Con el paso de los años, las articulaciones ya no funcionan de la misma manera como funcionaban cuando uno es joven y se comienzan a padecer diversos problemas como la Disfunción Temporomandibular (ATM), un problema que muchos tienen, pero es sumamente difícil de reconocer. Muchos sienten los signos de alerta, pero lo dejan pasar porque piensan que se trata de algo que pasa solo. Ante ello, Bienestar del Diario El Comercio conversó con el Dr. Javier Lamas, Ortodoncista con especialidad en Ortodoncia Craneomandibular, quien nos explica más sobre este afectación.
“La disfunción temporomandibular es la mala función de la articulación que une la mandíbula con el cráneo, específicamente con el hueso temporal, y que está en estrecha relación con la mordida o la posición de los dientes. Cuando hay una mala mordida, hay un desencaje en ella y lo primero que está afectado es la articulación temporomandibular. En estos casos, el cartílago que separa las estructuras óseas puede desplazarse a su sitio, puede perforarse y puede hacer que los huesos obtengan compresión”, explica el doctor Lamas.
Síntomas:
- Dolores de oído.
- Pérdida o disminución de la audición.
- Migrañas crónicas.
- Disminución dela visión.
- Ruidos en la articulación.
- Limitación de los movimientos para abrir, cerrar o hacer movimientos laterales con la boca.
- Dolor en la articulación.
- Desgaste sedentario.
- Cambio en la forma del hueso.
Factores de riesgo
Según estudios internacionales, casi el 70% de los adultos presentan algún grado de afectación en la articulación temporomandibular por una mala función de esta articulación y en los niños este porcentaje llega alrededor del 40%.
- Además de esto, otros factores de riesgo pueden ser:
- Factores genéticos.
- Factores ambientales: Con ellos, se le puede devolver una buena mordida al paciente.
- Aquellos pacientes que tienen una mordida alterada, desviada o dificultades para masticar.
- Las mujeres tienen una mayor prevalencia en relación de 8 - 1 con los hombres.
¿En qué consiste la reposición mandibular como parte del tratamiento?
El tratamiento de reposición mandibular viene de la escuela japonesa y la europea, en donde, según el doctor Lamas, se usan los dientes del paciente para mover su mordida a una posición más natural donde la articulación no esté dañada. Lo hacemos usando braques y ligas.
“Esta es una alternativa de tratamiento a lo que existe actualmente, las operaciones quirúrgicas, cuyos costos pueden oscilar a entre 6 a 8 veces más, lo que cuesta una ortodoncia o también el uso de células que son una especie de placas que muerde la persona durante toda la vida para evitar dañar la articulación. Entonces, el tratamiento de reposición mandibular, es un tratamiento más holístico, porque usa la misma dentadura de la persona para devolver la salud de la articulación y es una manera más permanente e incluso más económica”, finaliza.
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