¿Nadar en el río Sena es realmente tan higiénico como lo declaró Anne Hidalgo, alcaldesa de París? A pesar de las múltiples controversias relacionadas con el tema, el Comité Olímpico Internacional decidió que el famoso río sea la sede de las competencias de triatlón, natación en aguas abiertas y paratriatlón de los Juegos Olímpicos 2024. Sin embargo, el éxito de la decisión duró poco, pues recientemente el equipo belga anunció que se retiraba de la competencia debido a que la triatleta Claire Michel fue hospitalizada supuestamente por una infección de la bacteria Escherichia coli -o E. Coli- después de haber competido en la prueba individual femenina en el canal parisino.
“Las noticias sobre los efectos en la salud de los atletas que participaron en los deportes acuáticos en el Sena han sido desalentadoras. Aunque en círculos académicos se preveía que la alta contaminación del río podría impactar la salud, los organizadores decidieron seguir con el plan inicial. Los atletas no solo estuvieron expuestos a aguas contaminadas, sino que también enfrentaron un evento de estrés agudo, lo que posiblemente afectó el equilibrio de su sistema inmunológico”, opinó el Dr. José López Revilla, infectólogo e investigador de la Universidad Científica del Sur (Científica), con respecto al tema.
¿Qué es la bacteria Escherichia coli?
De acuerdo con el Dr. Héctor Velarde, gastroenterólogo de la Clínica Ricardo Palma, la Escherichia coli es una bacteria común en el intestino humano y anaerobia facultativa, lo que significa que puede vivir con poco o sin oxígeno. “La mayoría de las cepas de Escherichia coli son inofensivas, pero debido a su alta frecuencia y rápida reproducción, han surgido cepas capaces de causar enfermedades en los seres humanos. Estas cepas pueden dañar la mucosa intestinal o generar toxinas que provocan diarrea intensa, náuseas y vómitos”, señaló el experto.
En esa línea, la Dra. Beth Czerwony, dietista de Cleveland Clinic, indicó que entre las cepas más conocidas está la E. coli O157, que produce toxinas llamadas Shiga, las cuales pueden causar enfermedades graves.
La especialista hizo hincapié en que la infección por E. coli puede contraerse de distintas maneras:
- Alimentos contaminados: Consumir alimentos que no han sido cocinados adecuadamente, como carne de res, pollo y productos lácteos no pasteurizados.
- Agua contaminada: Beber agua que no ha sido tratada o que está contaminada por heces humanas o animales. Esto incluye aguas naturales como lagos y ríos.
- Contacto con heces infectadas: Puede suceder a través de la manipulación de pañales sucios, tocar superficies contaminadas o tener contacto con animales en granjas o zoológicos de mascotas.
- Personas infectadas: E. coli puede propagarse de persona a persona si alguien infectado no se lava las manos correctamente después de ir al baño y luego toca alimentos o superficies que otros usan.
¿Cuáles son los efectos de la bacteria E. Coli en el organismo de quien la contrae?
“Los efectos de E. coli en el organismo dependen del sitio de infección en el que se ubica el germen. Hay que entender que la bacteria puede llegar a un órgano a través de la sangre, desde una zona cercana o por contacto directo”, aclaró el Dr. José López Revilla.
Asimismo, el infectólogo afirmó que el impacto de la infección varía según la salud general del individuo. En una persona sana, la infección suele causar síntomas leves que se resuelven con rapidez. De todos modos, en individuos con enfermedades preexistentes o un sistema inmunológico comprometido, los efectos pueden ser más graves y severos.
En esa línea, la Dra. Czerwony sostuvo que las cepas patógenas, como la E. coli O157, producen toxinas que pueden adherirse al revestimiento del intestino delgado, causando inflamación y daño. Esto también puede resultar en una serie de efectos adversos:
- Diarrea: Generalmente es el primer síntoma y puede variar de leve a severa, a menudo con presencia de sangre.
- Calambres abdominales: Dolor intenso en el abdomen debido a la inflamación del tracto gastrointestinal.
- Vómitos y náuseas: Resultantes del malestar estomacal y la irritación del intestino.
- Síndrome urémico hemolítico (HUS): En casos severos, la infección puede llevar a esta complicación, que afecta los riñones y puede causar insuficiencia renal, anemia y daños en los vasos sanguíneos. Aproximadamente el 5-10% de las personas con E. coli O157 desarrollan HUS.
“Las cepas de E. coli presentan diferentes grados de patogenicidad y virulencia. Esto convierte la interacción entre la bacteria y el individuo en un espectro de posibilidades. Así, algunas personas pueden recibir una carga de la bacteria sin presentar síntomas, mientras que otras podrían experimentar desde síntomas leves o moderados hasta afecciones severas e incluso riesgos de muerte, dependiendo de la cepa de Escherichia coli y del estado de salud previo”, añadió el Dr. López Revilla.
Si alguien contrae la bacteria, ¿tiene un tiempo establecido para actuar?
En palabras del Dr. López, es fundamental entender qué es una infección. “Una infección ocurre cuando hay síntomas y la bacteria está en un lugar donde puede causar problemas. A diferencia de esto, el estado de portador significa que la bacteria está en el cuerpo sin causar síntomas, como es común con E. coli en el intestino de muchas personas”, explicó.
“Si la bacteria se encuentra en un lugar donde puede causar una infección, es importante tratarla lo antes posible. En general, cuanto más pronto se inicie el tratamiento, mejores serán los resultados en términos de curación y erradicación de la E. coli”, agregó el experto de la Universidad Científica del Sur.
En esa línea, la Dra. Beth Czerwony hizo énfasis en la importancia de buscar atención médica de inmediato si se sospecha de una infección por Escherichia coli, especialmente si se experimenta diarrea con sangre, dolor abdominal severo o signos de deshidratación, como sequedad en la boca o mareos. “El tratamiento temprano puede ayudar a prevenir complicaciones graves, como el HUS. En casos severos, la hospitalización puede ser necesaria para administrar líquidos intravenosos y monitorear el estado del paciente. No se recomienda el uso de antibióticos para ciertas cepas de E. coli, como la O157, ya que pueden aumentar el riesgo de desarrollar HUS”, agregó.
¿Cuáles son los tratamientos disponibles para combatir la bacteria E. Coli?
Conforme a la dietista de Cleveland Clinic, el tratamiento para una infección por Escherichia coli generalmente se enfoca en el manejo de los síntomas. Las medidas incluyen:
- Evitar antibióticos: Para ciertas cepas de E. coli, como la E. coli O157, los antibióticos no son recomendados, ya que pueden aumentar el riesgo de complicaciones como el HUS.
- Monitorización médica: En casos graves, especialmente en niños pequeños y ancianos, puede ser necesaria la hospitalización para monitorear y tratar posibles complicaciones.
- Medicamentos específicos: Si la infección causa complicaciones severas como infecciones del tracto urinario o septicemia, se pueden administrar antibióticos específicos como trimetoprim/sulfametoxazol, ciprofloxacina o nitrofurantoína, dependiendo del tipo de infección y la resistencia bacteriana.
- Reposo y líquidos: Mantenerse hidratado es crucial. En casos de diarrea severa, pueden necesitarse líquidos intravenosos para prevenir la deshidratación.
“Si el paciente presenta un cuadro de diarrea, es crucial seguir una dieta blanda, preferentemente cocida, y consumir suero oral para prevenir la deshidratación. También se recomienda la panetela de arroz y alimentos prebióticos ricos en pectina, como el chuño o las mazamorras”, añadió el Dr. Velarde.
¿Cuáles son las posibles consecuencias si no se lleva a cabo un tratamiento adecuado?
La Dra. Czerwony aseveró que, si una infección por E. coli no se trata adecuadamente, esto puede llevar al paciente a complicaciones graves. Entre ellas, incluyó las siguientes:
- Síndrome urémico hemolítico (HUS): Puede causar insuficiencia renal, anemia y daños en los vasos sanguíneos, y es potencialmente mortal.
- Septicemia (envenenamiento de la sangre): Una infección que se propaga al torrente sanguíneo puede causar sepsis, una reacción grave que puede llevar a daño en los órganos y la muerte.
- Desnutrición y retraso en el crecimiento: Especialmente en niños, las infecciones crónicas de E. coli pueden interferir con la absorción de nutrientes esenciales, afectando el crecimiento y el desarrollo.
Igualmente, la doctora aseguró que ciertos factores de riesgo pueden aumentar la severidad de una infección por este tipo de bacteria. “Los niños menores de 5 años y los ancianos tienen un mayor riesgo de desarrollar complicaciones graves como el HUS. Lo mismo aplica a personas con condiciones como el VIH/SIDA, cáncer o que toman medicamentos inmunosupresores. Por otro lado, también hay quienes tienen una predisposición genética a desarrollar complicaciones severas al contraer E. coli”, concluyó la dietista.