Contra lo que muchos periodistas creíamos, Paolo Guerrero ya está en Lima y su llegada fue caótica, masiva, imán de los reporteros de espectáculos tanto como los deportivos. El aeropuerto Jorge Chávez estuvo lleno de gente, y los hinchas pese a los 30 grados centígrados de calor, igual lo esperaron con el fin de tomarse una foto o que le firme su camiseta.
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Hay que decir algo en esta hora en que parece ausente la memoria: si algo es Paolo Guerrero no es un futbolista de club, sino de selección.
Una vez que pisó suelo peruano, Paolo Guerrero, acompañado de su pareja Ana Paula Consorte y su abogado Julio García, salieron raudos del aeropuerto para pasar un momento en familia y luego reunirse con Richard Acuña. En esas horas, El Comercio buscó a José Luis Noriega, expresidente de la Comisión de Justicia de la FPF, para que analice este contexto.
“Los contratos se suscriben de buena fe, incluso los laborales, como este es el caso, y se tienen que cumplir puntualmente de acuerdo a lo pactado. En este momento nuestro querido Paolo Guerrero está en una situación de infracción porque está desacatando las órdenes de su empleador de venir a su centro laboral, en consecuencia, ojalá que hoy (ayer) se llegue a un acuerdo entre las ambas partes como suele ocurrir, si no ocurriera así, el club va a tener que llevarlo a la Cámara de Disputas y ahí resolver este tema de acuerdo al pedido que se haga y los descargas que se hagan”, dijo Noriega en primera instancia.
-¿Y cuáles podrían ser la posiciones, doctor Noriega?
Es probable -continúa- que la Vallejo pida que se le resuelva el contrato, lo que llamamos el despido de un trabajador rebelde que no quiere acotar el mandato del empleador, por su parte, Paolo pida que se resuelva el contrato por inseguridad, ya que eso es muy difícil que ocurra porque la inseguridad no es un factor que determina la resolución de un contrato salvo que esté muy establecido en el documento, pero no se suele poner un tema de inseguridad familiar como causal para no cumplir los contratos, sino que imagínese el terreno de inseguridad jurídica que entraríamos todos: “Mañana no voy a trabajar porque mi mamá no quiere que vaya o el clima no me parece adecuado”. En consecuencia son subjetividades que no son suficientes para resolver un contrato, más si el propio Comandante General de la Policía dijo ayer que le había suspendido la seguridad a él y su familia porque considera que el Servicio de Inteligencia de la Policía no ve certeza ni riesgo en el pedido de Paolo. Entonces, el tema ya pasó a mayores, un tema que tiene muchas aristas y hay un gran perjudicado que es César Vallejo”.
Para el abogado, el único responsable de esta situación es Paolo Guerrero, ya que César Vallejo se ampara en el contrato firmado entre ambas partes. “Paolo Guerrero, con su rebeldía, está logrando que la gente no le crea y que pongan en duda su credibilidad como persona y jugador. Lo mejor que puede ocurrir en este momento, es que se sienten en una mesa con su empleador y se pongan de acuerdo en orden económico, ya que a estas alturas César Vallejo incurrió en gastos lo que se conoce como daño emergente y con el lucro cesante que quiere decir con el tema de taquilla y todos los ingresos que el club pierde con su desvinculación. Todo es medible y por ahí estará la solución del problema. Esperemos que lleguen a un acuerdo amical”, agregó.
“En resumen, considero que la Cámara de Disputas de la Federación Peruana de Fútbol debería pronunciarse a favor del club y lamentablemente en contra de Paolo, porque la inseguridad invocada no es una razón, sino que estuviese de acuerdo podría ir a la FIFA a que revisen esta sentencia de la cámara y si no está de acuerdo con lo que la FIFA diga podría ir al TAS. Este tema tiene para largo”, acotó.
Noriega considera que los contratos se tienen que respetar y hacerse cargo de lo que uno firma, como ha sido el caso de Paolo Guerrero. “Si la carrera de Paolo Guerrero termina es por errores de él, me parece, puesto que debió meditar antes y ver si le convenía o no firmar el contrato como el que firmó. Mientras no se resuelva el tema con la César Vallejo —que me imaginó que irá a la Cámara si es que no hay un acuerdo, en la Cámara resolverán a favor de uno y en contra de otro y, mientras naturalmente no puede jugar porque tiene un contrato vigente de fútbol”, sentenció.
La novela del problema legal entre Paolo Guerrero y César Vallejo aún tiene capítulos por resolver.