“La ilusión nos jugó una mala pasada”, señaló Agustín Lozano el pasado 14 de marzo del 2024, casi cuatro meses después de iniciadas las accidentadas negociaciones para dar por concluida la relación contractual de la selección peruana con Juan Máximo Reynoso. Tras un largo silencio, el presidente de la Federación Peruana de Fútbol (FPF) se excusó en el criterio de “ilusión desproporcionada” para justificar la ausencia de una cláusula de salida por malos resultados, detalle que terminaría costándole a las arcas de la FPF cerca de dos millones de dólares en beneficio del entrenador. Menos de un año después, en Videna ahora hacen cuentas para resolver el contrato de Jorge Fossati con la Bicolor en el último lugar de las Eliminatorias más accesibles en más de tres décadas. ¿Qué implica para la selección el gasto de dos rescisiones millonarias en dos años?
Seis partidos después y habiendo logrado 5 puntos de 18 posibles, la selección peruana pasará las fiestas navideñas como colera absoluta de las Eliminatorias, con el sueño de clasificar a la Copa del Mundo cada vez más rezagado. El responsable intelectual de este crítico escenario es Jorge Fossati, pero el culpable político vendría a ser Agustín Lozano, presidente de la FPF, más allá de que el director general Juan Carlos Oblitas ya asumió parte de la responsabilidad con la destitución de su cargo.
Según conoció este diario, en el último directorio de la FPF se acordó dar por terminado el ciclo de Jorge Fossati al mando de la selección peruana. Sin embargo, aunque no existe todavía ningún anuncio oficial desde Videna, recientemente Pablo Betancourt, representante del aún estratega de la Bicolor, expuso la situación entre la FPF y el uruguayo.
“Oficialmente, no hemos recibido la desvinculación o el pedido de desvinculación del profesor. Hemos recibido alguna llamada de Sabrina Martin, de la secretaría de gerencia, queriendo negociar. Inclusive han llamado al profesor, pero el profesor la derivó conmigo”, sostuvo el agente en RPP.
- Así van las Eliminatorias
Betancourt advirtió que en caso ya no deseen contar con el entrenador, existe una cláusula de salida. “Cuando iniciamos el vínculo, habíamos visto cómo se había manejado la desvinculación con el profesor anterior. Si no quieren que no esté, no está (…) Hemos dejado una cláusula de salida donde la Federación notifica y hay unos parámetros para que notifique que están dentro del contrato, pero son los normales y serios cuando uno no notifica a una persona que no va a trabajar más”, advirtió.
Esta cláusula debería implicar un gasto inesperado de la FPF, tal como sucedió un año atrás con Juan Reynoso. Aunque parezca inverosímil, el escenario se repite. “Estamos esperando ser notificados, no una llamada, creo que es poco serio, con un ataque de la prensa, lo único que es concreto, que todos los periodistas dicen, es que toda la información sale de la Videna, estamos esperando que nos notifiquen”, sentenció.
La entrevista concluye con un diálogo que deja en evidencia un corto circuito:
—¿Cree que la Federación está buscando que renuncie Fosatti?—, dispara el periodista.
—Sí, totalmente, por eso pusimos la cláusula de salida—, asevera el agente del entrenador uruguayo.
Un año después, parece ser que el escenario se repite: la FPF decide concluir el ciclo del entrenador por malos resultados. “La FPF debe ser consciente de que no tomaron las decisiones ideales”, advierte reiteradamente Nolberto Solano, asistente de Ricardo Gareca en el exitoso ciclo de siete años en el que la selección peruana volvió a un Mundial luego de 36 años y fue protagonista a nivel sudamericano, llegando a una final de la Copa América tras 44 años.
La controversia con Gareca
Solano se refiere al ciclo de Gareca que decidió cortar Agustín Lozano, una vez más, con una negociación conflictiva luego del repechaje a Qatar 2022. “Si yo no te quiero, no te ofrezco el 40% menos, directamente digo que no te puedo pagar... Si ellos (directivos de la FPF) salen transparentemente a decir eso, tienen todo el derecho del mundo, nadie les puede cuestionar eso. Pero que sean honestos, valientes con un tipo que nos ha dado todo. A Gareca díganle las cosas de frente”, sostuvo el periodista Diego Rebagliati el 15 de julio del 2022, una vez anunciada la finalización del ciclo de Ricardo Gareca, dejando entrever malas formas en la negociación.
“Gareca es un referente de liderazgo y de manejo de grupo, pero lo cierto es que el no haber clasificado al mundial, sumado a que ya no estará más El Tigre, el valor del patrocinio de la selección ya no tendrá el mismo valor”, afirmó Luis Carrillo Pinto, director de Live Media, sobre la decisión de dar por concluido el ciclo de Gareca.
“La selección tiene que recuperar la confianza de los patrocinadores y para eso tiene que contratar a un entrenador que esté al nivel de Gareca o con más trayectoria, no se puede traer a alguien de menor valía”, sostiene”, advirtió el también periodista deportivo.
Tras varios meses de incertidumbre, Agustín Lozano decidió apostar por Juan Máximo Reynoso, entrenador con un perfil totalmente distinto al que se había adecuado con resultados exitosos la selección peruana por siete años.
El caso Reynoso
La historia con Reynoso ya es conocida. Los malos resultados lo condenaron y en diciembre pasado se anunció su salida. Eso sí, las negociaciones para la rescisión de contrato duraron aproximadamente un mes, nuevamente en medio de declaraciones polémicas y revelaciones que delataron una controversia.
Como se recuerda, a mediados de octubre del 2023 comenzaron los cuestionamientos sobre la permanencia de Juan Reynoso a cargo de la selección peruana. A los malos resultados se sumaba su mala relación con la prensa y la percepción de ser un entrenador que no había logrado ganarse la empatía del aficionado.
El 15 de noviembre, tras la derrota ante Venezuela en Lima, se realiza una reunión en la Videna entre Reynoso y altos mandos de la FPF para analizar la situación del equipo. Como en el caso ahora con Fossati, en aquella ocasión se filtra información de que desde Videna se buscaba dar por terminada la relación laboral con Reynoso.
El pasado 7 de noviembre, a días de que la selección peruana reciba a Chile por Eliminatorias, el Ministerio Público detuvo de manera preliminar a Agustín Lozano, presidente de la Federación Peruana de Fútbol (FPF). Además de Lozano, la orden fiscal alcanzó a Joel Raffo (presidente de Sporting Cristal), Gisella Mandriotti (presidenta de Cantolao) y otros directivos y funcionarios de la FPF. A todos se les investigaba por estar ligados a la presunta organización criminal “Los Galácticos”.
Sin embargo, Lozano fue liberado el 20 de noviembre de 2024 luego de que la Quinta Sala Penal de Apelaciones revocara la detención preliminar, argumentando que no existían pruebas suficientes para justificar su permanencia bajo arresto. La Fiscalía también desistió de acusarlo por el delito de organización criminal, aunque mantiene investigaciones abiertas.
El 22 de noviembre del 2023, la FPF comunica a Reynoso su intención de terminar el contrato. Se inicia un proceso de negociación, ya que el contrato del entrenador era por toda la Eliminatoria. Según informó este Diario, Reynoso exige el pago de su indemnización completa, estimada en 2 millones de dólares. Recién el 13 de diciembre del 2023 se formalizó la salida de Reynoso.
Para evitar posibles litigios en instancias superiores como el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS), la FPF debió cumplir con la indemnización, debido a que el vínculo contractual que los unía no contaba con una cláusula de rescisión unilateral. Esto último, por un descuido del equipo legal de la FPF.
“La autocrítica pasa por el tema legal. No porque se haya manoseado, sino que con la ilusión de un proyecto a largo plazo no se tomaron las protecciones legales que deberían haberse plasmado en un documento. Esa es una autocrítica que tenemos que reconocer y no se puede volver a repetir. La ilusión nos jugó una mala pasada, pensamos a largo plazo y nos descuidamos de cosa que debimos haber asegurado”, fue la explicación que dio Agustín Lozano en una entrevista a RPP.
“Me parece que se tomó muy a la ligera, no era fácil construir un equipo para llegar a ser competitivos, lastimosamente dentro de las decisiones que tomaron, a Juan [Reynoso] no le fue bien, a Fossati tampoco; en la Federación tienen que tomar conciencia, pero se confiaron”, sostiene Nolberto Solano sobre la actual coyuntura de la FPF.
Con la destitución en marcha de Jorge Fossati y la dirección general acéfala tras el despido de Juan Carlos Oblitas, la selección peruana parece vivir sus horas más oscuras apenas dos años después de concluir el ciclo más exitoso que nos llevó de vuelta a una Copa del Mundo.
Por lo pronto, a la selección peruana le restan seis fechas para concluir las Eliminatorias donde ocupa el último lugar, aunque aún con opciones matemáticas de alcanzar el séptimo lugar y pelear por el repechaje. Cabe recordar que por primera vez desde que se utiliza este formato (Francia 98), seis selecciones clasifican directamente y la séptima va a repechaje de un total de diez selecciones que compiten en el proceso eliminatorio.
Frente a ello, y teniendo en cuenta que el proceso se reinicia en marzo del 2025, resulta urgente que la FPF, con Agustín Lozano a la cabeza por último año, define un nuevo plan ante la crisis. El escenario se complica teniendo en cuenta que el entrenador y el director que lleguen solo contarían con el respaldo de Lozano hasta diciembre del 2025, salvo que el dirigente apele a la reelección para mantenerse en el cargo.
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