Pedro Canelo

“No quiero ser taxista al término de carrera”, le respondió Juan Reynoso al suplemento “El Bocón” (recién al año siguiente sería diario) en enero de 1993. El defensor, formado en , había firmado contrato con Su argumento fue que la oferta crema multiplicaba casi diez veces lo que ganaba en La Victoria. Han pasado casi 29 años y sigue estando en el top del ránking de traspasos más comentados en la historia del fútbol peruano. El actual técnico de Cruz Azul ocupó portadas y despertó pasiones en las hinchadas más numerosas del país. Hace dos décadas, cada fin de año se acompañaba de la impaciencia por saber cuál de los clubes grandes iba a dar el gran golpe en el mercado de fichajes. En tiempos sin redes sociales, cada refuerzo era una inevitable tendencia. Hoy estamos algo lejos de ese impacto.

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Diferentes factores han influenciado para que mercado de pases, como este del 2021-2022, sea austero y con poco ruido. La expectativa de los hinchas de Universitario, Alianza Lima y Sporting Cristal es el mismo, pero las billeteras han adelgazado. En el caso de cremas y blanquiazules todo colapsó el año pasado con el ingreso de las administraciones temporadas. Y en casa celeste, el “millonario” de antaño, aún se vive la transición con los nuevos dueños del club. La cervecería Backus vendió el club a Innova Sports y eso ha determinado un mayor cuidado con el presupuesto, porque el apoyo del sponsor histórico se ha reducido en un alto porcentaje.

Recorte periodístico del suplemento "El Bocón" en enero de 1993.
Recorte periodístico del suplemento "El Bocón" en enero de 1993.

“Ojo que Sporting Cristal no tiene ni el primer ni el segundo presupuesto más grande de la liga peruana. Fuimos campeones peruanos del 2020, de la Fase 1 del 2021, de la Bicentenario sin ser el mejor presupuesto. Esto es producto del trabajo, mucha planificación y ser valientes con un proyecto de fútbol formativo”, nos respondió en agosto Juan José Luque, director deportivo del club rimense. Al cierre de esta nota, Cristal iniciaba su pretemporada solo con las llegadas confirmadas de Leandro Sosa y

Sin duda, esta situación se aleja mucho de aquellos noventas cuando desde el Rímac remecían cada mercado de fichajes. Uno particularmente especial fue aquel de 1993, cuando en La Florida reclutaron a Marquinho, Jorge Soto, Julio Rivera y Julinho. “Yo era el menos mediático de los que llegaron, pero recuerdo que las portadas decían ‘dream team’. Al principio nos costó acoplarnos, pero ese equipo con José Carlos Amaral como técnico fue el punto de partida para el tricampeonato del 1994 al 96″, recordaba Julinho en diciembre del 2020, en la víspera de la final entre Cristal y la ‘U’.

Marquinho, Julinho y Octavio Vidales fueron tres refuerzos muy comentados en aquel Sporting Cristal de 1993. (Foto: Archivo Histórico GEC).
Marquinho, Julinho y Octavio Vidales fueron tres refuerzos muy comentados en aquel Sporting Cristal de 1993. (Foto: Archivo Histórico GEC).
/ ARCHIVO FOTOGRAFICO

Y cuando desde el Rímac más invertían, surgió un dirigente en la ‘U’ que quiso competir. Era Alfredo González, uno de los más fervientes opositores al poderío económico del entonces cuadro cervecero. “Alfredo era un líder que nos arropaba y nos motivaba. También era un abanderado en esa rivalidad que surgió con Cristal en los 90″, decía , recientemente rehabilitado de una infección.

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Ese afán de Universitario por tener su propio ‘dream team’ también fue el inicio de ese desorden económico, del cual los cremas nunca se recuperaron. “No podemos afrontar ese millón de dólares que nos cobraría Conmebol por jugar en el Monumental. Jugaremos en el Nacional”, nos reconoció la semana pasada Jean Ferrari, administrador actual de la ‘U’.

La llegada de Juan Reynoso a Universitario, proveniente de Alianza Lima, fue uno de los pases más comentados en los noventas. (Foto: GEC).
La llegada de Juan Reynoso a Universitario, proveniente de Alianza Lima, fue uno de los pases más comentados en los noventas. (Foto: GEC).

El equipo del Centenario

Si hubo un mercado de pases que recuerdan de manera especial los hinchas de Alianza Lima fue aquel del 2001, el año de su centenario. Después de ocho años, los íntimos podían tomarse su revancha por la partida de A su plantel llegaban Eduardo Esidio y Marko Ciurlizza, que venían de ser tricampeones con la ‘U’. Aún no se masificaba el Internet, recién se asomaba el Messenger de color verde y algunos mensajes ya viajaban por correo electrónico. En esa transición cibernética, la información comenzaba a viajar con mayor velocidad. Los apellidos Esidio y Ciurlizza se hicieron como una bola de nieve que crecía en cada rumor o mensaje virtual. Hoy se habrían hecho dos mil memes con ambos.

A los victorianos les pasó algo similar a sus compadres de Ate: cada presupuesto se hizo más desequilibrado hasta colapsar en el 2012 con el inefable Guillermo Alarcón. Las comparaciones, siempre odiosas, nos hacen llegar a la conclusión que Alianza Lima, con el respaldo del Fondo Blanquiazul y de sus buenos números en el 2021, es el que tiene más posibilidades de reforzarse. A pesar de eso, su anuncio más importante fue la llegada de Pablo Lavandeira, un fichaje que no podría competir con ninguno de esa temporada del centenario.

Eduardo Esidio y Palinha: dos de los principales refuerzos de Alianza Lima en su año del centenario (2001). (Foto: GEC).
Eduardo Esidio y Palinha: dos de los principales refuerzos de Alianza Lima en su año del centenario (2001). (Foto: GEC).
/ CONSUELO VARGAS

Esta realidad de la Liga 1 es casi continental. El único país que sostiene su dominio económico es Brasil, donde hoy la tendencia es repatriar a sus cracks de Europa. “En los clubes brasileños debe instaurarse un Fair Play Financiero, ya la diferencia con el resto de países es muy grande”, coinciden los panelistas en uno de los últimas programas de “Fútbol Total”, el espacio de debate de la cadena DirecTV. Precisamente, una casi repatriación ha sido lo más importante en los mercados de fichajes peruanos durante los últimos cinco años. Nos referimos al retorno de a Alianza Lima el año pasado.

Las temporadas de fichajes en el Perú, hace unos veinte años, no solo tomaban color por los meses de verano, sino también cuando un jugador símbolo de un club se iba al rival eterno: pasó con Reynoso en el 93, o con la llegada de José Soto –de ADN íntimo– a Cristal en 1995. Lo más cercano a todo esto han sido las idas y venidas de Alejandro Hohberg entre los tres grandes en mención.


Marko Ciurlizza se fue a Alianza en el 2001, después de haber sido tricampeón con la 'U'. (Foto: Archivo Histórico GEC).
Marko Ciurlizza se fue a Alianza en el 2001, después de haber sido tricampeón con la 'U'. (Foto: Archivo Histórico GEC).
/ ENRIQUE CUNEO

Ya no son tendencias los fichajes en el Perú, los debates hoy se manejan alrededor de la preocupación de los hinchas más intensos: ¿y ahora qué jugador llegará a mi equipo? La respuesta es sonido de grillos. Este diciembre, el fútbol peruano se ha quedado sin su, tantas veces repetida, “feliz novedad”.

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