Perú ha vencido 3-1 a Bolivia en el Maracaná, logrando su primer triunfo en la Copa América 2019, y regresamos al hotel justo para ver los últimos minutos del Brasil - Venezuela. Faltaba tan poco que no nos dio tiempo de ir a dejar las cosas a la habitación, mirando lo que restaba del partido en el restaurante junto a otros peruanos, turistas y personal del lugar. El amargo 0-0 trajo algunas críticas a Tite, aunque más que insultos o frases negativas, la decepción local se transformaba en un pedido casi unánime: “tem que colocar o ‘Cebolinha'”.
MIRA | Perú vs. Brasil: ¿quién es Everton, el atacante que todos piden ante la Blanquirroja?
En los siguientes días hasta el duelo de la selección frente a Brasil, en Río de Janeiro como Sao Paulo, en donde se enfrentaron, solo habían dos cosas en las que en el país anfitrión se coincidía: 1. El ‘Scratch’ debía clasificar goleando a la Blanquirroja; y 2. Para que lo primero sucediera debía arrancar Everton, el famoso ‘Cebolinha'. Hasta en los diarios deportivos aparecían editoriales exigiéndole a Tite que pusiera al extremo del Gremio. La interrogante inmediata fue: ¿Quién es este jugador que todos piden frente a Perú?
Sin Neymar, ausente en el torneo por lesión, y un Coutinho frío, que transmitía poco, Everton era la esperanza de una ‘torcida’ desesperada por recuperar la fe en su seleccionado a través del ‘jogo bonito’ del atacante. La carta de presentación de ‘Cebolinha’ en la Copa fue ante Bolivia: diagonal de izquierda hacia al medio, gambeta y derechazo al ángulo. A eso se le sumaba velocidad y desparpajo. No tenía miedo a encarar. Jugaba como en el barrio... y se divertía, algo que le reclamaban a Coutinho, Gabriel Jesus, Willian, Dani Alves y por supuesto al entrenador.
El bajo nivel de David Neres, extremo que llegó al certamen mostrando actuaciones brillantes en el Ajax holandés, que meses previos había humillado al Real Madrid en el Bernabéu, sumado a la presión mediática para que alinearan desde el vamos al delantero de Gremio, hizo que Everton saliera en el once inicial. Aquel encuentro fue un punto de quiebre para nosotros, los locales y para el mismo futbolista.
En el maravilloso Arena Corinthians, Perú se sintió más visitante que nunca. En las gradas se percibía cierta preocupación por Paolo Guerrero, ex ídolo del ‘Timao', pero los hinchas estaban envalentonados por el ’19′ de la verdeamarela, quien era aplaudido con cada toque de pelota en el calentamiento.
-Nunca lo vieron venir-
Ni con dos Advínculas hubieran frenado al extremo. De hecho, Ricardo Gareca repitió como contra Bolivia y puso a Andy Polo por la banda derecha. El ex Universitario, que había sorprendido a los periodistas brasileños por su velocidad, quedó desorientado, al igual que ‘Lucho'.
“El más difícil que he marcado ha sido el ‘chato’ Everton. Yo estaba esperando que lo vendan para ver si me daba un porcentaje de su pase, no sé qué pasó. Me metió un baile... Bailé salsa, reggaetón, huayno, de todo”, respondió el lateral del Rayo Vallecano al ser consultado sobre el jugador más complicado que le tocó marcar. Y no exagera.
Ni con la ayuda de Andy Polo pudo contener al nacido en Maracanaú. Fue tal el nivel de Everton, que el anfitrión se olvidó que por el otro lado tenía a Dani Alves. Cada vez que tomaba el balón, sacaba a pasear a Advíncula. Luis intentaba anticiparlo y Everton aguantaba, giraba y se iba. Le metía los brazos y ‘Cebolinha’ resistía. Lo jalaba y el brasileño no caía. Todo se agravaba para el lateral cuando el rival lo encaraba de frente. Era tal la velocidad en conducción y freno imprevisto de Everton, que Advíncula pareció torpe y lento. El rostro del peruano cada vez que el balón se iba lejos de su sector era de alivio. El gol, que fue el 3-0, consagró al futbolista de Gremio.
El 5-0 final hizo que la selección se replanteara varias situaciones, incluso la confianza que sentía al llegar a la Copa América con el rótulo de mundialista. La goleada también le dio a Brasil el envión que necesitaba rumbo a un nuevo título continental. Mientras que Everton no volvió a sentarse en el banco de suplentes. En la final, en el Maracaná, la historia se volvió a repetir. ‘Cebolinha’ convirtió el 1-0 y nuevamente fue indescifrable para Gareca y Advíncula.
Ha pasado un año desde que el lateral conoció al brasileño. ‘Lucho’ tenía 29 y ‘Cebolinha’ 23. Cada vez que al ex Sporting Cristal le preguntan por el delantero más difícil que tuvo al frente, siempre contesta sin dudarlo: Everton. Aunque ahora lo hace con una sonrisa que maquilla el sufrimiento vivido aquella tarde de sábado en Sao Paulo, momento que jamás olvidará.
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