Si uno revisa los volúmenes comercializados en el Gran Mercado Mayorista de Lima en marzo de este año y los del 2019 y 2018, las cifras –que muestran un incremento del 10% y 12%, entre el mes pasado respecto a los anteriores, respectivamente– podrían no ilustrar la compleja realidad que enfrenta el sector agropecuario en el escenario de cuarentena por COVID-19.
En efecto, a puertas de concluir la campaña “grande” o la mayor cosecha del año, la semana pasada el mercado más vasto del país movilizó 40 mil toneladas de más de 80 frutas y hortalizas, un tercio más del promedio que vende en ese período, precisa Jaime Gallegos, gerente general de Empresa Municipal de Mercados (EMMSA). “Esto (el aumento de los volúmenes) se da porque hay un temor cada vez que se expande el período de emergencia y la gente se vuelca a comprar más productos”, señala a Día1. “No hay ningún escenario que nos indique que va a haber desabastecimiento”, responde, cuando le preguntamos sobre el tema. ¿Y en el mediano plazo? El Ministerio de Agricultura y Riego (Minagri) está velando por que esto no suceda, asegura.
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VARIABLES DE FONDO
En la otra punta de la cadena, los productores agropecuarios agrupados en la Convención Nacional del Agro (Conveagro) disienten. Según explica Clímaco Cárdenas, presidente del gremio, ya empiezan a advertir los síntomas de una eventual contracción de la productividad en el campo en los próximos meses.
Según cuenta, la inmovilización social está causando problemas de colocación de productos frescos –tanto agrícolas como pecuarios– por dos razones. Por un lado, el mercado se ha achicado: hay poca asistencia a las ferias y mercados en las regiones, las ventas a restaurantes y hoteles se suspendieron y hay un menor poder adquisitivo de la población.
Por otro lado, existen problemas logísticos para el desplazamiento de la mano de obra a los fundos (pues el transporte público no opera con normalidad) y el despacho de la producción por transporte de carga vía terrestre. Este es el caso del sector quesero, que absorbe el 40% de la leche ordeñada en el país, señala. “Eso genera una quiebra inmediata al productor, que no tiene para pagar la medicina y el forraje”, refiere.
El desafío logístico se explica asimismo por el menor interés de los camioneros para llegar a Lima, al no encontrar carga industrial para regresar a origen. Pero también por la existencia de disposiciones locales más estrictas que las aprobadas por el Ejecutivo, que estarían impidiendo el libre tránsito y “fracturando” la cadena, explican fuentes consultadas para este informe. “Hay rondas campesinas que se han instalado”, informa Tony Salas, presidente de la Consultora ACM.
LOS PROVEEDORES
Con este día a día lidian también los proveedores del campo, que han resuelto el acompañamiento a sus clientes agricultores con videollamadas, dicen en Bayer y Yara.
No obstante, aún tienen limitaciones logísticas para llegar a ellos con los insumos, que incluyen aquellos para nutrición y protección de cultivos y animales y, otro no menos importante, la semilla. “Existen puntos de venta que están cerrados en algunas regiones del país o que están atendiendo al 50% de su capacidad”, indica Harry Murillo, gerente división agrícola de Bayer en Perú.
En Montana, que atiende a productores agrícolas, avícolas y porcinos, explican que durante las primeras semanas de la cuarentena la distribución de sus líneas de productos para cultivos y animales se redujo de 15% a 20%.
En ese sentido, anticipan que la falta de acceso a insumos plantea a mediano plazo riesgos de mortalidad y enfermedades para los animales ante el inicio de la temporada de heladas en la sierra. “Ambas situaciones impactarían negativamente en la calidad de vida de muchas familias en el campo”, sostienen.
PROPUESTAS DE CONTENCIÓN
Ante la situación, las fuentes consultadas para este artículo anotan varias soluciones.
Al margen del bono rural de S/760 lanzado por el Gobierno para garantizar la alimentación y prevención del virus para familias productoras agropecuarias, Cárdenas informa que Conveagro ha propuesto a la PCM la creación de un Bono Productivo Agrario de cara a la próxima campaña. También proponen la implementación de un Fondo de Salvataje y Reactivación de la Agricultura Familiar de S/5.000 millones, que opere a través Agrobanco, con una cobertura del 50% y una tasa de interés del 3%.
En materia logística, además de la armonización regulatoria entre el Gobierno nacional y local, existe la necesidad de reforzar la descentralización de los mercados mayoristas, opina Jessica Luna, gerenta general de Cómex Perú.
De manera complementaria, ante la emergencia, las fuentes opinan que ayudaría la organización de un sistema de desinfección de fletes en ruta. Esta es una de las buenas prácticas que deberían impulsarse y monitorearse en la cadena productiva agropecuaria, sin olvidar aquellas básicas (lavado de manos y uso de mascarilla) en las chacras.“Es urgente que las autoridades acompañen y no solo le den soporte con programas para créditos, sino para que adopten buenas prácticas”, opina Gabriel Amaro, director ejecutivo de la Asociación de Gremios Productores Agrarios del Perú (Agap).
[Día1buscó entrevistar al Minagri y al Senasa para este informe sin éxito].
DATO
- S/1.611 millones sumaban las pérdidas en el sector agropecuario generadas por la emergencia sanitaria por COVID-19 hasta mediados de este mes, según el Minagri.
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