Seminario junto a su obra. Ella fue seleccionada para la Primera Bienal Oeschle y el Noveno Concurso Nacional de Pintura Mitchell y Cia.
Seminario junto a su obra. Ella fue seleccionada para la Primera Bienal Oeschle y el Noveno Concurso Nacional de Pintura Mitchell y Cia.
Rodrigo Moreno Herrera

Un estilo irrepetible. Así define Soledad Seminario su visión artística, la cual no toma como ejemplo a ningún otro autor. Existe gente que admira y que la ha guiado a lo largo de su carrera como artista plástica. Sin embargo, responde con seguridad al decir que no ha asumido como verdad absoluta el trabajo de otros artistas. “Puedo admirar la calidad con la que trabajan, pero nunca verás en mis cuadros imágenes de otros”, asegura.

A inicios de mes recibió una invitación de la galería Gaudí, de Madrid, para formar parte de la Feria Luxemburgo de Arte Contemporáneo. Del 5 al 9 de diciembre, este evento congregó a más de 80 galerías de arte de todo el mundo. Sin duda, el nivel de exposición que tuvo la obra de los participantes fue importante, gracias a este punto de encuentro entre la comunidad artística y el público.

Al respecto, Seminario confesó sentirse más que entusiasmada de que su trabajo pueda ser apreciado fuera de su país, y añadió que ha sido el resultado del esfuerzo realizado por más de 30 años. “Me siento muy feliz porque representa un reconocimiento internacional. Significa que no me equivoqué al seguir este camino. El hecho de que te llamen de una galería en Europa es algo significativo y gratificante”, cuenta.

—Obra variada—

Antes, sus cuadros habían viajado fuera del país. Sucedió hace unos años cuando la Casa de la Cultura de Quito solicitó sus pinturas. Ahora ha sido turno de que atraviese el Atlántico gracias a cinco lienzos, aunque todos con temas distintos.

Las temáticas recurrentes en su arte son la naturaleza y el universo de formas geométricas. Para Seminario, la inspiración puede llegar en cualquier momento, tal como le sucedió al momento de componer su cuadro titulado “Ayaymama”. “Es el nombre de un pájaro de la selva. Tiene una leyenda detrás. Según se cuenta en esa región, es un ave con un canto que suena como un niño que llama a su madre. Yo conocí la historia a través de mi suegro. Años después, tuve un sueño, y al pintar eso me di cuenta de que lo podía identificar con la historia del pájaro”, explica.

Por el momento, la artista plástica está enfocada en continuar con su labor, como hasta ahora lo ha hecho. Entre sus planes inmediatos están mantener una estrecha colaboración con la galería española Gaudí, ya que tiene la firme convicción de mantenerse en el circuito internacional, en una escena tan exigente como la del mundo artístico.

Contenido sugerido

Contenido GEC