El hospital ha colocado dos carpas en los exteriores para hacer el triaje y las pruebas de hisopado a los efectivos. (Foto: Alonso Chero)
El hospital ha colocado dos carpas en los exteriores para hacer el triaje y las pruebas de hisopado a los efectivos. (Foto: Alonso Chero)
Rodrigo Cruz

El suboficial PNP Edder Meca no sabía que tenía. El domingo 29 de marzo, regresó al en Jesús María porque el dolor que sentía en el pecho había aumentado y la fiebre resultaba insoportable. Lo acompañó su novia Rubí. Eran las 9 a.m. y ambos estaban en la tumultuosa sala de emergencias esperando que alguien los atendiera.

Por tercera vez, Meca iba a ese centro de salud en menos de 72 horas. El viernes 27, se acercó para hacerse la prueba de hisopado. Sospechaba que había contraído el virus durante su trabajo como miembro de la comisaría de La Victoria. Una fuerte tos era su principal síntoma. El sábado, tuvo que volver porque le indicaron que le habían hecho mal el despistaje.

Pasaban las horas de ese domingo y nadie atendía al suboficial. “Me acerqué donde un doctor para reclamarle por lo que ocurría y me dijo que por favor los entendiera”, contó Rubí. El médico le había dicho que sabía por lo que estaba pasando, pero que no contaban con el equipo de protección para atender a su pareja. La orden era que Meca debía ser hospitalizado. Sin embargo, no había camillas disponibles.

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Rubí, desesperada, llevó a su novio a una clínica en Independencia. Allí le dijeron que tenía un cuadro severo de neumonía y que lo mejor sería que lo regresaran al hospital. Pasadas las 10 p.m., una ambulancia particular los trajo de vuelta. Meca fue llevado a una sala que días atrás servía como lugar de espera para los visitantes, pero que, ante la emergencia, fue acondicionada para atender a pacientes confirmados o con sospecha de . Al agente le dieron oxígeno para que pudiera respirar.

El 31 de marzo, a las 7:20 a.m., salió el resultado de la prueba: positivo para COVID-19. Seis horas después, falleció como consecuencia de la infección, aunque Rubí dice que esto pasó por falta de atención inmediata. Meca tenía 35 años.

“Es muy frustrante”

Lo ocurrido con este agente ejemplifica la lucha desigual del personal de salud de este hospital contra la pandemia. A raíz del desorden y la falta de equipos de seguridad, la jornada laboral pone en riesgo sus vidas y de todo aquel que acuda al recinto para atenderse.

“Están cometiendo un asesinato con nosotros”, nos dijo un médico con varios años de servicio en este centro de salud, que accedió a conversar bajo la condición de anonimato. “No tenemos los medios de protección para atender a los policías que vienen graves. Eso es muy frustrante. Queremos atenderlos, pero no tenemos cómo hacerlo sin contagiarnos”, añadió.

Un equipo de este Diario recorrió los pasillos y las salas del hospital policial y conversó con sus trabajadores. En ellos se percibe el miedo de contraer el virus debido a la falta de implementos tan elementales como mascarillas y lentes, hasta los trajes de bioseguridad para examinar a los infectados.

“Ya se acabó el gel”, “faltan guantes estériles” ,“¿a alguien le sobra un gorro?”, “tenemos un paciente sospechoso pero no sabemos dónde ponerlo”... Estas son algunas de las frases que se escuchaban dentro.

“Hay tanto desorden en el hospital por la falta de triaje adecuado, que los pacientes se mezclan en la sala de emergencias. Los sospechosos de tener COVID-19 se mezclan con pacientes que van por una diabetes o por una hipertensión”, nos confesó otra doctora que prefirió mantener su nombre en reserva.

Un caso que grafica el caos que allí se vive es el de un brigadier PNP de iniciales J.L. La noche del 26 de marzo, ingresó a emergencias por una dificultad respiratoria. No dijo que dos días atrás se había hecho la prueba del hisopado. Un médico que solo estaba protegido con un mandil, guantes y gorro, le realizó las evaluaciones. Al día siguiente, el resultado del examen salió positivo y el personal que lo atendió debió pasar por despistaje.

En espera

El Comercio también ingresó, tomando todas las precauciones posibles, a la zona de aislamiento donde tienen a los pacientes confirmados de coronavirus. Es decir, el lugar donde falleció Meca. Una sala de siete camillas donde los infectados luchan por sus vidas. De hecho, durante esa visita se constató la defunción de uno de ellos.

Durante la elaboración de este reportaje, al menos tres pacientes perdieron la vida por el COVID-19.

El Comercio fue testigo del momento exacto en el que un médico del hospital policial confirmó el fallecimiento de uno de los pacientes graves. (Foto: Óscar Ramírez)
El Comercio fue testigo del momento exacto en el que un médico del hospital policial confirmó el fallecimiento de uno de los pacientes graves. (Foto: Óscar Ramírez)

Este Diario intentó obtener la versión del comando de la Policía Nacional del Perú, responsable de la administración del hospital, pero indicaron que el personal estaba concentrado cumpliendo las disposiciones del estado de emergencia.

Ayer, el ministro del Interior, Carlos Morán, informó que veinte policías han sido diagnosticados con coronavirus. “Están en sus casas la mayoría”, dijo en RPP.

Al cierre de esta edición, una decena de policías hacían fila en el patio de la sala de emergencias del hospital policial. También estaba Rubí. Esperaba noticias sobre cómo retirar el cadáver y cuándo entregarían las cenizas de su pareja, el suboficial Meca. La preocupación que ahora tienen es: ¿Qué ocurrirá con los familiares que vivían con Meca en su casa de San Martín de Porres? Llamaban insistentemente al 113, esperando que alguien los atendiera.

Escasez de equipos

Uno de los enfermeros del Hospital Central de la Policía Nacional nos mostró que la mascarilla que utilizaban decía en la caja que era para “un solo uso”. Sin embargo, era el quinto día que la seguía utilizando porque no habían llegado los recambios.

El decano del Colegio Médico del Perú, Miguel Palacios, calificó de “muy fuertes” los testimonios de los doctores del hospital policial, pero reconoció que son declaraciones reales.

“¿Qué pasa si un médico se contagia, pasa el tiempo y muere? Entonces, se estaría cumpliendo lo que dicen”, comentó Palacios.

“La falta de equipos de protección personal es una deuda pendiente del Estado, que debe ser asumida con mayor fuerza y vehemencia porque es parte de la atención diaria”, añadió


¿Cómo se contagia el coronavirus?

La covid-19 se contagia por el contacto de una persona sana con otra que esté infectada. Esta enfermedad se propaga de persona a persona mediante las gotículas procedentes de la nariz o boca cuando el que se encuentra enfermo tose o exhala.

En muchos casos, estas gotículas caen sobre objetos o superficies, que después tocan otros individuos y se llevan a la nariz, ojos o boca cuando pasan sus manos por la cara.

¿Cuánto tiempo sobrevive el coronavirus en una superficie?

Aún no se sabe con exactitud cuánto tiempo sobrevive este nuevo virus en una superficie, pero parece comportarse como otros coronavirus.

Estudios indican que pueden subsistir desde unas pocas horas hasta varios días. El tiempo puede variar en función de las condiciones (tipo de superficie, la temperatura o la humedad del ambiente).

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