El valle de Sayán, ubicado en la provincia de Huaura, departamento de Lima, acoge entre sus tierras agrícolas abundantes en palta, arándanos y caña de azúcar a un vivero en el que vienen creciendo, desde finales de setiembre, las primeras plantas de cannabis para uso medicinal y terapéutico del Perú.
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Esta nueva actividad agrícola es liderada por la empresa Cann Farm, pionera en apostar por un negocio que empieza a echar raíces, al igual que las plantas, entre miedos, tabúes y desinformación.
Todo comienza en el Fundo Ibis, espacio que tras una ardua coordinación con diferentes autoridades y entidades adscritas los ministerios de Salud (Minsa) y Desarrollo Agrario y Riego (Midagri), obtuvo, desde marzo de este año, licencias y acreditaciones específicas para elaborar productos farmacéuticos naturales derivados de cannabis, así como para el cultivo y fabricación de los mismos.
En el proceso también intervino la Dirección Antidrogas (Dirandro) de la Policía Nacional. Fueron ellos los encargados de observar y autorizar el protocolo de seguridad que debe cumplir la empresa. En esta etapa, Cann Farm solo puede realizar la siembra de cannabis en una hectárea del fundo. El espacio total es de 62.
“Elegimos este fundo estratégicamente porque es una parte del Perú que recibe una cantidad de radiación considerablemente alta, entonces, la hipótesis detrás de escoger este sitio es que el rendimiento de cannabinoide por hectárea va a ser superior”, explica a El Comercio Alberto Chlimper, jefe de administración y operaciones de Cann Farm.
Mientras que, Max Alzamora, director médico de Cann Farm y profesional de la salud que viene trabajando con el cannabis desde el 2016 acota que estas plantas tienen alta concentración de CBD, uno de los componentes de la planta que tiene propiedades de ser anticonvulsivante, antiinflamatoria y para controlar la ansiedad y la depresión. Alzamora acota que también contarán con plantas en las que predominante el CBG, que también tiene beneficios analgésicos para tratar diferentes enfermedades y afecciones.
De acuerdo a las proyecciones de la empresa, los próximos cultivos serían de plantas con más componentes como el THC, cannabinoide con propiedades analgésicas, antiespasmódicas, antieméticas, relajantes musculares y con el que se están llevando a cabo estudios por su potencial antitumoral. “Se conoce que la planta tiene más de 180 cannabinoides dentro, que están siendo estudiados con la finalidad de ayudar a mejorar la calidad de vida y el día a día de muchas personas”, detalla Alzamora.
Si bien es cierto que Cann Farm es la pionera en el rubro, la empresa tiene una política de transparencia cuyo objetivo es compartir su experiencia en bienestar de los pacientes.
Grandes victorias
La noticia de esta primera siembra ha sido posible gracias a las decenas de madres, padres y pacientes con enfermedades crónicas o dolorosas que desde hace más de 10 años empezaron la lucha para mejorar la calidad de vida de sus seres queridos y de ellos mismos. Fueron sus movilizaciones y campañas informativas a favor del uso medicinal del cannabis las que permitieron que en el 2017 el congreso aprobara la ley Nº 30681, que da luz verde a la importación, producción y comercialización del cannabis y sus derivados para usos farmacéuticos.
Francesa Brivio, actriz, comunicadora, activista y presidenta de Cannabis de Esperanza, es uno de los rostros más conocidos que se ha involucrado con la causa. Ella, diagnosticada con mastocitosis sistémica desde el 2009 celebra el logro de Cann Farm y sostiene que esto ayudará a mejorar accesos, descentralizar el recurso, disminuir costos y ofrecer productos de calidad. Sin embargo, advierte que la noticia también es motivo para seguir agilizar el trabajo de las autoridades que regulan el uso, acceso y consumo de la planta en sus diferentes formas.
En esa línea, Maritza Belleza, miembro de la Federación de Cannabis Medicinal (Fecame) Perú también aplaude que la empresa Cann Farm haya obtenido la licencia para la siembra y cultivo, no obstante, aprovecha para exigir la reglamentación de la ley N° 31312, publicada el 25 de julio El Peruano, que aprueba la legalización de los cultivos asociativos del cannabis para uso terapéutico en el Perú. “Desde Fecame conocemos muchos pacientes que deben cultivar y elaborar sus propios productos, estos vacíos legales fomentan el incremento de los mercados paralelos que ponen en peligro la salud de los pacientes”, explica.
Para María Montoya de la Asociación Marihuana Medicinal Trujillo, es vital fomentar la investigación sobre los usos y propiedades del cannabis medicinal, sobre todo en las nuevas generaciones de médicos.
Tanto como para Francesca, Maritza, María y otras madres y colectivos, esta primera a siembra en el valle de Sayán alberga la esperanza seguir mejorando vidas y eliminando prejuicios
Detalles de la nueva actividad agrícola
Un equipo de El Comercio pudo recorrer las instalaciones del fundo de la empresa Cann Farm para conocer cómo se viene trabajando con las semillas traídas desde Colombia con alto contenido en cannabidiol (CBD) y cannabigerol (CBG). A continuación, el paso a paso de esta nueva actividad agrícola.
El 28 de setiembre germinaron las semillas y dos días después se plantaron en contenedores para que el crecimiento del cannabis continúe con normalidad. A esta semana, las plantas ya han desarrollado pequeños tallos y hojas. Se estima que el cultivo de esta primera campaña será hacia finales de este año o inicios del 2022.
Esta etapa se realiza bajo un estricto protocolo sanitario vigilado por el Servicio Nacional de Sanidad Agraria del Perú. Las plantas crecerán en cuarentena posentrada (confinamiento) hasta mediados de noviembre con la finalidad de impedir que nuevas plagas ingresen al país. Luego, el proceso continuará de acuerdo a los estándares de Cann Farm.
Actualmente, la siembra solo es permitida en un espacio del fundo que cuenta con autorizaciones del Midagri, Dirandro (PNP) y Minsa. Allí también se han acondicionado áreas de postcosecha y extracción y, se ha habilitado un laboratorio farmacéutico que ha sido auditado y calificado por la Digemid.
Las proyecciones de la empresa apuntan a producir insumos y a futuro, colocar productos terminados en el Perú, exportarlos a otros países de la región y trabajar con el mercado europeo.