Actualmente, la demencia es una de las principales causas de discapacidad y dependencia entre las personas mayores, pues según cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS), a nivel mundial, más de 55 millones de personas viven con este tipo de padecimiento. Cabe señalar que, la enfermedad de Alzheimer es la forma más común de demencia, pues se le atribuye el 60%-70% de los casos con consecuencias importantes, tanto a nivel cognitivo, motor, funcional, emocional y social, ya que provoca el deterioro progresivo de la memoria, el pensamiento, el comportamiento y la capacidad para realizar actividades cotidianas.
Ciertamente, esta es una enfermedad bastante compleja, motivo por el cual, durante años el campo de la ciencia ha estado enfocado en explorar diversas vías para retrasar o prevenir la enfermedad, así como para tratar sus síntomas, por lo que suelen ser alternativas de tipo paliativa, más no curativas. Sin embargo, esta realidad podría verse modificada en un mediano plazo, pues recientemente la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) ha aprobado un nuevo medicamento que podría ayudar a combatir esta terrible afección en sus primeras fases.
“Cuando decimos Alzheimer, se trata de un amplio espectro, de modo que, hay desde etapas muy tempranas hasta demencia muy avanzada. En este momento, no hay hallazgos que respalden el uso de este medicamento para personas con demencia moderada a avanzada, únicamente para personas en las etapas muy tempranas de la enfermedad”, refiere el doctor Babak Tousi, neurogeriatra de Cleveland Clinic.
Una nueva esperanza
La empresa biotecnológica multinacional estadounidense Biogen en conjunto con la farmacéutica japonesa Eisai han desarrollado un nuevo medicamento que servirá como tratamiento durante las primeras fases de la enfermedad de Alzheimer, denominado como Lecanemab, el cual se venderá en el mercado bajo la marca Leqembi.
De acuerdo con el diario el País, este medicamento fue aprobado en enero por la vía acelerada que se emplea con medicamentos para enfermedades graves en las que existe una necesidad médica no cubierta, basándose principalmente en datos clínicos que demuestren una probabilidad razonable de predecir un beneficio clínico para los pacientes. Por esta razón, como requisito posterior y para poder recibir una aprobación plena o tradicional, la FDA exigió que se llevara a cabo un ensayo clínico de confirmación, con el cual se ha podido demostrar su eficacia para ralentizar ligeramente el avance del Alzheimer.
Básicamente, este es el primer anticuerpo que se diseña, con el fin de reducir la placa beta amiloide que se forma en el cerebro, siendo esta una característica fisiopatológica definitoria de la enfermedad. Asimismo, como señala Tousi, el medicamento no está enfocado en tratar los síntomas como tal, sino que con este se pretende frenar su progresión.
¿Qué tan efectivo es el nuevo medicamento?
Con respecto a la tasa de éxito, los resultados de un ensayo clínico de 18 meses mostraron que, los participantes que recibieron el fármaco, presentaron una reducción del 27% en la placa beta amiloide y, si bien puede parecer un porcentaje pequeño e insignificante, desde luego, debe ser valorado como un buen punto de partida, destaca el neurogeriatra.
“Parece que hemos conseguido algún tratamiento, con el cual podemos afectar la trayectoria de la enfermedad. En definitiva, es un beneficio pequeño, pero sigue siendo un beneficio, ya que podemos ralentizarla y creo que es uno de los muchos de los fármacos que vendrán en el futuro para atacarlo, así que ese es el mayor avance para nosotros”.
¿Cuáles son los efectos secundarios del medicamento?
Los efectos secundarios más comunes del Lecanemab o Leqembi son dolor el dolor de cabeza, reacciones relacionadas con la infusión y anomalías de la imagen relacionadas con el amiloide (ARIA), un efecto secundario conocido de la clase de anticuerpos dirigidos contra el amiloide. Como afirma la FDA, la ARIA suele presentarse como una hinchazón temporal en zonas del cerebro que se observan en estudios de imágenes que normalmente se resuelve con el tiempo y puede ir acompañada de pequeños puntos de sangrado en la superficie del cerebro o sobre esta. Aunque no suele ir acompañado de ningún síntoma, estos pueden aparecer e incluir, cefalea, confusión, mareos, cambios en la visión, náuseas e incluso puede presentarse con un edema cerebral.
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