A más de un día del hundimiento registrado en el centro poblado de Peralvillo, en el distrito de Chancay (Huaral), las imágenes siguen siendo las mismas. La pared frontal de la familia Ipince permanece destruida, dejando la vivienda al descubierto. Los tres vehículos varados continúan en su sitio y el temor entre los vecinos continúa.
Por debajo de la zona afectada se encuentra en construcción el túnel que llegará al megapuerto de Chancay, todo esto en el marco de un megaproyecto en desarrollo por la empresa Cosco Shipping Ports Chancay Perú S.A. (CSPCP).
Vecinos de la zona contaron a El Comercio que la construcción de dicha obra subterránea suele causar constantes vibraciones y ruidos fuertes, los cuales permanecen, incluso, durante horas de la madrugada. Tal bullicio se percibió segundos antes que el suelo colapsara en el sector autodenominado como Comité 17.
Advertencias
“Siendo las 8:57 de la mañana se escucha una explosión. Salgo inmediatamente de mi domicilio y me encuentro con la vivienda de mi tía, derrumbada”, describió Daniel Ipince, familiar de los afectados y vecino del lugar. Asimismo, señaló que ya habían recibido advertencia de los vecinos de otra zona sobre la posibilidad de que este desastre suceda.
“El 10 de octubre del año pasado también hubo un incidente parecido. Pero simplemente lo taparon”, contaron a este Diario dirigentes de la zona de Santa Rosa, quienes pidieron que sus nombres se mantengan en reserva por temor a represalias.
Juan Rojas, dirigente del Comité 17, mencionó a El Comercio que “hemos advertido que esto iba a pasar. [La empresa siempre responde] que tienen la mejor tecnología, pero mira lo que ha pasado”. Amadeus Tafur, quien vive en otra vivienda perjudicada, resaltó que “nos hemos quedado bien resentidos porque ellos [las autoridades] no nos hacen caso”.
Temor permanece
“Nosotros no podemos abandonar la casa porque tenemos nuestras cosas ahí”, contó Tafur, cuya familia está compuesta de seis personas, incluyendo a su hijo y nietos. Estos últimos sí tuvieron que buscar otro lugar donde pasar la noche, por temor a que otros hundimientos causen mayores daños.
Tafur informó que en la zona “no suele haber seguridad”, por lo que debía resguardar su hogar, el taller que opera en el primer piso y el vehículo, propiedad de su hijo, que permanecía varado en la zona de hundimiento. Indicó que la estructura se encuentra inclinada y rajada a consecuencia del incidente.
“Todo eso [parte de la vivienda destruida] lo van a tener que sacar. De repente, al hacerlo, el suelo puede volver a caer. Con el tiempo, de todas maneras, se van a derrumbar las casas vecinas”, refirió Tafur.
Por su lado, Ipince indicó que los vecinos se encuentran con miedo de que algo adicional pueda suceder. “Más que el temor es el riesgo inminente. No saben en qué momento pueda suceder otra desgracia”, profundizó. “Este no es un problema que afecta a un grupo de familias, sino a toda una ciudad”, agregó Ipince.
Ausencia de autoridades
El dirigente Rojas criticó que, a pesar de haber enviado documentos “donde hemos manifestado la inquietud de la población” a la Municipalidad de Chancay, no han tenido su apoyo. “Ningún representante de la municipalidad ha venido”, sindicó casi doce horas luego del incidente.
Daniel Ipince resaltó que “se les ha solicitado [a Cosco Shipping] los estudios de impacto ambiental, pero hasta el momento no se han brindado. Ni como forma de transparencia con la población”. Cuestionó, además, la breve visita de miembros de Defensa Civil del Gobierno Regional de Lima.
“Los vecinos están dispuestos a pernoctar acá hasta que la presidenta de la República y los organismos de la Presidencia del Concejo de Ministros tomen cartas en el asunto”, indicó Ipince. “Nosotros no vamos a decir que no nos vamos a mover [en caso de ser reubicados], pero que, al menos, vengan [las autoridades] a manifestarse, a darnos una solución”, reprochó Tafur.