La próxima semana la gran mayoría de instituciones educativas inician su año lectivo con clases remotas, tal como exige la pandemia. Pero conforme avance la vacunación y se reduzca el nivel de contagios, los alumnos volverán eventualmente a las aulas. ¿Cómo debería ser este proceso? ¿Cuál debe ser la prioridad?
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Al respecto, la exministra de Educación, Marilú Martens, indicó que definitivamente se debe priorizar la salud de los estudiantes y los docentes. Al no estar aún controlada la propagación de la pandemia sigue siendo una gran amenaza volver a la presencialidad.
“Al ser importante regresar a las aulas, porque es un espacio necesario donde aprendemos socialmente y compartimos con los docentes y compañeros, definitivamente hay que mirar la presencialidad y planificar la estrategia, siempre priorizando la seguridad de la salud de estudiantes y docentes”, sostuvo.
En cuanto a la educación a nivel primaria y secundaria, afirmó que si bien el Minedu ha establecido que el inicio de clases será el 15 de marzo y hasta el 15 de abril será de manera remota –en ese momento se evaluará la modalidad en la que se continuará–, tenemos que ir midiendo como país cómo controlar los riesgos que esto implica, puntualizó.
Aseguró que para que las clases sean presenciales se debe asegurar que todas las escuelas cuenten con las medidas de bioseguridad estrictas que se requieren, tener estación de lavado de manos, ventilación adecuada, contar con espacios amplios disminuyendo el aforo. Para Martens todo esto que es mandatorio, no es opcional. “Si los estudiantes y los docentes van a regresar de manera presencial, las escuelas deben presentar estas condiciones y eso es un no negociable”, detalló.
Recordó que para tal fin, el Minedu ha transferido recursos financieros para un total de 15 mil escuelas, pero argumentó que no solo es dinero, sino es dar la facilidad para que los directores acondicionen los colegios. Para muchos docentes que están en lugares muy retirados no es fácil conseguir lo que se necesita, por lo que debe haber un acompañamiento muy responsable.
“Tenemos que estar preparados, para cuando comencemos [las clases presenciales] ir midiendo y si tenemos que regresar a la educación remota, tenemos que regresar”, acotó.
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REGRESO GRADUAL
Por su parte, Jorge Bossio, director de Aprendizaje Digital y Online de la UPC, sostuvo que el regreso a la presencialidad debe darse con prioridades. Lo urgente, indicó, son las clases que necesitan de la infraestructura especializada de las universidades como un laboratorio de química avanzada, o un simulador de sismo. También, las clases donde se necesitan expresarse a través de trabajo corporal, como las artes escénicas, canto, danza, entre otros.
También se refirió a la parte socio emocional, y en ese sentido propuso fomentar los trabajos en grupos. “En los primeros ciclos es cuando comienza la vida universitaria y conoces a tus amigos de toda la vida. Se debería reactivar solo para esas actividades donde uno pueda compartir lo avanzado en espacios más abiertos”, expresó.
Manifestó que todo lo demás debería quedarse en casa, en una primera etapa. Porque ya hemos aprendido que podemos sobrevivir con clases a distancia. “Las clases teóricas deberían ser lo último en volver, para cuando estemos todos vacunados. Estar todos quietos en un salón no debería pasar nunca más. Tenemos que olvidarnos de las charlas magistrales”, subrayó.
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