A pocas semanas del inicio de clases escolares en el Perú, el 19 de marzo de 1960, llegó al puerto del Callao el segundo crucero adquirido por la Marina de Guerra, gracias entre otros aportes a la colecta promovida por el diario El Comercio. El buque se llamaba “Coronel Bolognesi”, en honor al héroe de Arica y fue recibido por miles de personas en una ceremonia que contó con la asistencia de los nietos de Francisco Bolognesi, Enrique y Pedro, acompañados de un sobreviviente del “Huáscar”, el Alférez Manuel Elías Bonnemaison, quien fallecería al año siguiente.
El “Coronel Bolognesi” es entregado al Perú
“Nuevo crucero ‘Bolognesi’ de 8.800 toneladas, izó el pabellón nacional”, había publicado El Comercio el 9 de febrero de 1960. Aun no se llamaba ‘Bolognesi’ sino ‘Ceylán’, era un crucero de la Marina Británica, pero aun así dejó flamear la bandera peruana en su palo mayor. Ricardo Rivera-Schreiber, embajador del Perú en Gran Bretaña, fue quien tomó posesión de la nave en nombre del Gobierno Peruano. Durante la ceremonia de entrega del buque, el embajador recibió la bitácora del crucero de manos del almirante Manley Power, comandante en jefe de Portsmouth. Inmediatamente, Rivera-Schereiber puso el navío bajo el mando del capitán Raúl Delgado. La nave viajó con 34 oficiales y 232 tripulantes.
La esposa del embajador, Teresa Kroll de Rivera-Schreiber continuó con el acto y develó la placa con el nuevo nombre del crucero “Coronel Bolognesi”. Todo terminó cuando el reverendo Coughlan bendijo la nave y la imagen tallada en madera del Sagrado Corazón de Jesús, ofrecida a la tripulación por la esposa del embajador. Antes de que el crucero iniciara su travesía hacia el Callao, el embajador peruano y su esposa, así como algunos diplomáticos peruanos almorzaron a bordo de la nave para coordinar los últimos detalles.
El viaje Atlántico del “Bolognesi”
El 13 de febrero de ese año, partió al anochecer desde el puerto de Portsmouth hacia el Callao. Las unidades británicas hicieron sonar sus alarmas en despedida al ex crucero británico que se dirigía ahora a su base en el Perú. Para despedirlo en el puerto estuvieron presentes el embajador y algunos residentes. Entre los asistentes se encontraban cerca de 50 señoritas, amigas de los marinos peruanos, que permanecieron dos meses en Portsmouth. Los marinos británicos que acompañaron el inicio de la travesía abandonaron el barco en las islas de Azores (Portugal), luego de que los peruanos tomaron el completo control de la nave. El “Bolognesi” continuó su camino pasando por Curazao, el 26 de febrero, donde ancló por dos días partiendo a Panamá el 28 de febrero.
Días después, el crucero llegó a la base norteamericana, Roadmen, en el Canal de Panamá donde fue recibida por numerosos connacionales; entre ellos el embajador de Perú, José Francisco Mariátegui y su esposa, el primer secretario de la embajada José Alvarado Sánchez, junto con una delegación de oficiales del Ejército peruano que estudiaban en ese país. El único periodista del Perú era Mario Saavedra Pinon Castillo, enviado especial del diario El Comercio. Luego del homenaje militar a cargo del mayor Héctor Antesana, los oficiales del crucero visitaron al presidente de Panamá, Ernesto de la Guardia, en el Palacio de las Garzas.
Por la noche el comandante del crucero ofreció una recepción a bordo, entre los asistentes estuvo la señorita María Elena Rosell “Venus Perú”, quien ocupó el segundo lugar en la elección de Miss Mundo realizada en Londres y la reina de Panamá, Bertha Chambonnet.
Al mediodía del 5 de marzo de 1960, el “Coronel Bolognesi” zarpó de la base Roadmen hacia territorio peruano. El enviado especial del diario, Mario Saavedra Pinon Castillo, los acompañó en el último tramo del viaje con el fin de ofrecer a los lectores las primicias de la travesía. Todas sus informaciones llegaban directamente a la redacción de El Comercio por cortesía del Ministerio de Marina.
El crucero en aguas peruanas
El poderoso navío ‘Coronel Bolognesi’ llegó al litoral peruano el 7 de marzo, en medio de aplausos y gritos de la población de Talara. Entre los primeros en subir a bordo fueron el capitán del puerto, Rafael Díaz Zumaeta, el general Augusto Valdez, el alcalde Juan Saldarriaga; los oficiales del BAP Sechura y otras autoridades locales. El comandante los recibió y acompañó a recorrer las instalaciones. Al final, se dispuso el desembarco del personal naviero para asistir a la ceremonia patriótica que se realizó en el Parque Cívico, donde se rindió homenaje a los héroes Bolognesi y Grau. El alcalde talareño, Juan Saldarriaga, recibió a los oficiales y marineros en el municipio y los nombró huéspedes ilustres. En la noche, en medio del desbordante entusiasmo del pueblo, se organizó una verbena en el Parque Central durante la cual se dieron vivas a la patria y a los héroes nacionales.
En el puerto de Paita numerosas embarcaciones acudieron a recibir al poderoso crucero peruano que navegó desde Inglaterra. Los primeros en subir a bordo fueron el Prefecto de Piura Carlos Toledo Campos y el Capitán del Puerto Carlos Gonzales Flores. “El recibimiento en Paita superó al habido en Talara. Las embarcaciones enarbolaron la bandera peruana, en emotiva demostración de patriotismo, en tanto que en el muelle, se había congregado una gran cantidad de personas que agitaban sus pañuelos”, publicó El Comercio en su portada el 11 de marzo de 1960.
Luego de dos días en Paita, donde los pobladores pudieron visitar las instalaciones del navío, el buque continuó su viaje al sur, hacia las aguas de Pimentel, para que la población de esta localidad también pudiera visitar la embarcación.
“Bolognesi” en Ancón
Al llegar a la playa de Ancón, el 18 de marzo, el crucero “Bolognesi” disparó trece cañonazos de saludo a la insignia del Comandante General de la escuadra “Almirante Grau”, buque que dejó oír prolongadamente una sirena a la que se sumó la del “Coronel Bolognesi”.
Los redactores de El Comercio llegaron al crucero “Bolognesi” y fueron recibidos por el segundo comandante del buque, el capitán de navío Luis Vargas, para captar las mejores impresiones de los marinos durante su travesía. Luego, el jefe de navegación José Carbajal Pareja, nieto del heroico vicealmirante Melitón Carbajal (sobreviviente del Combate de Angamos) expuso a los redactores del diario algunos detalles técnicos del viaje.
Para la mañana del 19 de marzo, tras algunas celebraciones nocturnas en ambas embarcaciones, llegó al navío el presidente Manuel Prado Ugarteche, en un helicóptero, junto con una comitiva oficial que partió desde Ancón para llegar a la ceremonia en el Callao. El crucero fue acompañado por el recientemente adquirido BAP “Almirante Grau”.
El nuevo crucero en el puerto chalaco
“Miles de personas le dieron la bienvenida en ambiente de intensa emoción patriótica”, decía El Comercio en su portada del 20 de marzo de 1960. A las 10 de la mañana, miles de personas se reunieron en playas, edificios, instalaciones portuarias, buques y toda clase de embarcaciones en la bahía, para conocer y aclamar la moderna nave al lado de su gemela el buque insignia “Almirante Grau”. Mientras se aproximaba el “Bolognesi” al Callao, unos 17 jets de la Fuerza Aérea del Perú (FAP) dieron el alcance a ambos cruceros y en una correcta formación los sobrevolaron con giros acrobáticos.
Al anclar en el Muelle de Reparaciones, los tripulantes del crucero de inmediato comenzaron los preparativos para la ceremonia oficial. Luego vino el homenaje del Ejército peruano y la entrega de algunos presentes al capitán del navío, como la placa de bronce del héroe de Arica en la que se leía: “Coronel Francisco Bolognesi, Patrono del Ejercito, Héroe de Arica. Tengo deberes sagrados que cumplir y los cumpliré hasta quemar el último cartucho”. En ese momento, la banda del buque entonó el Himno Nacional, cuya letra fue coreada por los asistentes, entre estos, los nietos de Francisco Bolognesi, Enrique y Pedro, junto con el Alférez Manuel Elías Bonnemaison, sobreviviente del “Huáscar”.
“La familia Bolognesi recibe con gran satisfacción y con legítimo orgullo el homenaje tributado al insigne Coronel al dársele su nombre a tan hermosa como potente unidad de nuestra escuadra”, declaró uno de los nietos del héroe de Arica. Al culminar la ceremonia, el presidente Prado abandonó el buque, dirigiéndose a la explanada del Arsenal Naval donde tomó su helicóptero nuevamente. Entre aplausos y una gran ovación por parte de los asistentes fueron despedidos los nietos del héroe de Arica y el Alférez Elías Bonnemaison.
Tras el acto protocolar, los familiares de los tripulantes del “Coronel Bolognesi” subieron a la embarcación para reencontrarse con ellos. Hubo escenas de gran emoción y ternura.