Desde la semana pasada, se vienen reportando bloqueos de carreteras dadas las protestas que hoy enfrentamos, lo que afecta el sector agrario. A ello se le suma el paro de transportistas en este último trimestre. Como señaló Gabriel Amaro, director ejecutivo de la Asociación de Gremios Productores Agrarios del Perú (AGAP) a El Comercio el 14 de diciembre, las pérdidas en la agroexportación ya alcanzaban en esa fecha los US$100 millones.
Para Marco Vinelli, director de la Maestría en Administración en Agronegocios de ESAN, la cifra ya estaría en alrededor de los US$200 millones.
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Fertilizante y sequías
Más allá de la situación que enfrenta hoy el sector, es importante recordar otras dos problemáticas vigentes: la demora en la llegada de fertilizantes y la falta de lluvias, que ocasionan sequías en el país. Ambos factores impactarán en la productividad, disponibilidad y precio de los principales cultivos para el 2023, según los especialistas consultados por este Diario.
En el caso de los fertilizantes, los productores agrarios se vieron afectados por el acceso a la urea por su precio, que se cotizaba en US$925 por tonelada en mayo.
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Y aunque hoy su precio es 36% menor, el alto precio de este fertilizante dio pie a un proceso de compra por el gobierno que hasta hoy no ha concluido en su totalidad. Después de tres licitaciones fallidas, el Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego se encuentra a la espera de que la empresa paraguaya Direcagro ingrese el producto al país entre fines de diciembre e inicios de enero. No obstante, dado el retraso en todo el proceso, esta compra solo podría atender el 30% del total de la campaña de siembra, que se inició en agosto. Ello afectaría la producción de la papa, el maíz, el arroz, el tomate y la cebolla.
Este problema se suma a la falta de lluvias y sequías que está afrontando el agro, añadió Amaro. Se estima que el 48,9% de unidades productoras del país practica una agricultura de secano, que emplea exclusivamente el agua de las precipitaciones.
Milton Von Hesse, exministro de Agricultura, señaló que las lluvias debían comenzar en noviembre y continuar hasta marzo para irse disipando en abril. No obstante, apuntó que existen retrasos de lluvias en la sierra, el sur y, en menor medida, el norte del país.
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Amaro estimó que las sequías afectarían el 30% de los cultivos. Tanto él como Von Hesse indicaron que en primera instancia se verán afectados los productores agrarios de la sierra, y luego los de la costa. Los productos afectados serían la papa, el arroz, el maíz, el ajo y las zanahorias.
Una menor producción implicará un alza de precios que ya viene afectando al sector por los bloqueos, resaltó Amaro.
La afectación por este problema se notaría en marzo con las cosechas, afirmó Vinelli.
