María Pía Palacios

En la última Asamblea Anual de Red Acción, organización que convoca a instituciones para impulsar iniciativas de inclusión financiera en 16 países de América Latina, uno de los temas centrales fue el avance de la transformación digital y su impacto en el acceso a los servicios financieros.

Al respecto, la consultora McKinsey & Company, que ha acompañado a instituciones financieras del Perú y del mundo en sus procesos de transformación digital, señaló que aunque se ha producido un avance, el impacto todavía no es el esperado. Además de desarrollar productos digitales intuitivos, de fácil uso y accesibles, hay que ponerse en los zapatos del cliente y andar por los caminos que transita para conocer, en su real dimensión, el alcance y las limitaciones de los servicios que ofrece la banca.

En los últimos años, el ‘open banking’ ha ofrecido interesantes beneficios para una lectura más completa del comportamiento de los clientes. A través de ella, los clientes y las entidades financieras comparten información que permite ofrecer servicios más personalizados, acorde a sus necesidades y, por tanto, es una herramienta posible para la inclusión financiera.

Adicional a ello, iniciativas regulatorias como los promovidos por el Banco Central de Reserva del Perú para la interoperabilidad y la próxima plataforma de pago digital, son claras apuestas para repotenciar la bancarización en el Perú e incrementar el flujo financiero.

Con todo ello, ahora estamos a puertas del ‘open finance’, una marea digital de alta competencia y a la vez, un océano de oportunidades donde empresas y clientes intercambian información de pensiones, seguros, inversiones, hipotecas, entre otros.

En esta siguiente etapa, se promueve la competencia, innovación, inclusión y se refuerza el empoderamiento del cliente. Y es necesario estar a la altura del ciclo de transformación que se viene, no sólo desde las instituciones microfinancieras sino también desde el regulador.

En Caja Arequipa nos llamamos “apasionados por la innovación” porque comprendemos que apostar por la transformación y mejora permanente es el camino para servir a los emprendedores, un usuario dinámico y variable por los factores externos que pueden afectar sus negocios.

En el 2022, fuimos la primera caja en realizar desembolsos de créditos 100% digitales por biometría. En el 2023, también nos colocamos como la primera caja en participar de la interoperabilidad entre Plin y Yape a través de nuestro aplicativo, el mismo que es considerado la mejor app financiera del Perú por dos años consecutivos con valoración de 4,9 sobre 5 en votos de usuarios de Google Play Store.

La agenda de la transformación digital no tiene límites y los sueños de los emprendedores tampoco. Significa que las instituciones microfinancieras debemos hilar aún más fino.

Hace falta “recablearnos” para adquirir una mirada más holística; adaptarnos a las nuevas variables y tecnologías para ajustar los productos digitales, buscar alianzas con proveedores fuera de la esfera financiera que puedan proponer soluciones que se adapten a la realidad microfinanciera del Perú; y muy importante, sentir el pulso de los usuarios, reconocer sus puntos de dolor en el uso de las tecnologías y, en suma, reconocer qué hábitos digitales y financieros hacen ‘match’ en su día a día y cuáles son las variables que las determinan. Este es el momento para reconfigurar la visión de las organizaciones y del regulador, para servir a los clientes de las formas más adecuadas para ellos.

María Pía Palacios Presidenta del directorio de Caja Arequipa.