La responsabilidad afectiva es labor de ambas personas que forman la pareja. Foto: Pexels.
La responsabilidad afectiva es labor de ambas personas que forman la pareja. Foto: Pexels.
Laura Espinoza Busato

La responsabilidad afectiva es parte de los principales pilares de una , tanto como el diálogo, el respeto, la empatía, el y el cariño. Es importante pensar en cómo esperas y deseas que las personas te traten en las diversas relaciones de tu vida. Ojo, la responsabilidad afectiva no solamente puede darse en temas de pareja, sino también de amistad y familia.

En la siguiente nota te daremos algunos consejos sobre cómo podemos tener una mejor responsabilidad afectiva con quienes nos rodean. Así mejorarán tus relaciones y te será más sencillo establecer y desarrollar vínculos sanos y honestos.

“La responsabilidad afectiva es una manera de comprender las emociones de la otra persona en cualquier tipo de relación, ya sea formal, casual o de poli amor. El tener una relación casual no significa que las personas deben desentenderse de las emociones y sentimientos del otro”, asegura el psicoterapeuta humanista y especialista en salud intercultural Humberto Briceño en diálogo con de El Comercio.

La responsabilidad afectiva funciona dejando un poco de lado tus propios intereses y emociones, pues nos centramos en ser empáticos con la otra persona.

¿Cómo podemos ponerla en practica?

Existen diversas formas de poner en práctica la responsabilidad afectiva, pero siempre el primer paso es tratar de dejar a un lado tu proceso personal y hacerte cargo del impacto que tienen tus acciones o palabras sobre la otra persona.

La meditación es una de las herramientas más conocidas cuando se habla de relajación. Es importante meditar y relajarse para despejar nuestra mente y entender mejor a la otra persona. (Foto: Difusión)
La meditación es una de las herramientas más conocidas cuando se habla de relajación. Es importante meditar y relajarse para despejar nuestra mente y entender mejor a la otra persona. (Foto: Difusión)

Briceño recomienda un ejercicio sencillo:

Imagina que tienes dificultades con tu pareja. Respira un momento, cierra los ojos e interioriza cómo es ser esa persona, qué puede estar pensando y a partir de ese momento hazte preguntas relacionadas a cómo se podría sentir esa persona con respecto a ti. Va a ser complicado en un inicio, pero es importante que trates de buscar la respuesta.

“Uno debe ser totalmente sincero, abrir su corazón y dejar que esa persona se manifieste en nosotros mismos sin juzgar ni poner mis intereses por delante”, añade el especialista.

Una vez que identificaste lo que podría incomodar a la otra persona, debes tener claro lo que sientes y saber comunicarlo. Esto aplica viceversa, tanto para la persona a la que le están incomodando las actitudes, como para la persona que intenta entenderla.

Otra forma de ser responsable afectivo es no obligarte a encajar con el otro. “Por más que tu deseo de estar con esa persona sea muy fuerte, no te olvides siempre de tu amor propio”, comenta Briceño.

Mitos de la responsabilidad afectiva

1. Frases populares

Hoy en día se han puesto de moda las expresiones como “qué tóxico eres” o “eres un narcisista”. Son frases que cada vez se van normalizando y perjudican el concepto que se tiene sobre las relaciones. Hay que quitarnos de la cabeza esas frases para poder mejorar nuestra responsabilidad afectiva.

2. Las promesas

La falta de responsabilidad afectiva se da cuando se realizan promesas que no se pueden cumplir o se tratan de cumplir expectativas demasiado elevadas del otro, pero solo durante un tiempo, para finalmente aislarse emocionalmente.


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