Terremoto en Pisco: El paso de Forsur y las tareas pendientes a 12 años del siniestro

El 15 de agosto del 2007 uno de los sismos de mayor intensidad registrados en la historia del Perú remeció las regiones de Ica, Lima y Huancavelica. El terremoto de 7,9 grados de intensidad dejó 722.686 personas damnificadas y 192.486 viviendas afectadas. Hoy, 12 años más tarde, la zona aún no ha sido reconstruida al 100%.

De acuerdo con la Cámara de Comercio, Industria y Turismo de Ica, todavía hay cerca de 10.000 familias en Pisco –el epicentro del sismo– que viven en casas provisionales, entregadas por el Gobierno luego del desastre.

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El director de la entidad, Félix Posadas, dice a El Comercio que la reconstrucción de la provincia muestra un avance de 80% (es decir, se avanzó un 6,6% al año).

“Aún falta levantar algunos locales públicos y monumentos, como iglesias. Además, tanto el asfaltado de la ciudad como el saneamiento no están concluidos por completo”, señala el ejecutivo.

La lentitud en las obras de reconstrucción es especialmente relevante en monumentos. Por ejemplo, en junio de este año recién se inauguró el santuario del Señor de Luren, reducido a escombros durante esa fatídica tarde, detalló Posadas.

LA HISTORIA DEL FORSUR

Días después del terremoto, el gobierno nacional declaró la zona afectada en estado de emergencia (la zona sur asolada por el sismo estuvo en este estado por dos años y 11 meses).

En este contexto, el 28 de agosto del 2007 se creó el Fondo para la Reconstrucción Integral de las Zonas Afectadas por los sismos del 15 de agosto de 2007 (Forsur), con la misión de rehabilitar y reconstruir toda la infraestructura dañada.

A pesar de haber sido creado para brindar soluciones rápidas a la crisis, el Forsur no contó con recursos hasta noviembre del 2007, y

Esto debido a que su directorio, que se encargaba de aprobar planes y proyectos, tenía que seguir 13 pasos para solicitar recursos al Ministerio de Economía y Finanzas (MEF). Dicho proceso podía tardar entre tres y siete meses para captar y ejecutar fondos.

Al respecto, el exministro de Vivienda René Cornejo indica que es necesaria una organización de antemano para acelerar procesos. “Se debe definir cómo intervenir ante un siniestro previamente, no cuando ya ocurrió”, sentenció.

A partir de agosto del 2009, el Forsur pasó de tener un directorio a una presidencia ejecutiva. Y así se pasó a siete pasos para obtener y ejecutar recursos; y el tiempo estimado se redujo a un mes, según se detalla en el informe de balance elaborado por el propio Forsur.

“Urgen planes de contingencia. Nos preparamos para los sismos, pero no para lo posterior”, apunta el exministro de Vivienda Javier Piqué del Pozo.

Aun así, entre el 2007 y 2009 se aprobaron 1.044 proyectos, de los cuales solo se terminaron 141. Y entre el 2009 y 2011 (año en que el Forsur se liquidó), se aprobaron 26 iniciativas y culminaron 505 (aprobados bajo el modelo previo de gestión).

El balance del Forsur mostró que solo el 68% de proyectos fueron culminados y el resto quedó entre obras a medio terminar o con expedientes técnicos en elaboración.

De acuerdo con su balance a junio del 2011, los 646 proyectos terminados demandaron una inversión de S/471 millones, una cifra muy distinta a la estimada como costo de la reconstrucción por el MEF.

LECCIONES POR APRENDER

Doce años después, y con la reconstrucción incompleta, los exministros de Vivienda coinciden en que el gran reto del país es apostar por realizar más actividades para reducir la vulnerabilidad de la población y sus medios de vida ante la ocurrencia de amenazas naturales.

Transcurrido más del 70% del año, entre todos los niveles de gobierno solo han ejecutado 36,5% del presupuesto específico para esta labor.

Por su lado, la provincia de Pisco, en los últimos 19 meses, no ha invertido ningún centavo en este rubro. Esto a pesar de contar con un presupuesto de S/32.500 y S/155.000 en el 2018 y 2019, respectivamente. Incluso, en el 2015, de los S/684.904 con los que se contaban solo se invirtió el 2,7%.