sentimientos u opiniones al respecto.

“Si los sentimientos no son recíprocos, establecer límites claros es esencial para evitar confusión y proteger la amistad. Es fundamental recordar que, si esta situación se torna difícil de manejar, siempre será una buena opción buscar y recibir orientación y apoyo emocional por parte de un psicoterapeuta especializado”.

Por consiguiente, para mantener una amistad saludable entre hombres y mujeres se deben considerar los siguientes límites:

  • Comunicación abierta: Hablar honestamente sobre las expectativas y límites desde el principio.
  • Respeto mutuo: Respetar los sentimientos y las necesidades del otro, evitando comportamientos que puedan malinterpretarse.
  • Espacio personal: Mantener un equilibrio entre el tiempo compartido y el tiempo individual para evitar la dependencia emocional.
  • Claridad en las intenciones: Ser claro sobre la naturaleza de la relación para evitar confusiones o expectativas no deseadas.
  • Evitar situaciones comprometedoras: Ser consciente de las situaciones que podrían ser malinterpretadas por otros o por uno mismo.

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