La invasión de terrenos se consolida en la capital y con ella el riesgo para un desarrollo ordenado tanto hacia el norte como el sur de la ciudad. Cincuenta y tres de las 164 denuncias por invasión de terrenos registradas por la Superintendencia Nacional de Bienes Estatales (SBN) en lo que va del año corresponden a los distritos de Ancón y Santa Rosa, zonas hacia donde se proyecta que la ciudad debe crecer en los próximos 20 años.
De acuerdo con el Plan Metropolitano de Desarrollo Urbano (PLAM 2035) de la Municipalidad de Lima, tanto Ancón como los distritos de los balnearios del sur son los puntos de expansión para la ciudad.
José García Calderón, responsable del PLAM 2035, explica que estas invasiones de terrenos públicos ponen en riesgo el desarrollo industrial y urbano de la Lima porque impedirían un crecimiento planificado.
García subraya que la consecuencia de ello es que los terrenos invadidos no se articularían con el resto de Lima y tendrían servicios básicos e infraestructura vial deficiente.
De la misma opinión es el arquitecto Miguel Romero Sotelo, decano de arquitectura de la Universidad San Ignacio de Loyola y miembro de la Cámara Peruana de Construcción. “El sector privado se ve limitado por las invasiones porque no puede plantear proyectos acordes a una planificación”, añade.
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