Pedro Ortiz Bisso

Seguro no lo planeó así, pero esta vez su verborragia le salvó la vida a Julio César Uribe. Hubiese sido decepcionante verlo aceptar un cargo en la Federación Peruana de Fútbol, después de haber pasado gran parte de su vida adulta hablando de valores, ética y compromiso. El extraño tour de medios que hizo durante la semana, en el que solo le faltó ponerse un lacito, le sirvió para obtener un premio mayor: volver a su querido Sporting Cristal con los cargos de asesor y vocero. Una personalidad poderosa como la suya le viene bien a los celestes, sobre todo a Joel Raffo, quien necesitaba a gritos de un pararrayos potente que lo ayude a aminorar su desprestigio.