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Caso Ashley Vargas: cómo es la peligrosa zona del hallazgo del avión y qué falló en la seguridad
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El cuerpo de la alférez de la Fuerza Aérea del Perú (FAP), Ashley Vargas, fue hallado este jueves 5 de junio en el mar de Ica, de acuerdo con información preliminar. La oficial se encontraba desaparecida desde el 20 de mayo, fecha en que participaba en un vuelo de instrucción a bordo de una aeronave KT-1P en la zona de Pisco.
El 3 de junio de 2025, la Marina de Guerra del Perú había confirmado el hallazgo de gran parte del fuselaje del avión KT-1P que pilotaba la alférez Ashley Vargas. Los restos fueron localizados a unos 20 metros de profundidad en el mar, cerca de Punta Otuma, en la provincia de Pisco, Ica. La operación de búsqueda empleó tecnologías avanzadas como sonar de barrido lateral, ecosondas multihaz y vehículos submarinos no tripulados, con la participación de aproximadamente 160 personas, incluyendo buzos especializados y personal técnico.
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Carlos Salas Abusada desglosa con rigor las noticias clave del día de lunes a viernes.
La zona de Otuma, ubicada en la provincia de Pisco (Ica), es una franja costera poco habitada con características geográficas y climáticas marcadas por un litoral lleno de pendientes y plataformas de abrasión formadas por sedimentos marinos. El terreno es árido y plano, interrumpido por algunas salinas como las de Otuma, que destacan por su coloración blanca y textura quebradiza.

Se trata de una zona desértica, sin vegetación densa, con suelo seco y polvoriento, que dificulta el acceso terrestre fuera de caminos marcados.

El mar frente a Otuma es frío y de oleaje moderado, condicionado por la corriente de Humboldt. La profundidad marina aumenta gradualmente, lo que puede dificultar la detección inmediata de objetos sumergidos. Los vientos predominantes soplan desde el sur, especialmente por las tardes, y alcanzan velocidades promedio de 13 a 18 km/h. El clima es extremadamente seco, con escasas precipitaciones a lo largo del año, temperaturas que varían entre 10 °C y 33 °C, y alta radiación solar.

Estas condiciones hacen de Otuma una zona inhóspita, donde una búsqueda aérea o terrestre puede verse dificultada por el entorno desértico, la amplitud del terreno y el acceso limitado.
Dos semanas de incertidumbre
La familia de Ashley desplegó sus propios esfuerzos de búsqueda, mientras la Fiscalía Provincial Corporativa de Pisco inició diligencias preliminares. Sin embargo, el abogado de la familia y tío de Ashley, José Ocampo, denunció que la FAP no entregó información clave que permita avanzar en la investigación.
Ante esta situación, la familia de la joven aviadora evalúa presentar una denuncia penal contra la FAP por el presunto delito de homicidio simple.
Según Ocampo, la institución ha mantenido una comunicación “nula” con los familiares de Ashley y no ha respondido a ninguna de las solicitudes de documentación técnica realizadas por el Ministerio Público desde el 23 de mayo. Entre los requerimientos figuran los informes de mantenimiento de la aeronave, los sistemas de eyección y el localizador de emergencia.

Preguntas sin respuesta
“A la fecha, no han presentado un solo escrito. Por eso cuestionamos el proceder de la FAP: no buscan a los testigos que vieron cómo la nave expulsaba humo antes de caer al mar, ni entregan la documentación a la Fiscalía. ¿O acaso no la tienen? Esa es la pregunta”, expresó el abogado.
Uno de los puntos críticos que ha señalado la familia es la falta de información sobre los pirocartuchos, el mecanismo que activa el asiento eyectable del avión. Ocampo sostiene que todo indica que el sistema de eyección no funcionó, lo que habría impedido a Ashley activar su localizador.
“El tema de los pirocartuchos es central. Si no se activaron, Ashley no pudo eyectarse, y sin eyectarse, ella misma no podía activar su localizador, ya sea en el mar o en tierra firme”, explicó.
El abogado también aseguró que la Fiscalía solicitó toda la información necesaria para esclarecer la operación. “Hemos pedido transparencia en los mantenimientos del avión, en el funcionamiento de los asientos —a través del fabricante, que es quien certifica— y, sobre todo, en lo relacionado a los pirocartuchos”, señaló.

Una llamada misteriosa
A esta preocupación se suma un hecho alarmante: el padre de Ashley habría recibido una llamada anónima al llegar a la base de la FAP, en la que le pidieron no hablar con la prensa. Además, según la versión de la familia, habrían sido ellos —y no la institución— quienes encontraron una de las piezas de la aeronave siniestrada, hoy en manos de la FAP.
“Desde el primer día que llegó [el padre de Ashley], recibió una llamada anónima. Le dijeron que no debía hablar con la prensa y que todo debía mantenerse en secreto. Por eso, tras tres días de inconsistencias en la base, decidió salir para seguir buscando a su hija con sus propios medios”, relató Ocampo.
La denuncia penal por homicidio culposo ya está en evaluación, aunque no se descarta que el caso se eleve a homicidio simple, dependiendo de los resultados de las pericias técnicas a la aeronave.
“Desde mi perspectiva, esto podría ser considerado homicidio simple. Si no se demuestra que los asientos estaban certificados y que no pudieron activarse a tiempo, estaríamos ante un caso de dolo eventual”, advirtió el abogado.

Unidad de rescate
En una entrevista con El Comercio, Carlos Alberto Flores, miembro del equipo de respuesta rápida de emergencia de Rescate Off Road Perú —agrupación que participó en las labores de búsqueda de Ashley Vargas— brindó las últimas actualizaciones sobre el caso. “Nuestra labor se desarrolló en la zona de Mendieta. Detectamos ciertas anomalías en el movimiento del mar que nos llevó a sospechar dónde podría encontrarse la mujer”, expresó.
“Cabe resaltar que la Marina estableció un cerco muy estricto. Nosotros estábamos operando con embarcaciones de empresas que se unieron a la causa, pero la entidad no permitió avanzar más allá de ciertos límites”, añadió.
Indicó también que la FAP desplegó aviones, helicópteros y equipos de buzos, mientras que la Marina realizó labores de barrido. “Por nuestra parte, contribuimos con una embarcación desde la cual veníamos realizando búsquedas en la zona sur de Mendieta. Ese cerco que se ha instalado no nos ha permitido ingresar más allá”, señaló.

Carlos Alberto Flores explicó que Ashley realizó el vuelo completamente sola. “Estaba volando de norte a sur. Testigos afirman que el avión iba en vuelo y, en un momento en que el motor se aceleró, se escuchó un impacto. Luego, la nave desapareció, por lo que se presume que se habría hundido. Ella contaba con un sistema GPS que registraba sus rutas. Su última comunicación radial fue sobre la isla Panetón; luego debía dirigirse a Laguna Grande, pero esa parada nunca se registró”, detalló.
“Los aviones cuentan con un sistema de eyección, que permite al piloto eyectarse en caso de emergencia: se acciona una palanca, se activan pirocartuchos que revientan el cristal de la cabina y el asiento es expulsado con ayuda de un paracaídas. No se sabe por qué este sistema no se activó en el avión que pilotaba Ashley; eso debe investigarse”, precisó.
Finalmente, al ser consultado sobre la posible demanda de la familia contra la FAP, comentó que él ha visto el trabajo no solo de la FAP, sino también de la Marina y otras entidades involucradas. “No tengo nada que reprocharle a la familia. No sabemos lo duro que debe estar siendo para ellos; yo también soy padre. No estoy aquí para acusar a nadie”, concluyó.
Versión de la FAP
En respuesta a las acusaciones, la Fuerza Aérea del Perú informó que la aeronave KT-1P presentaba condiciones operativas adecuadas antes del vuelo y rechazó que esta estuviera obsoleta. Asimismo, indicó que los padres de la alférez permanecieron en la Base Aérea durante la primera semana tras el incidente, y que su salida fue una decisión propia, tomada hace tres días.

Respecto a las declaraciones del abogado, el comandante general de la Fuerza Aérea del Perú (FAP), Carlos Chávez, cuestionó su competencia técnica. “No tiene conocimientos de aviación ni técnicos. Lo único que hace es generar confusión y dañar las esperanzas de la familia”, declaró.
La FAP indicó a El Comercio que “los esfuerzos realizados han permitido recuperar gran parte del fuselaje de la aeronave. Se estableció un perímetro de seguridad para no interferir con las tareas. Además, un equipo adicional se unió a las labores de rescate. Hemos cumplido con poner a disposición de la Fiscalía todos los registros documentarios del caso”.
“No se ha producido un hecho similar en nuestro país, con un alumno solo, desde hace 39 años. Lamentamos profundamente lo ocurrido”, agregó.
La búsqueda de Ashley Vargas: cronología
Ashley Vargas Mendoza desapareció la tarde del martes 20 de mayo mientras realizaba un vuelo táctico en la Reserva Nacional de Paracas, en la costa de Ica, al sur de Lima.

Los familiares de la joven han denunciado que las labores de búsqueda no se realizaron de manera adecuada, mientras que la FAP asegura que diversas instituciones se sumaron al operativo.
La aeronave que piloteaba Ashley despegó del Grupo Aéreo N.º 51 de Pisco, en Ica, cerca de las 4 de la tarde del martes. Se trataba de su último vuelo antes de graduarse como piloto militar. Debía realizar un recorrido de 30 minutos a bordo de una aeronave KT-1P, de fabricación surcoreana.











