Carlos Añaños, Fundador de AJE, Presidente en Patronato Pikimachay y Fundador de Tiyapuy. (Foto: GEC)
Carlos Añaños, Fundador de AJE, Presidente en Patronato Pikimachay y Fundador de Tiyapuy. (Foto: GEC)
Melissa Cosmópolis

Para que haya armonía en el crecimiento económico, se necesita inversión privada, un Estado que funcione e instituciones sólidas, sostuvo desde CADE Ejecutivos 2022 Carlos Añaños, Fundador de AJE, Presidente en Patronato Pikimachay y Fundador de Tiyapuy. Precisó que sin un Estado eficiente, las expectativas de crecimiento se irán perdiendo.

El ministro de Economía, Kurt Burneo, rebajó las expectativas de crecimiento económico como país. ¿Qué puede hacer el empresario para ayudar al desarrollo de las sociedades y zonas rurales en el Perú?

Hay dos temas importantes que tenemos que entender. Primero, en la agenda de CADE un tema fundamental que se habla es de la inversión privada, un Estado que funcione y de instituciones sólidas. Si no logramos que esos tres temas estén en armonía, vamos a seguir quitando expectativas cada tiempo. Nuestro problema del Perú hoy es la confianza. Si hay confianza hay inversión, si hay inversión hay empresa, si hay empresa hay empleo, si hay empleo hay salario, si hay salario hay consumo y ese consumo genera lo que le llamamos los recursos solo y sin impuestos, que los directos pasan los 60%.

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Con ese dinero se educa, se cura y funciona el Estado. Es fundamental que los que dirigen el país entiendan la relevancia que tenemos los empresarios, porque los empresarios tenemos una responsabilidad y estamos orgullosos y seguro la vamos a asumir, pero si no tenemos un Estado que acompañe, [sea] eficiente y las instituciones sólidas que funcionen, vamos a ir quitándole expectativas y sobre todo en un momento turbulento, de grandes movimientos globales. Hoy es donde más necesitamos una gestión pulcra y unas decisiones importantes para el país.

Desde Patronato Pikimachay se han hecho varias acciones para ayudar al desarrollo de Ayacucho. ¿Cómo se puede replicar este tipo de hechos en otras ciudades del Perú?

El Patronato Pikimachay es una organización que representa a la sociedad civil organizada, que no tiene un interés político ni económico. Invito a los diferentes empresarios de provincia a que se unan bajo ese mismo sentido.

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Cuando fundamos el patronato nos centramos en cuatro pilares fundamentales para intentar poner en valor a Ayacucho. Uno de los pilares era acercar la artesanía la arte; el otro pilar, que Ayacucho sea reconocido en alguna categoría como patrimonio mundial por la Unesco, que lo logramos que se incluyera en la red de ciudades creativas; el otro [pilar] trabajamos un modelo de ‘smart city’ para ir a la vanguardia en una ciudad del Perú que habíamos vivido toda una serie de problemas en la época del terrorismo; y en el otro lanzamos la marca Ayacucho, trabajamos 18 meses con la mejor empresa de branding del mundo, porque creemos que Ayacucho es una marca que tiene 20.000 años de historia. Creo que tenemos que empezar a revalorar esa historia, esa cultura para motivar a que muchos visitantes nos visiten y disfruten esa gran riqueza del Perú.

Por ejemplo, de acuerdo a las pruebas de carbono 14, las papas tienen una antigüedad de 12.000 años. ¿Quién vivía hace 12.000 años? El hombre Pikimachay estaba hace 20.000. Imagínate si pusiéramos en valor esa papa que fue y es un aporte a la humanidad. Debemos sentirnos orgullosos de eso y es en esa gran nación que nosotros vivimos y al cual invito a las diferentes organizaciones civiles a trabajar, buscando la unidad, porque estoy seguro que aportando, dedicando tiempo, vamos a lograr avances importantes.

Este tipo de acciones generan un círculo virtuoso que al final generan empleo digno y formal, que el Perú necesita.

Absolutamente. En el 2016 recibíamos en Ayacucho apenas 56.000 mil turistas. El 2019 recibimos más de 300 mil turistas. Se activaron los cerca de 30 destinos turísticos que tiene Ayacucho. Muchos no saben esa riqueza que tiene. Ya no hablamos de zonas turísticas, [sino de] nuestra biodiversidad, nuestra comida. Creo que Gastón hizo un trabajo maravilloso en Perú, pero todavía las regiones tenemos que hacer mucho más, porque Ayacucho es rico. Por alguna razón el hombre Pikimachay habría decidido vivir en Ayacucho hace 20.000 años y nosotros sus hijos probablemente todavía no nos hemos dado cuenta de esa gran riqueza y magia que cobija a nuestro Ayacucho y Perú.

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Acerca de la coyuntura, ¿cómo afecta a las inversiones situaciones como el pedido de confianza realizado por el Ejecutivo?

Es parte de la inestabilidad, afecta definitivamente. Parece que no nos hemos dado cuenta que se fueron cerca de US$15.000 millones del Perú, afuera. Esos US$15.000 millones están haciendo empresa en España, Colombia, Panamá, Miami, en muchos lugares del mundo. Estamos perdiendo esa gran oportunidad. Se va el dinero y lo poco que queda aquí se encarece. Lo más triste que genera es un espanto de los jóvenes, que empiezan a perder la esperanza, el sueño, esa expectativa en el Perú y lo que más me preocupa es que se nos están yendo jóvenes porque no ven esperanza.

Yo pediría a las diferentes autoridades que piensen un poquito. Cada acción tiene un resultado y un efecto muy duro. Tenemos que entender que el país necesita estabilidad, confianza. Necesitamos trabajar Estado, empresa, sociedad civil de forma equilibrada. Esto no se trata de competencias, de luchas de clases, no se trata de ver a los de arriba o los de abajo, se trata del Perú y el Perú lo que necesita es mejorar su gestión.

¿Qué estrategia debe tomar el privado para seguir generando empleo y operando en el país a pesar de crisis como la que tenemos actualmente?

Quisiera hacer un llamado a los empresarios a no perder la esperanza. Tenemos un país mágico, maravilloso, por temas fundamentales, por nuestra biodiversidad, por nuestros microclimas, por nuestra cantidad de reserva de agua dulce, pero en especial por su gente. Los peruanos somos buena gente y debemos seguir apostando y creyendo en esta linda nación.

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