LUIS GARCÍA BENDEZÚ (@condedemaldoror)
Redactor de Sociedad
Hubo un tiempo en el que Lima estaba rodeada de gruesas murallas de adobe. De esa gran construcción, que terminó de edificarse en 1686, solo quedan hoy tres segmentos, todos en Barrios Altos. El más extenso y mejor conservado es el que se encuentra en la Casa Hogar Gladys, en la cuadra 5 del jirón Rivera Dávalos.
Son pocos visitantes que recibe la vieja muralla virreinal. Para ingresar hay que pedir permiso a la hermana Lourdes Febres, directora de la Casa Gladys. En el albergue se exige un buen comportamiento; ahí viven unas 35 mujeres, entre madres solteras y niñas abandonadas.
La visita vale la pena. Se puede recorrer unos 150 metros de muralla que pertenecieron al baluarte de Santa Lucía. El muro tiene aproximadamente 3,5 m de alto y 9 m de grosor. En una de las esquinas hay una estrecha habitación que tuvo algún objetivo defensivo.
La muralla de Lima fue derribada en 1869 durante el gobierno del presidente José Balta. El empresario Henry Meiggs fue contratado para la demolición a cambio de terrenos en las actuales avenidas Grau y Alfonso Ugarte.
Según cuenta el historiador Juan Luis Orrego en su blog, Meiggs le vio poco potencial a la zona en la que se encontraba el baluarte de Santa Lucía, por eso dejó intacta esa parte. Casi 100 años después, una familia compró el predio y luego lo donó la Casa Gladys.
Las hermanas de la Casa Hogar Gladys ayudan a mujeres desamparadas desde el 2004 con algunas donaciones del Arzobispado. Según el Ministerio de Cultura, la muralla de Lima tiene condición de patrimonio monumental. No obstante, aún no hay proyectos que busquen recuperar estas ruinas.
Si usted desea conocer la muralla de Lima y ayudar al albergue puede comunicarse al 328-0674.