El “Vamos, Perú” se sigue escuchando en París y esta madrugada puede seguir haciendo historia. La bandera peruana sigue luciéndose en Roland Garros y esta vez quien la lleva en el pecho es Lucciana Pérez.
Actualización: La joven se convirtió en la primera tenista peruana en llegar a la final del Abierto de París en juniors, además, superó lo conseguido por Laura Arraya en 1981 cuando alcanzó las semifinales. Ahora, buscará emular a Jaime Yzaga, quien salió campeón en singles de Roland Garros en 1985.
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Lucciana juega al tenis desde pequeña y a sus 18 años y con su 1.60 metros de estatura, actualmente ocupa el puesto 8del ránking junior femenino (ITF). Tiene un total de 10 títulos singles en la categoría y tres de ellos los ha ganado en los cuatro primeros meses del año (y otros diez en dobles juniors y uno en un W15, certamen profesional), además que viene de dar cátedra de buen tenis en su debut como singlista en la Billie Jean King Cup, la Copa Davis Femenina.
“Ella quiere llegar lejos. Es una gran trabajadora y desde muy niña juega con una garra impresionante”, resume Percy Melzy, quien fue su entrenador en la selección peruana hasta hace unos meses. Esta es su historia, que esta madrugada puede hacerse grande si supera las semifinales de Roladn Garros Junior. Esta mañana, desde las 5:30 a.m. aproximadamente enfrenta a la rusa Anastasia Gureva, número 25 del ranking juvenil, pero que ya viene jugando torneos profesionales. Pero ‘Lu’ ya demostró que también está a ese nivel.
—Su primera gran semana—
Lucciana inició jugando al tenis apenas a los cuatro años impulsada por su abuelo materno, pero también practicaba natación y gimnasia, hasta que a los nueve se decidió solo por las raquetas. Así fue creciendo entregando todo por el deporte. “Entrena con muchas ganas, con disciplina. Es muy diferente a las demás y tiene mucha actitud para trabajar y al momento de jugar. No se le puede ganar así nomás”, complementa Percy.
Y eso vimos en la Billie Jean King Cup en Cucutá, Colombia, hace un mes donde debutó como singlista –el año pasado había jugado partidos de dobles– y lo hizo con cinco victorias en los cinco partidos que jugó, dos de ellas ante tenistas top 400, la colombiana María Fernanda Herazo (399 WTA) y la argentina Martína Capurro (375 WTA) en ese momento.
“Lucciana Pérez le ganó a Martina Capurro (375°) por 7-5, 6-1. El mejor triunfo de su vida. Tiene una soltura tremenda con su drive”, destacaba el periodista argentino Gonzalo Ferreyra sobre esa victoria ante la albiceleste, la única derrota que sufrió Argentina en todo el torneo.
Pero la victoria no solo fue especial por el nivel de la rival, sino por el abrazo final que tuvo con la capitana del equipo Laura Arraya, quien ese día había perdido a su padre. “Laura me contó que Lucciana le dijo que iba a ganar y se lo iba a dedicar por su padre”, explica Perzy Melzy, quien destaca el enorme corazón que tiene la pequeña tenista.
“Es muy diferente a las demás y tiene mucha actitud para trabajar y al momento de jugar. No se le puede ganar así nomás”
Percy Melzy, entrenador de tenis
En la tierra de París
Así es Lucciana. Entrena a doble horario pero nunca pierde el gran corazón que tiene. Y eso se nota en Roland Garros, donde compite por segunda vez en su carrera.
Si el año pasado ganó en primera ronda, este 2023 cuadriplicó la apuesta. La peruana ganó sus primeros tres partidos sin ceder sets (2-0) y en su duelo de cuartos de final tuvo que exigirse al máximo. El duelo ante la rusa Alevtina Ibragimova fue muy exigente y la obligó a remontar siempre. Cedió el primer set por 6-2 y en el segundo perdía 3-1, pero lo dio vuelta para ganar 6-4 y obligar al tercero.
En el definitivo le quebraron rápidamente, pero nunca desmayó a pesar de la notoria frustración que tenía. Así, salvó un match point de la rusa y quebró su saque para seguir con vida. Y en el duelo mental, fue más fuerte para ganar el tie-break.
Y a las felicitaciones por el momento de Lucciana también se sumó Juan Pablo Varillas. El tenista contó que pudo hablar con ella ayer luego de su victoria en cuartos de final. “Me pone muy contento que el tenis peruano esté dando estos pasos. Es motivante ver a Lucciana, Gonzalo Bueno y Nachito Buse. Me ilusiona”, aseguró la raqueta número uno del Perú.
Así es Lucciana, la joven tenista nacional nieta del exárbitro Edison Pérez, que con raqueta en mano está haciendo su propia historia. La pequeña Lu tiene el crédito para seguir creciendo.
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