Sus primeros recuerdos de la infancia están ligados a canciones e instrumentos musicales. Después de experimentar con el cajón y las congas, siendo todavía un niño, Carlos Ayllón aprendió a tocar la batería y el bajo. A los 13 años se incorporó a la banda de su afamada madre, como conguero. Y su primera agrupación “Sarandango”, de música peruana y tropical, la creó, algunos años después, en Estados Unidos. Esta vez, el hijo mayor de Eva Ayllón irrumpe en la escena musical peruana con una nueva y arriesgada propuesta.
“Llego con mi propia banda (Carlos Ayllón y su banda), dispuesto a impulsar mi carrera musical en Perú, no solo como percusionista sino también como cantante de música pop latina. He convocado a siete connotados músicos. Es una apuesta bien noventera, porque, para mí, musicalmente hablando, en los 90 se dio la explosión de grandes bandas, cuya música queremos traer de vuelta”, destaca.
Las influencias musicales de Ayllón no se restringen a la música criolla. Creció escuchando al ‘Zambo’ Cavero, Óscar Avilés y a Lucila Campos; pero también a agrupaciones como Frágil, Sangre Púrpura y Arena Hash.
“Y compartí un montón de veces escenario con Libido, Zen, TK y Raúl Romero, a quien quiero mucho. Tiene una voz privilegiada. Es uno de mis héroes. Lo admiro. Luego me fui involucrando con el tema del hip hop, el rap, el reggae, la salsa, chicha y las bandas latinas”, destaca Ayllón.
La agrupación tendrá su concierto debut este 5 de octubre, en La Estación de Barranco.
“Ese día nos acompañará Pablo Saldarriaga, un gran amigo mío. Ya antes hemos hecho música juntos. Para su programa, hicimos una versión de ‘Triciclo Perú’ con instrumentos de juguete. También estará Angie Chávez (ex Son Tentación) y mi mamá, con quien voy a cantar nueva ola fusionada con jazz”, adelanta.
Concierto: Carlos Ayllón y su banda
Local: La Estación de Barranco (Av. Pedro de Osma 112, Barranco)
Día: Jueves 5 de octubre
Hora: 8.30 p.m.
Entradas: En Teleticket (https://bit.ly/3PFF55k)
Precio: 35 soles
Consumo mínimo: 40 soles
Herencia familiar
El músico de 37 años creció rodeado de escenarios, instrumentos musicales y amistades famosas de Eva Ayllón. Entre los recuerdos más inolvidables de su niñez, menciona el día que cenaron en su hogar, Alberto Cortez, Pedro Aznar y Facundo Cabral; además de las tarjetas escritas a mano que la cantante cubana Celia Cruz, le enviaba por su cumpleaños.
“Tengo miles de recuerdos increíbles, pero no solo de niño. Cada vez que recuerdo el show por los 50 años de mi mamá en San Marcos, quiero llorar de emoción. Fue demasiado para todos”, asiente.
Y como suele ocurrir con los hijos de muchos famosos, Carlos también carga el peso de su apellido. “Hay quienes me escriben para decirme que soy sobrado como mi mamá. Al principio respondía, ahora no hago caso”. Destaca, además, que entre Eva Ayllón y la exvoleibolista Natalia Málaga existe una relación laboral y una amistad muy sólida. “Yo no veo nada raro entre ellas, como se insinúa, considero que son muy buenas amigas. Lamentablemente el chisme vende”, enfatiza.
La mujer de su vida
Desde hace un año y tres meses, Carlos vive un intenso romance con la actriz Mónica Torres, a quien en algún momento de su vida, consideró un amor “platónico” e “inalcanzable”.
“La vi por primera vez en el cumpleaños del hijo de Leyla Chihuán. Fue en el 2013. Le dije lo hermosa y talentosa que me parecía. Luego viajé a Estados Unidos. Tuve dos hermosos hijos a los que adoro con toda mi alma. Son mi motorcito. Hice mi vida, pero mi relación no funcionó. Entonces, tomé un nuevo rumbo. Conseguí el teléfono de Mónica y le escribí. Y el año pasado que vine a Lima de gira, decidí quedarme para conquistarla”, detalla.
Mónica es mucho más que una pareja para mí. Es la persona que me entiende, me motiva y me ayuda a sacar mi mejor versión. Me despertó esa onda de tener mis propias cosas, esa visión de caminar siempre derecho. Siempre está a mi lado y cuando viajo estoy pensando en ella, en qué estará haciendo. Es todo para mí. Encima cocina rico. Con ella corroboré que los sueños se hacen realidad y que esos amores de película existen”, subraya.