Chancay: El ‘hub portuario’ del futuro que corre contra el reloj

El Puerto de Chancay es el proyecto logístico más ambicioso del Perú en décadas. Con una inversión inicial de US$1.300 millones y una proyección total superior a US$3.500 millones, su potencial como ‘hub portuario’ regional es enorme. Pero ese potencial está en riesgo si no se resuelven los graves retos estructurales e institucionales.

Chancay podría mover hasta 5 millones de TEU al año —el doble que el Callao— y reducir a 12 días el tránsito marítimo hacia Asia. Sin embargo, la infraestructura vial actual es insuficiente: más de 2.700 camiones diarios circularían por una Panamericana Norte colapsada y puentes en riesgo de derrumbe. Esto amenaza con paralizar la operatividad del puerto.

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Además, el Plan de Desarrollo Urbano (PDU), diseñado por el Gobierno hace más de un año, sigue sin aprobarse. Este retraso impide canalizar inversiones privadas clave en vivienda, comercio, oficinas e infraestructura logística.

Por otro lado, la inseguridad también es crítica. Bandas como “Los Pulpos” y “Los Monos de Quepepampa” generan extorsión y temor, lo que aleja al capital privado. Ninguna firma global operará en un entorno sin seguridad jurídica ni física.

El sector inmobiliario puede ser un motor de desarrollo en torno al puerto, pero requiere dos condiciones: predictibilidad y planificación. Urge aprobar el PDU, establecer zonas económicas especiales, garantizar conectividad vial moderna —incluido un acceso ferroviario— y combatir decididamente al crimen.

Aprovechar el potencial de este ‘hub portuario’ precisa de una articulación real entre el Estado, el sector privado y los gobiernos locales. El tiempo corre y las decisiones que no se tomen en 2025 podrían hipotecar el futuro del que podría ser el nuevo polo de desarrollo del Pacífico Sur.