Estaba sentado, tranquilo, mirándose en el espejo mientras le cortaban el cabello. La tarde transcurría con normalidad. De pronto, el sonido de las máquinas afeitadoras fue interrumpido por gritos y el estruendo seco de los disparos. Dos hombres armados, vestidos de negro, entraron a la barbería y dispararon a quemarropa contra un sereno de Carabayllo que, horas antes, había informado a la policía sobre la posible ubicación de uno de los delincuentes más buscados del país: Erick Moreno Hernández, alias ‘Monstruo’ o ‘Chonguito’.

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