Un podio pero sin más torneos: cambio de mentalidad pero con viejos problemas económicos, así vive la selección peruana de vóley

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Perú logró la medalla de plata en la novedosa Copa América, que si bien solo tuvo a cinco países en competencia y a Brasil con su selección Sub 23, el torneo sirvió para que el entrenador Antonio Rizola vaya confirmando sus ideas, vaya consolidando su juego y sobre todo, para que las mismas jugadoras se den cuenta del potencial que tienen.

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Diana de la Peña es el claro ejemplo de este proceso. Suplente en Alianza Lima, elegida mejor central con la selección peruana. No bajó los brazos y demostró su talento. Kiara Montes, antes relegada por el anterior técnico, ahora capitana del cuadro Bicolor.

Y si hay algo que Rizola ha logrado es convencer a la jugadora peruana. Regresó Ángela Leyva – a quien conocía desde el 2020 en el breve paso del entrenador por la San Martín-, convocó a Yadhira Anchante, quien terminó la universidad en Estados Unidos y ahora busca su futuro en Europa.

Rizola ha abierto las puertas a quienes quieran vestir la blanquirroja y desde el vóley universitario llegaron Jade Cuya (ex San Martín que pasó por la Universidad Odessa College y ahora pertenece a la Jacksonville Volley, en Florida) y Alondra Alarcón (ex Túpac que ahora milita en la Universidad de Nevada).

Así, con un equipo con nombres nuevos y son ausencias notables también, con la baja por lesión de Ysabella Sánchez y la negativa al llamado de Clarivett Yllescas y la no convocatoria final de Esmeralda Sánchez, quien estuvo en la preselección.

¿Dónde está el cambio? Quienes conocen de cerca a Antonio Rizola aseguran que es un entrenador muy directo, que sabe leer y entender a las jugadoras y les dice las cosas claras. Es meticuloso, mira todo y se fija en cada detalle. Incluso, sin detener la práctica, invade el terreno para dar indicaciones a alguna jugadora.

“Las chicas tienen que entender que no han ganado nada”, esa es el punto de partida para Rizola, y agrega “pero no creer que ya entramos en un partido perdiendo”. Lo decía en una entrevista a El Comercio. Así, un día le deben plantar cara y perder ante la mundialista argentina y al otro levantarse para superar a las juveniles talentosas de Brasil.

Y Rizola entrenó con 29 jugadoras antes de realizar su convocatoria final. Primero trabajó con nueve chicas de los equipos que quedaron eliminados antes de las semifinales de la Liga Nacional. Luego hizo una preselección de otras 19 voleibolistas y sobre el final se unieron Ángela Leyva (Turquía), Yadhida Anchante y Jade Cuya (Estados Unidos). Si bien el tiempo de trabajo fue corto, el entrenador pudo conocer un poco de muchas de las jugadoras para tomar una mejor decisión al momento de elegir a su convocadas.

El profesor Rizola significa mucho para nosotras, nos habla bastante y nos da confianza, es como un papá para todas nosotras", asegura Diana de Peña. “Tenemos un super entrenador, que nos ha dado la confianza que se necesitaba. El grupo está bonito, tenemos un buen ambiente y el buen ambiente también lo hace el entrenador”, agrega Kiara Montes.

Perú fue segundo en la primera edición de la Copa América de Vóley y se celebra porque este equipo apenas tuvo diez días de entrenamiento antes del torneo y llegó sin ningún amistoso previo. “El subcampeonato representa para nosotros que el proceso comienza en excelentes condiciones, demostrando que trabajar con ética, seriedad y compromiso, mejoramos”, aseguró Rizola sobre el momento.

No todo es alegría

Y es todo un proceso, que ha encontrado una muralla en el calendario al no poder estar en la Copa Panamericana de agosto que organiza Norceca, debido a algunos inconvenientes entre la organización y la Federación Peruana de Vóley. Es sabido que la realidad económica no es la mejor en el vóley peruano y esta sería la razón de su ausencia en el certamen.

En el plan de Rizola siempre estuvo competir en la Copa Panamericana. Incluso, pensaba en conformar un equipo distinto al que jugó la Copa América para que todo el universo de seleccionadas tenga roce internacional en este periodo.

El Comercio pudo saber que se hicieron algunas gestiones para poder estar, pero la respuesta final fue que “ya no hay posibilidad” de jugarlo. Así, la Copa América es el único torneo para las dirigidas por Rizola en estos momentos.

No son momentos decisivos, a entender de Rizola, por que lo que está buscando es probar atletas nuevas y ajustar detalles con algunas jugadoras que están comprometidas con el proyecto, pero por motivos personales no pueden estar en la selección.

“En realidad, nuestro gran objetivo es clasificar al Mundial Mayores 2027 y hacer una gran representación en los Juegos Panamericanos de 2027 en Lima”, confió Rizola hace unos meses. ¿Los Juegos Olímpicos? Todavía. Es una meta en el horizonte, pero no para Los Angeles 2028. Brisbane 2032 es la meta.

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