La posta veterinaria Oasis, en Villa El Salvador, atiende todos los días, desde hace 10 años. Francisco Bryce, su dueño, quiere convertirla ahora en una clínica más grande y mejor equipada, pero manteniendo los precios módicos que la han caracterizado desde su origen. Aunque para ello, depende mucho de donaciones, especialmente de suero, jeringas, medicinas y gasas.
— ¿Cómo decidiste establecerte en Villa El Salvador?
Hace 12 años llegué a la zona como voluntario con una ONG. En un día atendía 150 perros de la calle. Me iba lejísimos para vacunar perros, esterilizarlos o desparasitarlos. A veces también me iba por San Juan de Lurigancho, Puente Piedra y Comas. Ahora que tengo 43 años ya no me da la espalda para seguir con ese ritmo. Pero igual todos los domingos continúo con las esterilizaciones, atendiendo a grupos más pequeños.
— ¿Cuántos te acompañaron en este proyecto de la posta?
Comencé solo con una señora de la zona, una pintora que me apoyaba en la atención. Ahora somos 50 personas: 35 doctores y 15 administrativos. Hay médicos de Huánuco, Lima, Ica y del norte. Atendemos en 2 turnos diarios para poder tratar a todas las mascotas que llegan de emergencia o para consulta.
— Siendo una posta de costo social, es un lujo que puedan atender tantos médicos al mismo tiempo.
Esto no es un modelo de empresa, definitivamente, aunque quisiera que esta experiencia se replique en otros sitios. Hay veterinarias que contratan un solo doctor y un bañador. No quiero eso. Si fuésemos carpinteros, ya. Pero trabajamos con seres vivos.
— ¿Recuerdas la primera cirugía que hiciste aquí?
Sí, me trajeron una perrita preñada. Los cachorros habían muerto asfixiados en la placenta hacía unos meses. El animalito tenía una infección grave. Recuerdo que estaba solo ese día. Revisé la literatura que tenía a la mano y la operé.
— ¿Además de perros y gatos, qué tipo de animales has atendido en este centro?
Cuando recién me instalé me trajeron una cabra muy bonita, negra. Tenía gases. Nada grave. Le puse un catéter para el suero. Luego me han traído una tortuga con prolapso y dos monos. A uno de ellos tuve que suturarle la cintura porque lo habían tenido atado con una soga. Me dio mucha pena. Le dije a la mujer que lo trajo que no podía tener animales silvestres en casa.
— ¿Cuáles son los casos más comunes?
El 70% de lo que hago son esterilizaciones, castraciones. Esterilizamos entre 300 y 350 animales al mes. Del 30% restante la mayoría son pacientes con tumores enormes, infecciones de varios días o enfermedades virales avanzadas. Sus cuadros se complican por descuido de sus dueños. Me dicen que no tenían tiempo, dinero o que pensaban que el problema desaparecería solo. Recuerdo que una vez me trajeron a un perro con un tumor grande. La dueña le hacía orinoterapia para desinflamar, supuestamente, la zona. Cuando me trajo a su mascota, el tumor estaba muy grande. Menos mal era externo y se pudo operar.
[Algunos colegas, cuenta Bryce, se han quejado con él por los precios que ofrece, muy por debajo del mercado: medicinas desde 50 céntimos, vacunas séxtuples a S/35, antiparasitarios desde S/3. “Nosotros atendemos a la mascota del señor que recoge la basura y que no puede pagar más. Hay personas que llegan y nos dicen:'Solo tengo 8 soles, solo tengo 15 soles'. No puedo darles la espalda”, afirma Bryce.]
— ¿Cuáles son las intervenciones más complejas que realiza la posta?
Aquí atendemos casi todo, menos traumatología. Hacemos incluso quimioterapias y tenemos nuestro propio equipo de laboratorio.
[Pluto, un perro mediano de 6 años, lo persigue para que le rasque la cabeza. Tiene ojos celestes, un tic en la mandíbula y le faltan todos los dientes. Lo abandonaron en la veterinaria, flaco y con un distemper mal curado. Ahora está sano y vive en la veterinaria con otros 16 animales. De ellos, 6 perros y 4 gatos están listos para ser adoptados. “Los otros están muy viejitos, con incontinencia urinaria. Pero, si a pesar de ello alguien de buen corazón desea llevárselos, en buena hora”, dice el médico.]
— ¿Cuántos animales son abandonados en la veterinaria al mes?
En abril nos dejaron 15 perritos. Pero hubo un mes que nos dejaron 120 animales entre cachorros, adultos agresivos y también desahuciados. Menos mal eso ha disminuido. Hay casos muy tristes. Me tenso mucho, a veces, porque me involucro con las historias de dolor de los pacientes.