El grooming es una de las amenazas más graves que enfrentan los niños y adolescentes en la era digital. Este término se refiere al proceso mediante el cual un adulto se gana la confianza de un menor, con el objetivo de manipularlo, explotarlo o abusar de él, generalmente en un entorno virtual.
El grooming es una de las amenazas más graves que enfrentan los niños y adolescentes en la era digital. Este término se refiere al proceso mediante el cual un adulto se gana la confianza de un menor, con el objetivo de manipularlo, explotarlo o abusar de él, generalmente en un entorno virtual.
Milenka Duarte

En plena , donde la conectividad a es casi omnipresente, nuestra forma de interactuar ha cambiado drásticamente, impactando de manera especialmente significativa a los más , también conocidos como nativos digitales. Por esta razón, los y sienten una atracción inminente hacia el ciberespacio, ya que les ofrece un sinfín de posibilidades para socializar y explorar el mundo a través de la pantalla, por lo que, como resultado, pasan largas jornadas en línea, aprovechando el acceso a, juegos y diversas plataformas, los cuales les proporcionan múltiples opciones de entretenimiento y educación. Sin embargo, estas herramientas también los exponen a riesgos considerables, como el grooming, una de las prácticas más peligrosas en la sociedad actual, que ha puesto en alerta a y autoridades en todo el mundo.

“El grooming se refiere al proceso por el cual, un adulto busca establecer una relación de confianza con un niño o adolescente a través de la manipulación emocional en redes sociales, internet o juegos en línea, con fines de ya sea mediante imágenes, contenido o interacción. En definitiva, esta práctica es especialmente peligrosa porque ocurre en entornos virtuales donde los agresores pueden ocultar su verdadera identidad, y los menores pueden no ser conscientes del riesgo que implica, haciéndolos más vulnerables en un espacio que ofrece una falsa sensación de seguridad”, explicó Patricia Cortijo, neuropsicóloga de la Clínica Internacional a .

Sin duda, este es un fenómeno que está cobrando cada vez más fuerza, ya que los diversos avances tecnológicos facilitan la conectividad entre los agresores y los menores de edad, lo que ha llevado a un aumento alarmante de estos casos en los últimos tiempos. De acuerdo a un reciente estudio realizado por , con apoyo de la Organización CHS Alternativo, 5 de cada 10 niños y adolescentes peruanos han tenido conversaciones con desconocidos a través de internet, lo que demuestra la alta exposición de los jóvenes a riesgos potenciales en línea.

Por ello, en nuestro país se están fomentando diversos canales a través de los cuales se pueden realizar las denuncias correspondientes en caso de sospecha de grooming. Actualmente, están disponibles los servicios del con el Programa Nacional para la Prevención y Erradicación de la Violencia contra las Mujeres e Integrantes del Grupo Familiar – Aurora y la línea 100, en donde un personal especializado canaliza la denuncia y también brinda orientación a los padres para poder manejar dicha situación.

“El grooming está tipificado como un delito dentro de nuestro ordenamiento jurídico bajo la Ley N° 30096, Ley de Delitos Informáticos, la cual dicta que realizar proposiciones a niños, niñas y adolescentes con fines sexuales por medios tecnológicos acarrea una pena privativa de libertad no menor de 6 años y no mayor de 9. Por consiguiente, es fundamental dar a conocer estos casos, ya que peligros como este ponen en juego la integridad física, psicológica y sexual de nuestros menores de edad. Además, la importancia de la denuncia radica en que nos permite seguir avanzando en cuanto estrategias comunicacionales, legales, de reforma o incluso ajustes en los servicios”, señaló Oscar Alva Arias, director de políticas de niñas, niños y adolescentes del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables.

Identificar el grooming puede ser difícil, ya que los depredadores suelen ser expertos en manipulación. Sin embargo, existen señales de alerta que los padres deben tener en cuenta, como los cambios de comportamiento, uso excesivo de los dispositivos electrónicos, etc.
Identificar el grooming puede ser difícil, ya que los depredadores suelen ser expertos en manipulación. Sin embargo, existen señales de alerta que los padres deben tener en cuenta, como los cambios de comportamiento, uso excesivo de los dispositivos electrónicos, etc.

¿Cuáles son los principales factores que hacen que los niños y adolescentes sean más vulnerables al grooming?

La vulnerabilidad de los niños y adolescentes al grooming puede verse influenciada por una variedad de factores tanto individuales como familiares. Como indicó Carmen Arévalo Araujo, psicóloga clínica y de la salud, uno de los principales aspectos es la, pero no solamente entre los menores y sus padres, sino también entre los propios niños. Asimismo, en donde el es escaso y los, los niños pueden experimentar una mayor desconexión emocional y una falta de apoyo que podría impulsarlos a las interacciones en línea de alto riesgo.

Por su parte, Sara Castillo Cánepa, psicóloga y miembro del comité de psicología educativa del Colegio de Psicólogos del Perú aseguró que, la así como también la curiosidad sexual, lay la necesidad constante de atención y afecto, pueden hacerlos más propensos a caer en las trampas de los depredadores en línea. Igualmente, la falta de habilidades para reconocer comportamientos inapropiados, desconocimiento sobre los riesgos digitales o incluso la confianza excesiva en las interacciones en el internet incrementan la exposición a este tipo de situaciones peligrosas.

¿Cuáles son las fases típicas que siguen los groomers para ganarse la confianza de los niños?

A diferencia de otros tipos de acoso en línea, el grooming implica una relación de manipulación y confianza que se construye a lo largo del tiempo, con el objetivo de abusar sexualmente de la víctima. Por este motivo, como destacó la neuropsicóloga, en estos casos, el agresor a menudo utiliza una serie tácticas psicológicas complejas para mantener el control y la confidencialidad de la interacción.

“Generalmente, estos agresores que buscan a personas vulnerables y crean perfiles falsos, haciéndose pasar por menores de edad, son individuos muy persuasivos y suelen mostrarse en un inicio como amables, pero en realidad son poco y con dificultades para entablar relaciones interpersonales. Además, tienden a presentar , paranoicos e incluso psicopáticos, ya que suelen preparar un escenario cuidadosamente para ganarse la confianza de los niños”, precisó Arévalo Araujo.

Por lo tanto, como refirió la especialista del Colegio de Psicólogos del Perú, los groomers no utilizan la violencia de manera abrupta, dado que su enfoque es gradual y progresivo, por lo que este proceso consta de varias fases:

Fase de amistad

  • Establecimiento de contacto: El groomer crea cuentas falsas y utiliza fotos de menores o intereses comunes para acercarse al niño o adolescente.
  • Identificación del menor vulnerable: Buscan niños con baja autoestima, o que no tienen horarios establecidos para redes sociales y juegos.
  • Creación de una amistad: A través de redes sociales o juegos, el groomer empieza a interactuar, creando una relación de confianza, de manera que convencen al menor de mantener la relación en secreto bajo el pretexto de que nadie los entendería o que es una relación especial.
  • Interacciones frecuentes: Se establecen conexiones regulares a través de juegos en línea o redes sociales, adaptando sus temas de conversación y horarios a los del menor.
Los groomers emplean tácticas calculadas y sutiles, ganándose la confianza de sus víctimas a lo largo del tiempo. A menudo se presentan como amigos, confidentes o incluso compañeros de la misma edad, utilizando información personal compartida por el menor para crear una conexión emocional.  (Foto: Getty Images)
Los groomers emplean tácticas calculadas y sutiles, ganándose la confianza de sus víctimas a lo largo del tiempo. A menudo se presentan como amigos, confidentes o incluso compañeros de la misma edad, utilizando información personal compartida por el menor para crear una conexión emocional. (Foto: Getty Images)
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Fase de relación o confesiones íntimas

  • Fidelización: El groomer se adapta a los gustos e intereses del menor, compartiendo intereses similares y fomentando una conexión emocional más profunda.
  • Desarrollo de una relación cercana: El menor empieza a ver al groomer como un amigo cercano, compartiendo más detalles personales y sintiendo que el groomer lo entiende mejor que nadie.
  • Intercambio de material: El groomer puede compartir material inapropiado y pedir al menor que haga lo mismo, lo que los lleva a desarrollar una relación de tipo romántica o emocional.

Fase de manipulación y componente sexual

  • Solicitar contenido sexual: El groomer comienza a pedir fotos o videos sexuales del menor, mostrando contenido sexual para aumentar la presión.
  • Manipulación: El agresor utiliza el material compartido para chantajear al menor, por lo que lo amenaza con revelar la información a sus amigos o familiares si no cumple con sus demandas.
  • Amenazas: El groomer puede usar la información personal del menor para amenazarlo y manipularlo, lo que logra aumentar el control sobre él.

“Usualmente, la aplicaciones o plataformas que son empleadas para grooming suelen ser redes sociales, como o aplicaciones de mensajería como Discord y juegos en línea, sobre todo, Roblox y Free Fire”.

¿Cuáles son los signos más comunes de que un niño o adolescente podría estar siendo víctima de grooming?

En primer lugar, como mencionó Sara Castillo para identificar si un niño o adolescente está en riesgo o ya está siendo manipulado por un groomer, es crucial observar varios comportamientos y cambios en su vida diaria, incluyendo:

  • Aislamiento social: El niño o adolescente comienza a alejarse de la familia y amigos, pasando más tiempo solo en su habitación o en línea.
  • Cambios drásticos en el estado de ánimo: Como , ansiedad, irritabilidad o enfado sin razón aparente.
  • Comportamiento secreto: Se muestra extremadamente reservado o defensivo sobre sus actividades en línea y sus dispositivos electrónicos.
  • Uso excesivo del dispositivo electrónico: El menor pasa más tiempo del habitual en internet, especialmente en aplicaciones de mensajería o redes sociales.
  • Cambios en los patrones de uso: Suele conectarse a internet en horarios inusuales o de manera oculta. Además, si utiliza contraseñas que no comparte con los padres o cambia frecuentemente las contraseñas de sus cuentas en línea, esto puede ser una señal de que está tratando de ocultar algo.
  • Contenido inapropiado: Comparte o recibe imágenes, video o mensajes sexuales. Igualmente, manifiesta una preocupación excesiva por temas sexuales y las interacciones con desconocidos.
  • Lengua poco común: El niño o adolescente utiliza un lenguaje o términos extraños para su edad, lo cual podría ser una forma de código para comunicarse con el groomer.
  • Desinterés: Muestra desinterés en actividades que solía disfrutar, como hobbies, deportes o eventos familiares, o evita participar en eventos sociales y prefiere quedarse en casa.
  • Miente constantemente: Dice mentiras o pone excusas para justificar su tiempo en línea o evitar la supervisión.
  • Problemas emocionales: Puede presentar o vergüenza sobre actividades en línea, así como también puede tener baja autoestima, inseguridad o una necesidad excesiva de aprobación de los demás. De igual modo, puede mostrar signos de estrés emocional, ansiedad o depresión.
  • Recibir regalos, dinero o beneficios de fuentes desconocidas
  • Comentarios sobre relaciones en línea: Hace preguntas sobre cómo se conocieron los padres o familiares por internet, o muestra un interés inusual en el tema de las relaciones en línea. También puede mencionar a nuevos “amigos” en las redes sociales que los padres no conocen o con quienes no tiene una relación en persona.

“Los padres deben ser muy observadores antes cualquier cambio en sus hijos, al igual que con respecto a lo que expresan, ya que muchas veces los niños y adolescentes pueden realizar ciertas preguntas en torno a la, sexualidad o sobre la frecuencia de salidas o detalles sobre los planes familiares fuera de casa. Por ejemplo, un niño podría preguntar: “¿Dónde vivimos? ¿Qué día vamos a salir? ¿Cuándo vas a salir tú?” Sin duda, estos comentarios pueden indicar que el niño está buscando más tiempo a solas para compartir contenido”.

La gravedad del grooming radica no solo en el daño inmediato que puede causar, sino en las cicatrices psicológicas y emocionales a largo plazo que deja en sus víctimas, afectando así a la autoestima, la salud mental y las relaciones futuras de los jóvenes que han sido objeto de este abuso. (Foto: EFE)
La gravedad del grooming radica no solo en el daño inmediato que puede causar, sino en las cicatrices psicológicas y emocionales a largo plazo que deja en sus víctimas, afectando así a la autoestima, la salud mental y las relaciones futuras de los jóvenes que han sido objeto de este abuso. (Foto: EFE)

Si un padre sospecha que su hijo está siendo víctima de grooming, ¿cuáles son los pasos inmediatos que debe seguir?

De acuerdo a Cortijo, en caso de que se sospeche que un niño o adolescente está siendo víctima de grooming, es importante que los padres tomen en cuenta los siguientes pasos:

  1. Hablar con el hijo: Los padres deben mantener la calma y mostrarse tranquilos en la medida de lo posible, pues es necesario que al momento de conversar con el niño o adolescente puedan hacerlo desde la compresión y libre de juicios. Por ello, es crucial que no los hagan sentir culpable o lo confronten de inmediatos, ya que esto podría hacer que el menor se bloquee y se pierda información relevante sobre su caso.
  2. Revisar la evidencia: Deben examinar los dispositivos y comunicaciones en línea para buscar señales de grooming, razón por la cual, es vital recopilar toda la información sobre el caso, como nombres, perfiles u otros datos que puedan ser relevantes.
  3. Reportar: Es fundamental informar y denunciar a las autoridades correspondientes o a las plataformas en línea sobre el grooming.
  4. Buscar ayuda psicológica: El grooming puede desencadenar ansiedad,, trastornos de sentimientos de culpa o minusvalía, problemas de confianza y dificultad en las relaciones interpersonales, afectando significativamente el desarrollo emocional y psicológico de los niños y adolescentes. Por esta razón, es importante que los menores cuenten con el soporte afectivo de sus padres, pero también con el apoyo emocional brindado mediante la terapia, con la finalidad de lograr la recuperación del menor.

¿Qué medidas preventivas pueden considerar los padres para proteger a sus hijos del grooming?

En primer lugar, es importante brindar una educación digital a los niños y adolescentes, por ello, como recalcó Castillo, es crucial abordar el tema del grooming con un enfoque que minimice el y maximice la comprensión y la confianza. Por lo tanto, es primordial que los padres eduquen a sus hijos sobre este y otros peligros del internet de manera adecuada a su edad y nivel de desarrollo.

Por ejemplo, para los niños más pequeños, se puede decir: “A veces, personas en Internet pueden intentar hacerse amigos de una manera que no es segura, y podrían pedir cosas que no están bien”. En cambio, con los adolescentes, una explicación más detallada puede ser útil, como: “El grooming es cuando alguien en línea intenta ganarse tu confianza para manipularte o hacerte daño. Esto puede incluir pedirte información personal o involucrarte en conversaciones que te hacen sentir incómodo”.

“También es fundamental que los padres les aseguren a sus hijos que pueden hablar abiertamente sobre cualquier problema sin temor a ser . Por consiguiente, para que los menores se sientan más seguros al abordar temas difíciles, es indispensable reforzar que la comunicación abierta es valorada y no habrá represalias por compartir inquietudes. Igualmente, es importante explicarles qué tipo de interacciones en línea podrían ser sospechosas y qué señales de alertas deben tener en cuenta o incluso cómo pueden reconocer comportamientos inapropiados y la importancia de mantener la privacidad de la información personal”, sostuvo la psicóloga.

Por su parte, la experta de la Clínica Internacional también brindó algunas otras recomendaciones que podrían prevenir a los niños y adolescentes a ser víctimas de grooming:

  • Supervisión del uso de dispositivos: Monitorear el tiempo que pasan en línea y los sitios web que visitan. Para ello, se pueden utilizar herramientas de control parental que permitan restringir el acceso a contenido inapropiado.
  • Promover un comportamiento respetuoso: Enseñar a los niños y adolescente las normas del respeto y la empatía, tanto en línea como fuera de ella, y cómo ser buenos amigos en el entorno digital.
  • Ser un modelo a seguir: Los padres deben practicar un comportamiento responsable en línea y demostrar cómo interactuar de manera positiva en las redes sociales.
  • Fomentar actividades fuera de línea: Animar a los niños a participar en actividades fuera de internet para desarrollar y crear amistades en persona.
  • Establecer límites de tiempo: Implementar reglas sobre el tiempo diario que los niños pueden pasar en línea para asegurarse de que tengan un equilibrio saludable entre la vida digital y la vida real.
  • Informar sobre las consecuencias del acoso: Conversar con los menores sobre las repercusiones legales y emocionales del acoso, tanto para la víctima como para el agresor.

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